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Cuando la mariguana hace que vomites sin control

Este fenómeno parece estar en aumento y la investigación sugiere que cubrirte el vientre con salsa picante ayuda a disminuir los síntomas.

Este artículo se publicó originalmente en Tonic, nuestra plataforma dedicada a la salud.

La primera cosa que Jason hizo después de llegar a la sala de emergencias fue caminar hasta el gabinete para tomar un recipiente para el vómito. Esta fue su octava visita en dos semanas y sabe dónde están todas las cosas. Prácticamente vive en la sala de emergencias.

"Lamento verte tan pronto Jason, ¿qué te trae de vuelta?"

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"Lo mismo", espetó.

"¿Vómito de nuevo?"

"No se me quita".

Jason (cuyo nombre fue cambiado por privacidad), un fumador de cannabis de treinta y tantos años, se ha hecho todas las pruebas costosas imaginables para encontrar el motivo de sus episodios de vómito: tomografías, endoscopias, colonoscopias, biopsias. El vómito le llega en oleadas severas durante dos o tres días y no lo puede aliviar con los medicamentos típicos contra la náusea que tiene a la mano en su casa. Jason sufre del Síndrome de Hiperemesis Canabinoide (SHC): vómitos causados por consumo de mariguana.

Para el fumador habitual, e incluso los médicos, el síndrome es desconcertante, frustrante y paradójico. Cuando se les dice a los pacientes que sus hábitos de prender porros y bongs, o de comer alimentos que contienen cannabis, son la causa de sus síntomas, la mayoría responde como si su mundo se viniera abajo.

"Espera, ¿qué? ¡La hierba sirve contra la náusea!

Tienen un punto. El cannabis tiene propiedades que quitan la náusea y estimulan el apetito; con frecuencia se la prescriben a los pacientes que han tomado quimioterapia y que apenas y pueden ver alimentos sin marearse. El THC del cannabis activa el receptor CB1 (cannabinoide 1), que le indica a las neuronas que dejen de liberar sustancias químicas que inducen el vómito.


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La tríada del SHC se describió por primera vez en 2004 como: 1) uso de cannabis de larga duración (por lo menos semanalmente), generalmente por más de cinco años, 2) náuseas cíclicas severas y vómitos, y 3) alivio de los síntomas con baños o duchas calientes, y el cese del consumo de cannabis. La causa exacta del SHC es desconocida, pero se supone que es el resultado de una acumulación de compuestos cannabinoides en el cerebro que produce un fenómeno parecido a la historia de "Pedro y el lobo" en el receptor CB1: Después de ser estimulado continuamente durante tanto tiempo, el cerebro deja de crear el receptor CB1, e incluso elimina dicho receptor en la superficie de las neuronas.

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Los receptores CB1 también están localizados en el intestino, donde la activación continua causará una disminución de la función intestinal y del estómago; lo suficientemente lenta como para provocar una acumulación de los alimentos que resultará en dolor abdominal. Sin los efectos contra la náusea del receptor CB1 en el cerebro, se producirá un vómito severo tipo El exorcista. Dosis múltiples de medicamentos tradicionales como ondansetrón y metoclopramide podrían o no ayudar a calmarlo.

Con frecuencia, la atención médica que proporcionan en la sala de emergencias sólo mejora parcialmente los síntomas. Los pacientes son enviados a casa con vómitos continuos y la instrucción de dejar de fumar, o acaban en el hospital, donde su condición mejora después de tres o cuatro días sin THC. Tristemente, la mayoría de los pacientes regresarán al hospital en repetidas ocasiones, lo que provocará que acumulen una cuenta médica considerable. Los síntomas podrían tardar hasta un mes en desaparecer completamente, pero eso puede ser porque el paciente no puede resistir la tentación de volver a fumar.

Lapoint planteó la hipótesis de que llenar de crema de capsaicina el vientre de sus pacientes de SHC mejoraría sus síntomas.

Aún no existen estudios epidemiológicos del SHC, pero dos hospitales en Colorado han visto un aumento del doble de casos por este padecimiento desde la legalización de la mariguana medicinal en 2009. Esto es el resultado de un mayor uso de cannabis y el aumento de la potencia de los productos modernos. La flor moderna de la mariguana suele tener un promedio de 6 a 8 por ciento de THC, mientras que la de 1960, la "Hippie Weed" promediaba sólo un 1 por ciento.

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Pero, ¿qué pasa con los baños calientes? Estudios hechos en roedores han demostrado que el THC causará que el hipotálamo, el termostato del cerebro, piense que el cuerpo está demasiado frío. Un baño de agua caliente contrarrestará esto, pero también ayudará a tratar un estómago irritado mediante la redistribución de la sangre del intestino a la piel, lo que disminuye la inflamación intestinal. Los pacientes humanos suelen darse cuenta de este hecho ellos mismos, y se bañarán de cuatro a cinco veces al día; sólo llegarán a la sala de emergencias después de usar toda el agua caliente en su casa.


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Los baños con agua caliente son un elemento tan común de la enfermedad que Jeff Lapoint, toxicólogo en Kaiser Permanente San Diego, llevó a cabo su propio estudio médico, perspicaz y cómico a la vez. Lapointe había encontrado previamente un receptor en el cuerpo, el TRPV1, que se activa solamente mediante dos métodos: un calor mayor a 42 grados centígrados y la capsaicina, el compuesto hallado en la salsa picante que produce esa familiar sensación de ardor. Con esto en mente, Lapoint planteó la hipótesis de que llenar de crema de capsaicina el vientre de sus pacientes de SHC mejoraría sus síntomas. Los síntomas de los siete pacientes desaparecieron o disminuyeron dramáticamente de 30 a 45 minutos después de la aplicación.

Aunque el tamaño del estudio era minúsculo y los resultados no han sido validados por otros médicos, podría ser una buena idea para los fumadores habituales de cannabis abastecerse de Cholula, no sólo para su desayuno, sino para salvarlos de una costosa visita a la sala de emergencias.