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Sexo

Seis mitos que la gente sigue creyendo sobre el sexo

Tamaño del pene, sexo anal, punto G y otros temas escandalosos...

Este post apareció originalmente en Tonic, nuestra plataforma dedicada a la salud.

He dado clases de sexualidad humana a miles de estudiantes universitarios por más de 15 años. También he respondido preguntas sobre sexo para revistas, periódicos y sitios web. En otras palabras, lo he visto y oído todo. Y gracias al precario estado de la educación sexual en Estados Unidos, hay una serie de mitos que simplemente no desaparecen. (A partir de 2014, la mayoría de las escuelas siguen predicando la abstinencia como la mejor manera de evitar el embarazo y la transmisión de ETS. Sólo el 35 por ciento de las clases enseñan a los estudiantes cómo usar correctamente un condón, según el Instituto Guttmacher). Estos son los seis mitos que tengo que corregir con mayor frecuencia.

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No puedes tener sexo durante la semana de descanso de la pastilla anticonceptiva

Escucho con regularidad a adolescentes y adultas jóvenes que están preocupadas de quedar embarazadas después de tener relaciones sexuales sin condón durante la llamada "semana de descanso" de su paquete de pastillas anticonceptivas. Esto me dice que muchas mujeres y hombres no saben cómo funciona una pastilla anticonceptiva. Asumen erróneamente que sólo "funciona" para prevenir el embarazo en los días en que se consumen las pastillas hormonales activas, como si cada una proporcionara sólo 24 horas de protección. ¡No es así!

De hecho, la mayoría de las pastillas anticonceptivas actúan previniendo la ovulación, evitando que el ovario libere un óvulo. La mayoría de las mujeres toman las pastillas combinadas de estrógeno/progestina que suprimen la ovulación. Algunas toman pastillas que sólo tienen progestina, que suprimen la ovulación con menor consistencia, pero siguen siendo muy eficaces en la prevención del embarazo a través de otros mecanismos. Como resultado, las mujeres que toman la pastilla según lo prescrito tienen una protección elevada contra el embarazo durante todo el mes, e incluso durante la semana en que esperan tener su período.

Existen diferentes tipos de paquetes de pastillas anticonceptivas combinadas. Algunos son paquetes de pastillas para 21 días, y luego dejas de tomarlas durante siete días antes de comenzar otra vez. (La protección continúa durante esa semana, pero es necesario iniciar el siguiente paquete a tiempo). Otros paquetes —como los de 28, 90 y 365 días— a menudo incluyen intervalos de siete días de pastillas que pueden no ser hormonales; lo que algunas personas llaman "pastillas placebo", ya que sólo contienen estrógeno o suplementos como el hierro. Lo tengo que decir una vez más: la prevención del embarazo continúa incluso durante estas semanas de "inactividad".

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Sin embargo, si tú o tu pareja están ansiosos por el riesgo de embarazo, ¿por qué no incrementan la protección? Algunas parejas utilizan condones y métodos anticonceptivos al mismo tiempo, lo que también ayuda a protegerse contra las ETS. Tomar pastillas anticonceptivas y aplicar el método de la retirada (salirse antes de venirse) es otra opción que les dará mayor tranquilidad.

El pene promedio es más grande de 15 centímetros

Los anuncios pop-up de pastillas para agrandarse el pene —bueno, eso y el porno— han afectado negativamente la percepción del tamaño del pene del hombre promedio. Cuando se les pide que adivinen, la mayoría dirá que piensan que un pene erecto promedio tiene aproximadamente 15 o 17 centímetros de largo. Me han escrito varios hombres, preocupados de que el tamaño de su equipo perfectamente normal sea inadecuado. Sin embargo, casi todos los estudios —y ha habido muchos a lo largo de los años— han determinado que el tamaño promedio de un pene erecto está en algún lugar entre los 13.7 y 14.2 centímetros de largo. En un estudio aplicado a 1,661 hombres que llevó a cabo mi equipo de la Universidad de Indiana, encontramos una longitud promedio de 14.14 centímetros, con casi 1 de cada 4 hombres con una longitud igual o menor a los 11.9 centímetros. La investigación también ha concluido generalmente que los mejores indicadores de la satisfacción sexual son cosas como cuán a menudo se abraza o se besa una pareja, y hasta qué punto se sienten emocionalmente íntimos o psicológicamente conectados. No tiene casi nada que ver con el tamaño de los genitales de ambos. La mayoría de nosotros haría bien en guardar la cinta métrica.

La mayoría de las personas ha probado el sexo anal

Aunque el número de estadounidenses que han probado el sexo anal al menos una vez ha aumentado sustancialmente en las últimas tres décadas, muy pocos entran por la puerta trasera con regularidad. Según la Encuesta Nacional de Salud y Comportamiento Sexuales, aproximadamente un tercio de los estadounidenses han tenido sexo anal por lo menos una vez. Sin embargo, sólo alrededor del 12 por ciento de los estadounidenses reportó haber practicado sexo anal en un año determinado; y no es de extrañar que los gays y los hombres y mujeres bisexuales sean quienes lo reporten con mayor frecuencia. No obstante, muchos de mis estudiantes universitarios piensan que el sexo anal es "la norma", y han dicho sentirse presionados para intentarlo. Considerando que la mayoría de las mujeres considera que el sexo anal es doloroso, la presión para practicarlo es particularmente difícil de sobrellevar. Dicho esto, si a ti y a tu pareja les gusta el sexo anal, es genial; simplemente recomiendo usar mucho lubricante, comunicarse con frecuencia y honestidad, y llevar las cosas con calma al principio. ¿Y si no les gusta? Hay muchas otras maneras de mantener las cosas interesantes dentro y fuera de la cama. Hagan lo que hagan, no pretendan haberse "equivocado de agujero" sólo para salirse con la suya; los estudios sugieren que hasta el 10 por ciento de los hombres en edad universitaria dicen haber utilizado esa estrategia. Eso no es ser perspicaz; es violación.

Hay algo mal si una mujer no tiene un orgasmo

Aunque la mayoría de la gente piensa que el orgasmo es una parte importante de la satisfacción sexual, no todas las personas experimentan orgasmos durante cada encuentro sexual. Y tras décadas de investigación, es claro que muchas mujeres tardan más en aprender a experimentar el orgasmo de lo que tardan los hombres, probablemente en parte porque las mujeres tienden a empezar a masturbarse a una edad posterior. Dado que la masturbación nos ayuda a aprender qué se siente bien y cómo llegar al orgasmo, no es de extrañar que este conocimiento les tome más tiempo de adquirir a las mujeres, en promedio. Las desatinadas normas de género también hacen que las mujeres no se sientan con el poder suficiente para insistirles a sus parejas sobre llegar al orgasmo, incluso si saben qué las puede llevar a ese punto. Sin importar tu género, si vas a tener sexo con alguien, siempre debes actuar con decencia, generosidad y curiosidad. Averigua lo que le gusta a tu pareja. Pregúntale si le gustaron tus caricias, lamidas y movimientos, o cualquier otra cosa. Trata de mejorar tus habilidades mediante aplicaciones como OMG Yes. Pero si una mujer no ha tenido un orgasmo cuando llega a la edad adulta, no significa que su cuerpo esté roto o que su clítoris esté entumecido. Hay tantas mujeres que piensan que sus cuerpos son los culpables cuando, en realidad, la mayoría de las personas son completamente capaces de experimentar un orgasmo. Con frecuencia, sólo es necesaria una combinación de tiempo, práctica, paciencia, comunicación y juegos centrados en el placer.

Las parejas comprometidas pueden dejar de preocuparse por las ETS

Estados Unidos tiene tasas ridículamente altas de ETS en comparación con países como Holanda, Francia, Suecia y Alemania, un hecho frecuentemente atribuido a las diferencias en la educación sexual, atención médica asequible y el nivel de positividad sexual que existe en la cultura. Lo que plantea un desafío aún mayor es que menos estadounidenses parecen estar usando condones estos días. Como mencioné antes, muchos adolescentes nunca reciben mucha educación sobre preservativos en las escuelas, y cuando lo hacen, se limita a la información que reciben en el noveno o décimo grado, mucho antes de que la mayoría de las personas sean sexualmente activas. Esto es lo que necesitas saber: Los condones son literalmente el único dispositivo que tenemos para protegernos de ETS como la clamidia, la gonorrea y el VIH. La gente a menudo deja de usarlos sólo unas semanas después de empezar a salir con alguien, muchas veces antes de decidir si son una pareja exclusiva. Hazte pruebas, consigue un tratamiento, y utiliza condones por lo menos un mes más de lo que pensabas usarlos.

El "punto G" es la clave para los orgasmos sin fin

No estoy segura de si es porque la idea de un "punto" evoca la imagen de un botón mágico que produce infinitas ondas de placer, o si sólo son historias exageradas que comparten los hombres, pero algunos chicos me dijeron que estaban gratamente sorprendidos al saber la verdad sobre el punto G. También estaban un poco decepcionados de descubrir que no era un lugar secreto dentro del cuerpo de una mujer que, con sólo tocarlo una vez, produciría orgasmo tras orgasmo. El llamado "punto G" es en realidad un área que se siente a través de la pared frontal de la vagina y que, si se estimula —normalmente con una presión firme—, puede o no causar una sensación de placer. En otras palabras, a veces la estimulación del punto G lleva al orgasmo, y a veces no. Si no es algo que disfruta tu pareja, no te preocupes, todavía tienes un cuerpo completo y un cerebro para trabajar.

Debby Herbenick es profesora asociada en el Colegio de Salud Pública de la Universidad de Indiana, investigadora del Instituto Kinsey, y autora de Porque se siente bien: Guía de una mujer para el placer sexual y la satisfacción.