FYI.

This story is over 5 years old.

News

La paranoia de la ultraderecha religiosa está resucitando viejas enfermedades

Males que los doctores de ahora ya no saben cómo tratar.

Nunca le he tenido miedo a las vacunas, sobre todo porque no hay evidencia real para vincular esas con el autismo, trastornos autoinmunes, síndrome de muerte súbita del lactante ni cualquier otra cosa. Lo único que les podemos atribuir es que no te enfermas. Pero los cristianos evangélicos han estado utilizando las vacunas como una manera de impulsar el apoyo, incluso después de que el fraude de Dr. Andrew Wakefield, en el que mintió sobre la relación de las vacunas con el autismo y la disfunción intestinal, hubiera sidorotundamente desmentido.

Publicidad

Para ser honesto, entiendo el argumento religioso contra la inoculación más que el argumento científico. Creo que es algo así: aunque la vacunación no es obligatoria, es un pecado intervenir con la voluntad de Dios, si Él me quiere derribar, seré derribado. Si yo creyera que en el cielo hay en un tipo de barba blanca encabronado con una túnica y un rayo devastador, a mí tampoco me gustaría hacerlo enojar. Eso, ciertamente tiene más sentido que la versión new age del rechazo a la vacunación, la de fresas hippiesdándoles de tomar Kombucha a sus hijos en lugar de llevarlos al pediatra.

Si Fred Phelps quiere creer que las vacunas violan la Palabra de Dios, eso está bien. No es preocupante para mí que la comunidad evangélica quiera creer que Dios no confía en ellos con sus propios cuerpos. El problema para mí es que algún día pienso en impregnar a una mujer con mi pene. Nueve meses más tarde, vamos a ser bendecidos con un bebe pequeño (preferiblemente un niño), y quiero asegurarme de que crezca grande y fuerte y no contraiga una vieja enfermedad —especialmente una que la mayoría de los doctores ya no saben cómo tratar— porque mis vecinos decidieron no vacunar a sus hijos.

¿Recuerdas el sarampión? Esa enfermedad, de la época antigua, ha sido eliminada oficialmente en Estados Unidos desde hace 13 años. Gracias a la maravilla de la inoculación, el sarampión debió ser totalmente inexistente en Estados Unidos, pero ayer el Centro de Control de Enfermedades informó 159 casos entre enero y agosto de este año. Esto postula a Estados Unidos en el peor año de sarampión desde 1996, cuando se registraron 500 casos reportados, lo cual es preocupante, sobre todo porque los médicos y las enfermeras no están realmente capacitados para tratarcon sarampión, porque supuestamente había sido "eliminado".

Publicidad

Este podría ser un buen momento para recordarle a todos lo que hace el sarampión a los seres humanos. En los adultos, es una infección respiratoria que conduce a una fiebre de cuatro días y una erupción de mancha rojas —no irás a trabajar y te quedarás en casa viendo Netflix y tomándote constantemente la temperatura—. No es fatal, pero sí es bastante difícil para los niños. Incluso con el mejor cuidado, tres de cada mil niños que contraen sarampión, morirán.

Estudiar los patrones y causas de salud y enfermedad es uno de esos trabajos en los que te ves obligado a admirar la perfección de enfermedades mortales, por lo que la mayoría de los epidemiólogos y médicos de enfermedades infecciosas me recuerdan de Ash en Alien. Las enfermedades crecen y cambian de manera que los médicos simplemente no pueden predecir, y mirar de cerca a estos "organismos perfectos" puede convertirse en la admiración de su poder destructivo. Mira, el papá de mi amigo era un médico de enfermedades infecciosas, y él realmente nos asustó con libros médicos antiguos.

Lo característico acerca del brote de este año es que el Centro de Control de Enfermedades ha admitido finalmente que la propagación de esta enfermedad "eliminada" se basa en la aversión filosófica de comunidades religiosas hacia las vacunas, ya que prefieren seguir contando con la confianza en la sanidad divina a través de la Palabra de Dios. Según el informe, el 91 por ciento de los casos reportados fueron de personas que nunca fueron vacunadas, o no conocen su historial de vacunas, y "de los que nunca fueron vacunados, el 79 por ciento tenía objeciones filosóficas a la vacunación."

Publicidad

Estos casos iniciaron en las comunidades religiosas, pero con el tiempo se extendieron e infectó a bebés que no podían legalmente ser vacunados todavía. Este mes de agosto, los epidemiólogos en Texas comenzaron a investigar a la Iglesia Internacional de Eagle Mountain en Newark, Texas. La mega iglesia, que cree en la curación se obtiene a través de la fe, se convirtió en un terreno con sarampión después de que un miembro de la congregación de regresó de Indonesia e infectó a 21 personas en los alrededores de Newark. Se informó ampliamente que Terri Pearsons, líder principal de la iglesia, había animado a sus seguidores a evitar vacunas. La iglesia ha negado que apoya esta afirmaciónpero se contradice con las continuas motivaciones de Pearsons sobre las vacunas.

Una vez que los bebés empezaron a mostrar síntomas, Pearsons cambió su opinión en una declaración, el 15 de agosto, haciendo un llamado a la vacunación. Aquí, ella limita su opinión a "sólo niños de menores de edad que no tengan antecedentes familiares de autismo", sugiriendo de nuevo la creencia de que las vacunas pueden dañar neurológicamente a sus hijos. El consejo básico de Eagle Mountain es contradictorio: debe vacunar a sus hijos, pero podrían terminar como Rain Man.

Las cosas son aún peor en el norte de Europa. Desde mayo, ha habido un "gran brote de sarampión" en una comunidad protestante ortodoxa en los Países Bajos. A partir del 5 de septiembre, el Centro de Control de Enfermedades Infecciosas en Países Bajos ha informado de 1226 casos. 91 por ciento de los casos no estaban vacunados y son miembros de las comunidades protestantes ortodoxos.

¿Todo esto califica como imprudencia y peligro? ¿Por qué seguimos hablando de las vacunas, como si tuvieran un efecto negativo en nuestra sociedad? ¿Podría tener algo que ver con el hecho de que, fuera de los demagogos de alto nivel, lo común de la derecha religiosa se ​​refiere a menudo como una secta medieval de anti doctores, que se esconde detrás de los muros  de las mega iglesias? Yo sí pienso de ellos de esa manera, y es agradable imaginarme la derecha religiosa como una comunidad aislada. Lo que es alarmante es que sus enfermedades son más inteligentes que ellos y hacen el trabajo de misionero mucho más rápido.

@b_shap