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El peor brote de Ébola de la historia durará por lo menos hasta mediados de octubre

A la fecha, más de 660 personas han muerto por el virus en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria. Desde que se descubrió en 1976, ningún brote se ha expandido en más de un país ni ha causado tantas muertes como este.

Fotografía por Sergey Uryadnikov.

El reciente brote de Ébola en el oeste africano es, literalmente, el peor de la historia. Si nos atenemos al mejor escenario que nos ofrece el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), continuará hasta finales de octubre. A la fecha, más de 660 personas han muerto por el virus en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria, que reportó su primera muerte el pasado viernes. Desde que se descubrió el virus en 1976, ningún brote se ha expandido en más de un país ni ha causado tantas muertes como este. El brote ya ha llegado a cuatro países, una situación bastante negativa y sin precedentes. Varias organizaciones mundiales de salud intentan hacerlo retroceder pero la contención del virus se ha convertido más en un tema de educación que de cualquier otra cosa.

Los síntomas del Ébola son de novela de ciencia ficción; la sangre sale por cada orificio del cuerpo porque el virus destruye la capacidad de los glóbulos blancos para coagular la sangre. Es algo desagradable y no hay vacuna ni cura. El tratamiento consiste en una hidratación constante y en intentar reducir la fiebre que provoca el Ébola. Se requiere cuarentena porque el virus es altamente contagioso y se expande a través de los fluidos corporales como el semen, la saliva y el sudor.

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En 2012 un hombre se contagió de Ébola después de robarle el celular a otro. Esta cepa particular del virus (hay cinco distintas) es conocida como Ébola-Zaire y usualmente causa la muerte del 79% de las personas infectadas, aunque esta vez ha matado al 60% (para una referencia, la peste negra solo mata al 11%). Los primeros síntomas son parecidos a los de un resfriado común y el periodo de incubación (antes de que comiencen los síntomas) es de 21 días.

A pesar de la mortalidad del virus, muchas personas en la zona del brote no creen que el Ébola sea algo real, algo que Craig Manning, estratega de comunicaciones del CDC, experimentó recientemente en Sierra Leona. “Puedo entender su incredulidad porque muchas enfermedades comienzan con los mismos síntomas y hay muchas posibles causas de infección”, explicó Manning en una entrevista telefónica. Eso y que el virus hasta entonces solo había estallado en países de África central como Uganda y la República Democrática del Congo, así que antes de este brote era más un mito que una realidad en el oeste del continente. Incluso, al conductor asignado de Manning le costó semanas entrar en razón y reconocer que el virus existía, algo que solo ocurrió porque lo acompañó en sus visitas a laboratorios y reuniones médicas.

Además de la incredulidad sobre el Ébola, los funcionarios de salud están luchando contra la falta de información, los parientes hostiles y las prácticas culturales de los ritos fúnebres. Un rumor corre en Sierra Leona: los infectados con Ébola están siendo asesinados por médicos extranjeros. Esta desinformación llevó a una familia a asaltar un hospital y a llevarse a su pariente infectado con el virus. “En algunos casos la gente ha escondido a los que están enfermos con el fin de evitar el diagnóstico, incluso algunos cadáveres están siendo trasladados”, dice Manning. Hay una “enorme reticencia por parte de la población local”, añadió.

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Para desmentir el rumor de los médicos extranjeros que asesinan locales, Manning dice que varias organizaciones de salud han hecho un esfuerzo concertado para que los sobrevivientes del virus hablen en la radio. Educar a la gente sobre el Ébola se ha convertido en un esfuerzo mediático y colectivo, con funcionarios de la salud escribiendo canciones sobre el tema, distribuyendo folletos y carteles y estableciendo un sistema de mensajes de texto para reportar a los infectados. El objetivo mayor es cambiar la percepción cultural, “no contradiciéndola, pero sí dejando que el tiempo pase para que se absorba la información”, explica Manning.

Cambiar la manera tradicional de honrar a los muertos es el mayor desafío. Los ritos fúnebres en la región incluyen lavar y tocar el cadáver, lo que lleva a “transmisiones posteriores del virus” a través del sudor tanto del vivo como del muerto, explica Manning. “No será fácil”, pero se debe hacer. La gente de Uganda y de la República Democrática del Congo cambió sus prácticas funerarias como consecuencia de los repetidos brotes de Ébola, así que Manning está seguro que es cuestión de tiempo para que Sierra Leona y Liberia lo hagan también. “No es un proceso complicado, solo necesitamos alertar a las personas del ámbito local”, dice.

Uganda, un país que Manning describe como una “luz que brilla en lo que respecta al Ébola”, está cumpliendo un “papel consultivo fundamental en la solución”, que ha sido de mucha ayuda. Además de la asistencia de Uganda, el CDC se prepara para enviar cincuenta trabajadores al oeste africano, y el mismo Manning volverá la primera semana de agosto con diez personas para hacer frente a los problemas de comunicación. Si todo sale bien después del rumor del departamento de asesinos, Manning espera que el brote termine para finales de octubre.

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Además del CDC, la Organización Mundial de la Salud y Médicos sin Fronteras también están entrenando personal con fines educativos. De acuerdo a una reciente publicación de Médicos sin Fronteras, la organización ha “capacitado a más de 200 trabajadores de las comunidades para llevar el mensaje a las personas de sus pueblos sobre cómo prevenir el Ébola y cómo actuar en caso de que alguien presente síntomas de la enfermedad”.

Mapa del CDC del 24 de julio de 2014, antes de que fuera reportado el caso de Nigeria.

El actual brote comenzó en febrero de este año en Guinea y se expandió a Sierra Leona y Liberia en marzo. Los funcionarios del gobierno estaban desprevenidos y fueron incapaces de detener la expansión del mortal virus a las naciones vecinas. Cinco meses después, el brote se ha estabilizado en Guinea, pero Sierra Leona sigue enfrentando la creciente cifra de muertos y el mejor médico del país contrajo el virus la semana pasada. Para empeorar el panorama, el viernes pasado Nigeria reportó su primera muerte por Ébola, se trata de un funcionario del gobierno de Liberia quien había viajado a la ciudad portuaria de Lagos. Manning opina que es demasiado apresurado decir si esa muerte supondrá casos adicionales en el país, aunque las autoridades han localizado y están monitoreando a cada uno de los pasajeros del mismo vuelo en el que viajaba el funcionario del gobierno.

En cuanto a si los europeos y estadounidenses deberían entrar en pánico, la respuesta sigue siendo no. Las posibilidades de que el brote de Ébola salga de África son casi nulas, explica Joeli Brinkman de la Universidad de Miami, cuya área de especialización es los virus que atacan humanos. Según él, los brotes espontáneos son casi imposibles porque “no tenemos el huésped natural”, que en este caso es una especie particular de murciélago.