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El SV Hamburgo y el Múnich 1860 salvan la categoría por los pelos de un calvo

El equipo hanseático y el cuadro bávaro lograron mantenerse respectivamente en la primera y la segunda divisiones de Alemania tras dos partidos de locura contra el SC Karlsruher y el Holstein Kiel.

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¡Ya podéis respirar, 'leones'! El Múnich 1860 logró salvar la categoría frente a 57.000 fans en el Allianz Arena en el último segundo y seguirá en la 2.Bundesliga el año que viene. Tras el gol inicial de Rafael Kazior, del Holstein Kiel, los bávaros parecían condenados a bajar de categoría, pero a escasos 12 minutos del final todo cambió. El partido, que hasta entonces había sido parco en ocasiones, dio un giro de 180 grados tras el gol de Daniel Adlung.

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Con el 1-1 en el marcador, el Múnich 1860 seguía necesitando un gol para sobrevivir… y éste llegó ni más ni menos que en el minuto 92, con el Kiel encerrado en su área. Tras un balón al poste, Kai Bülow recogió el rebote y lo mandó al fondo de las mallas para éxtasis del público del Allianz Arena. Los 'leones' jugarán un año más en la segunda categoría del fútbol alemán.

La locura de Múnich, sin embargo, no fue la única que campó por los estadios de Alemania. Aparentemente, los jugadores del histórico SV Hamburgo se enteraron de lo que habían hecho los bávaros… y decidieron que ellos no iban a ser menos.

A 250 kilómetros del Allianz Arena, en el Wildparkstadion de Karlsruhe, el Karlsruher SC recibió al SV Hamburgo para disputar el partido de vuelta del play-off de descenso. En el minuto 90, el 'dinosaurio', uno de los pocos clubes que Europa que nunca ha perdido la categoría, estaba en la 2.Bundesliga: tuvo que aparecer Marcelo Diaz para convertir un brillante libre directo para los hanseáticos y forzar la prórroga. En el tiempo extra, el Karlsruher no supo aprovechar el factor campo y terminó encajando un gol de Nicolai Müller.

Estos dos partidos parecen más propios de una competición continental que de un play-off por la permanencia: emoción y calidad en estadios llenos con aficiones entregadas. Aquí, de nuevo, la liga alemana tiene una buena lección que dar al mundo del fútbol.