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Cultură

El abogado gallego que se quitó la toga y vende más que Stephen King

Entrevistamos a Manel Loureiro, el escritor que acaba de hacer historia superando al autor de "El Resplandor" en el mercado literario estadounidense con "El último pasajero" y que comenzó escribiendo un blog aficionado sobre un apocalipsis zombi.
Así son los zombis de Manel Loureiro adaptados al cómic (Dibujo de Vicente Vegas)

¿Cómo se puede pasar de redactar querellas, recursos y demandas a escribir best sellers internacionales en cuestión de un puñado de meses? Si existe una fórmula mágica desde luego que nadie la ha encontrado hasta el momento. Pero para hacernos una idea aproximada basta con echar un vistazo a la actividad reciente del abogado Manel Loureiro (Pontevedra, 1975), que a finales de 2005 comenzó a escribir un blog amateur y hoy, nueve años después, lidera la lista de ventas anticipadas en Estados Unidos con su última novela, El último pasajero (Planeta, 2013).

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VICE: Solo quedan dos semanas para que The last passenger salga a la venta en Estados Unidos. La compra anticipada ha sido un éxito sin precedentes entre los autores extranjeros.

Manel Loureiro: Sospechaba que la novela iba a funcionar muy bien, lo que no sospechaba es que fuera a pasar esto, es realmente llamativo. El mercado de Estados Unidos es el mayor del mundo en cuanto a volumen de negocio y lectores y en millones de libros vendidos; pero tiene particularidad: es muy autárquico. Van a su bola y apenas se publican libros de extranjeros no anglosajones. Es rarísimo. Y que se publiquen y tengan éxito se pueden contar con los dedos de una mano. Así que se podría decir que llegar es difícil, pero llegar y triunfar es más difícil todavía. Tienen que darse muchas premisas, la más importante es que sea un buen libro, pero además se tienen que alinear muchos más factores extraliterarios, y en mi caso se han alineado. Se alinearon cuando publiqué mi primera novela [trilogía de Apocalipsis Z, Plaza & Janés, 2011, con más de 200.000 copias vendidas en Estados Unidos]. Eso es cantar línea, y otra cosa es cantar bingo como ha pasado ahora.

Así que estoy muy contento, pero también un poco acojonado, la sensación es rarísima. Hace siete años estaba leyendo a John Grisham, Patricia Cornwell y Stephen King y hoy me estoy dando codazos con ellos por sus lectores. Y vivo en Pontevedra, no en Londres o Nueva York; eso te lleva a reflexionar que lo de la aldea global es cierto. No hay que ser un urbanita de la Gran Manzana para llegar a lectores de todo el mundo.

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Están a punto de cumplirse nueve años desde que comenzaste a escribir el blog que del que surgió Apocalipsis Z. El 30 de diciembre de 2005 redactas la primera entrada de manera amateur y el 1 de enero de 2014 publicas en Estados Unidos una novela que viene precedida de semejante expectación. No tiene sentido preguntar si te lo podías imaginar, simplemente si pensar en ello te da vértigo.

Ni de puta coña. O ni de broma. No se me pasaba ni por cabeza. Hace nueve años era un abogadito de provincias. Me había metido en el carril de la perfecta vida burguesa. Era un plan perfecto para encontrarme con cincuenta años fondón, orondo y satisfecho conduciendo un monovolumen, pero todo eso saltó por los aires y me encuentro ahora viviendo esta vida. No es que te subas al tren, es que el tren te arrastra. Empecé con el blog porque necesitaba escribir algo que no fueran recursos, querellas, demandas… porque la literatura jurídica no deja espacio a la creatividad. El blog lo escribía para mí, como un regalo que me hacía para limpiar la cabeza. Se transformó en algo viral, nunca mejor dicho [trataba sobre una invasión zombi] y de repente pasó de tener cincuenta lectores a casi medio millón en seis semanas. Era una puñetera locura. De repente un día me llamaron de una radio mexicana y me escribieron de un periódico chileno y ya fue cuando dije: "Espera, ¿qué ha pasado?". Me sentía como Mickey Mouse en Fantasía cuando empieza a jugar como aprendiz de brujo y pierde el control. También incidió el Factor Forrest Gump: estar en el lugar indicado en el momento justo. Una vez ahí tienes dos opciones: o la ola te lleva por delante o te subes y aprendes a surfear.

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Durante un tiempo compaginaste la abogacía con la literatura, pero ya estás entregado totalmente a las labores de escritor. ¿Cómo se produjo el cambio?

Hace tres años me quité la toga y la corbata, me deje barba y, aunque parezca una gilipollez, me saqué el reloj. Era una manera de decirme a mí mismo que volvía a ser el dueño de mi tiempo. Ahora miro el calendario y no veo círculos de colores que dicen "Fin de plazo para el recurso de esto" o "Juicio de aquello". Ver que tu agenda no es un potro indomable y que tú manejas tu tiempo y no tu tiempo a ti le vuelve a dar sentido a todo lo que haces. Somos tan competitivos que de repente, cuando tienes oportunidad, hay que dar un paso al lado, porque no merece la pena correr tanto, vas a llegar al mismo sitio. Disfruta de la vida mientras tanto. Si tienes un sueño persíguelo, porque si no puede que un día te encuentres con sesenta años, al borde de la jubilación, y te preguntarás: "¿Y qué habría pasado si hubiera seguido mi instinto?" Merece la pena.

Respecto a la obra que te abrió las puertas del mundo, recordamos que se hizo una novela gráfica de Apocalipsis Z y que el año pasado se anunció una película, producida por Vaca Films y dirigida por David Alonso. ¿En qué punto está este proyecto?

Sigue en marcha, aunque es cierto que estos temas de cine o televisión se estiran en el tiempo, porque hay que buscar una financiación y lleva un ritmo de años, no de semanas o meses. Pero está en preproducción y se supone que en 2015 dará comienzo el rodaje. Me encantaría ver cómo cristaliza todo, de un humilde blog a un libro, de libro a best seller y de best seller a película.

Estás a punto de finalizar tu siguiente novela. ¿Qué puedes decirnos del Proyecto Agincourt?

El manuscrito se llama así porque siempre les pongo un nombre de alguna batalla, porque de alguna manera libro una batalla personal contra el manuscrito, pero no tendrá nada que ver con ninguna batalla histórica ni ese será su título. Está prácticamente rematado, y estoy convencido de que va a gustar muchísimo porque estoy más contento que nunca con el trabajo. Saldrá a la venta en mayo de 2015.