Steph Curry jugó un partido espectacular frente a los Houston Rockets en el tercer encuentro de las finales de la Conferencia Oeste. El jugador de Ohio terminó con 40 puntos y un 12 de 19 en tiros, incluyendo un impresionante 7 de 9 desde la línea de tres. A la remanguillé, desde media distancia, desde debajo del aro o desde su casa: Curry metió canastas surrealistas dignas de uno de esos planes locos que dibujaba el Coyote sobre papel azul para cazar al Correcaminos.Lo mejor de todo, sin embargo, fue el troleo al que sometió Curry a los fans de los Rockets. Hubo un grupo concreto de aficionados en la esquina durante el tercer cuarto —un periodo en el que Steph pareció que no podía fallar un tiro— al que el base de los Warriors dedicó todos y cada uno de sus aciertos. Varios tipos intentaron provocarle con 'trash talk': Curry se lo tomó como si fuera un entreno.Estaba el típico tío de la primera fila con barba intentando mosquear a Curry. Fijaos en la sonrisa que le dedica Steph: es sencillamente deliciosa.Luego estaba el típico señor mayor que no sabía qué hacer consigo mismo con la típica señora aterrorizada sentada a su lado.
Golden State ganó a los Rockets 115-80 y se puso 3-0 en la serie.[ESPN]
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Y por supuesto estaba el típico hombre de la segunda fila que se levantó un par de veces para mandar a Curry a pastar cabras. Steph le dijo cortésmente, "mire caballero, dígaselo a la mano que tengo las orejas sucias".Estoy llorando. pic.twitter.com/Q9cmRpNYXP
— boney starks! (@BoneyStarks) May 24, 2015