Taxonomía del típico fanático de Star Wars criollo

Con el fin de celebrar el lanzamiento mundial de The Force Awakens, el Episodio VII de Star Wars, la marca de computadores HP decidió llevar al mercado una edición limitada de un nuevo computador portátil inspirado en lo que los fanáticos de esta película (e incluso algunos que no lo son) conocen como el Lado Oscuro de la Fuerza. A saber: la herramienta primaria, contraria al Lado Luminoso de la Fuerza, con la que los Sith demuestran sus poderes.

Entre sus características, el computador tendrá imágenes de los soldados del Imperio en la carcasa, así como fondos, protectores de pantalla, fuentes tipográficas, archivos oficiales, sonidos, y luces inspirados en la saga. ¿Nada mal para un geek de Star Wars, verdad?

Pero para el lanzamiento de la película este 17 de diciembre, ¿qué otro objeto podría tener dentro de su arsenal uno de estos fans de la saga probablemente más importante de ciencia ficción que ha existido en el planeta?

Quisimos aprovechar esta fiebre de Star Wars para hacerle la taxonomía al fan más grande que tenemos en las oficinas de VICE y así saber cuáles son los objetos que un purasangre debería tener. Y acá va.

Nombre: Juan Sudarsky.
Edad: 33 años.
Ocupación: Director de comunicaciones de Vice Media Colombia.
Hobby: ver todas las películas, comprar todos los objetos y leer todo lo que tenga que ver con la saga de ciencia ficción de Star Wars.

Juan Sudarsky, nuestro director de comunicaciones de VICE, se considera (como muchos más) el fan número uno de Star Wars. Desde que tiene cuatro años empezó una afición que heredó de su padre, John Sudarsky, otro de los muchos que empezaron desde ceros con esta pasión, cuando el Episodio IV, A new Hope, salió en las pantallas, en 1979, cambiando un poco la historia del cine (de su narrativa, de sus efectos especiales).

A su padre John, quien guió al pequeño Juan en este universo creado por George Lucas, lo que más le gusta de Star Wars "es el mensaje de los Jedi, en particular el de Obi Wan y Yoda, que es ético y moral, pero sin tener un concepto de dios". Cuando salió la primera película (o sea, Episodio IV) Juan no había nacido. Tuvieron que pasar al menos seis años hasta que su padre, trayéndolas de un negocio de alquiler de películas de esa época, le mostró, de un tortazo, la IV, la V y la VI, en inglés, cosa que no era muy común en esa Colombia de finales de los años 80.

Para Juan, ser fan de Star Wars no es una moda: es el seguimiento mundial de la saga más reconocida de ciencia ficción que ha existido. Hoy tiene la versión Bluray, los VHS de todas las películas, los DVD y las versiones modernas condensadas en una edición limitada que han sido sus regalos favoritos por parte de sus exnovias. Además de las películas, también ha seguido con fidelidad las series animadas Star Wars: Clone Wars y Star Wars: Rebels.

Llegó a tener sudaderas, tennis, modelos de lego, juegos de video y de computador, una cortina de ducha y hasta un polly pocket inspirado en la Guerra de las Galaxias: todos objetos que le robaba a su hermano menor para llevarse y decorar su cuarto de universidad. Estos objetos se han ido perdiendo con el tiempo, y se ha quedado con lo esencial.

Dentro de lo que se creó para promocionar las películas había una cantidad inimaginable de objetos excéntricos sobre los personajes y objetos presentes en la saga. Desde tomar café en la cabeza de Darth Vader, sacar cinta de la entrepierna de C3PO, comer maíz pira en un bowl con forma de R2D2 y ponerse las pantuflas verdes con la cabeza de yoda en ellas, dentro de muchos aún más locos, los fanáticos de Star Wars tienen mucho para escoger en el mercado.

Y para Juan no se trata únicamente de colección de objetos materiales pues también recuerda con emoción cuando Yoda, viejo, de bastón en mano, peleó ágilmente con su sable verde en contra del Conde Dooku en el episodio II The Attack of the clones y afirma que su película favorita fue The Return of the Jedi, seguida por Revenge of the Sith. Juan se las sabe todas, porque las ha visto más veces de las que pueda contar con sus amigos, su padre y su hermano.

"En mi familia este es un tema generacional: mi papá se convirtió en un ferviente seguidor de las primeras tres películas, las mismas que me llevaron a convertirme en un amante de la ciencia ficción. Tiempo después nació mi hermanito, cuando salieron los primeros episodios de la saga. Él creció con ella como yo, y nos volvimos amantes de los objetos, las mitologías y todo lo que tuviera que ver con la historia de la Guerra de las Galaxias", me dijo Juan.

Además de su papá y hermano, Juan creció con primos que también generaron una pasión incomparable. Y, con el tiempo, sus amigos no se quedaron atrás: "Valeria y Sebastian (mis dos primos fanáticos como yo), Luis Andrés Iregui, Nicolás Prieto, entre algunos otros me acolitaban también esa afición por esta saga", me dijo.

Es tanta su afición que no puede definir a su personaje favorito. Más bien dice que "(pasó) por todos: Luke, por ser el bueno; Yoda, por su sabiduría; Han Solo, por levantar chicas; hasta Anakin, que, de hecho, podría ser el más humano (…) esta saga me hizo relacionarme con todos ellos".

Desde que empezó de nuevo este furor hacia las películas, por el estreno de la secuela, que llega 30 años después de Episodio VI, el último de la narrativa de la historia, Juan se ha obligado a evitar cualquier contacto con el mundo exterior que tuviera algo que decir sobre Star Wars. Ya con el séptimo capítulo tan cerca, nada puede quitarle el elemento sorpresa de ver todo por primera vez: "una vez entré a cine y pasaron el trailer; acto seguido, me tapo los oídos y cierro los ojos lo más fuerte que pueda", confiesa.

Con tanto tiempo de espera para la nueva película, ya hasta tiene su propia teoría de lo que va a pasar. "En esta, yo creo que Luke se va para el lado oscuro y será nuestro próximo villano", me dijo emocionado.

Ya a pocos días del estreno, Juan no se cambia por nadie. En unos cuantos días verá cómo su saga favorita de ciencia ficción probablemente confirme su hipótesis y cómo la sala de cine se convierta en ese lugar seguro, como lo llama él, que juntará tres generaciones de su familia para ver una saga que ha durado tiempo en cocinarse. Mucho tiempo. En una Galaxia muy, muy lejana.