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Antifascistas y ultraderechistas monárquicos dividen Marsella

En el barrio de La Plaine de Marsella, la tensión entre antifascistas y ultras monárquicos es cada vez mayor. El origen de la crispación social se remonta a 2014 cuando el ultraconservador Action Française Provence se instaló en este bastión...
Des manifestants dans le cortège du 8 octobre (Cyril Castelliti / VICE News)

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Es un sábado 8 de octubre en el centro de Marsella, 350 militantes antifascistas participan en la manifestación bautizada como "La Plaine contra la extrema derecha". En la Plaine, un barrio del centro de Marsella, el puerto más importante de Francia, varios vecinos del barrio se suman a las filas de esta protesta organizada por los antifascistas.

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La manifestación se despliega por las inmediaciones del local que está en el punto de mira de todos los antifascistas, el establecimiento donde se encuentra la sede del movimiento político Action Française Provence. Sucede que la manifestación antifascista se produce al mismo tiempo en que un grupo nacionalista y monárquico ha desplegado su propia marcha bautizada como "Concentración por el Reencuentro".

"Ellos han llegado y se han instalado aquí con un discurso racista, homófobo y conservador. Y eso no es posible aquí porque La Plaine es, ante todo, un barrio festivo y multicultural", proclama un joven republicano que ha acudido a la manifestación.

En las camisetas del colectivo antifascista marsellés puede leerse la inscripción "Nosotros" junto a la imagen simbólica de un banco que, de acuerdo con un joven manifestante significa que "vengas de donde vengas, puedes sentarte en los bancos y terrazas públicas del barrio. Puedes intercambiar impresiones y conversaciones, observar y compartir risas, en pocas palabras puedes crear vínculos sociales con la gente. Esto es La Plaine".

Un manifestante en la marcha del 8 de octubre.

Situado en pleno centro de Marsella, La Plaine es un barrio conocido por sus mercados, sus tiendas de música, sus salas de conciertos y sus bares. Es un barrio rebelde, un lugar plagado de grafitis y de vendedores ambulantes de toda clase de chatarra.

Se trata de una zona popular pero, para muchos, se ha convertido también en el último bastión del antifascismo, un movimiento representado en su gran mayoría por el partido Acción Antifascista de Marsella (AAM).

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Es aquí, en Le Plain, donde el movimiento fascista Action Française Provence se instala en 2014. Esta pequeña formación fue fundada por Charles Maurras durante el seminal y abominable caso Dreyfus (1898) que daría lugar a la redacción del monumento antisemita de Emile Zola "Yo acuso".

Cómo la extrema derecha italiana se ha apropiado de Defend, una marca de ropa de 'izquierdas'. Leer más aquí.

Action Française Provence se definió entonces como un "movimiento político monárquico y nacionalista", que "luchará por la reinstauración de la monarquía y por posibilitar el regreso del rey y por la defensa de los intereses nacionales", tal y como se indica en el preámbulo de su manifiesto.

Después de su inauguración, las escenas de tensión alrededor de la sede fascista en La Plaine han sido numerosas. La última de ellas tuvo lugar el 21 de octubre. En un comunicado de prensa, AF Provence denuncia que su local ha sido atacado por un grupo de encapuchados. AAM niega estar detrás del asalto.

Una de las pancartas lucidas durante la marcha del 8 de octubre.

Habida cuenta de las tensiones, los residentes de la calle Navarin, lugar donde está enclavada la sede fascista se manifiestan para denunciar "la denigración de la vida diaria en la calle Navarin". Así bautizarán de hecho una petición lanzada a principios de octubre en que reivindican el deterioro de su calle bajo el nombre "Colectivo de la calle Navarin".

En el texto de denuncia publicado se expresa que "el objetivo de esta petición no es desafiar ni juzgar las ideas de una organización, sino la de denunciar hasta qué punto la vida de los vecinos de la calle y de las calles colindantes se ha visto deteriorada considerablemente desde que el local neofascista se estableciera en ella en 2014".

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¡Sal del local!

De vuelta a la manifestación, 350 antifascistas marchan por las calles de Marsella rumbo al local de Action Française el pasado 8 de octubre, horas después de los enfrentamientos.

En la noche del 8 de octubre, la AAM anunció a través de su perfil de Facebook que varios de sus integrantes fueron agredidos por miembros borrachos de la formación Acción Antifascista Marsella. Se supone que es el enésimo episodio de violencia emprendido por los antifascistas contra los monárquicos.

"Ellos aseguran que querían proteger su local. Entonces, ¿qué coño hacían a 300 metros de él, justo delante de la iglesia de Notre Dame du Mont?", se pregunta un antifascista.

Separados de los militantes de AF por las fuerzas del orden, los manifestantes gritan sus proclamas: "Salid del local" y "Toda La Plaine detesta a Action Française". Los manifestantes arrojan petardos y botellas contra las fuerzas del orden. Entonces, la policía carga contra ellos y lanza una granada de policía arroja dispersión para separar al grupo. Saldo de la jornada: varios manifestantes alcanzados y un brazo roto.

La policia y los manifestantes en la marcha del 8 de octubre de 2015.

Algunos día después de la manifestación, nos encontramos con Guillaume (nombre falso usado para proteger su identidad). Es el responsable regional de las comunicaciones de AF en la Provenza. Antiguo miembro del partido de Nicolás Dupont-Aignan, Guilllaume abrazó gradualemnte el movimiento de la flor de lis.

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A los 25 años, este estudiante de derecho de Aix-en-Provence supervisa todas las comunicaciones de AF en la Provenza, a partir de sus ramas principales: Aix y Marsella.

"Esta es nuestra versión de lo sucedido el viernes por la noche" avanza el entrevistado mostrando una pila de documentos, además de mapas y de capturas de pantalla de los comentarios en las redes sociales de los miembros de las peñas del Olympique de Marsella.

Según los monárquicos han sido los miembros de las peñas quienes orquestaron el ataque contra ellos.

Un aficionado del club que estaba en la manifestación nos cuenta que: "los aficionados siempre estarán allí para luchar contra los fascistas. Esto va más allá del fútbol. Estamos hablando de Marsella. 2600 años de fascismo y contando".

"No hemos dormido en toda la noche"

Desde la inauguración del local en 2014, el movimiento se enfrenta a una feroz resistencia en La Plaine. "Ya habían carteles que anunciaban nuestra presencia antes de que empezaran. El local fue saqueado antes incluso de su apertura", lamenta Guillaume.

Grafitis hostiles, pegamento en las cerraduras… La zona nunca les puso las cosas fáciles a los realistas. Incluso el vecino de arriba, se las había ingeniado para desarrollar un mecanismo de arrojar agua a los miembros del local. El 16 de abril el local es saqueado de madrugada, mientras que durante el día se había organizado un golpe contra la extrema derecha.

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Para llevar a cabo la iniciativa los monárquicos organizaron sendas rondas en la calle Navarin el día antes de la «Reunión de Reentree Pública». "No pudimos dormir en toda la noche", resume William. Fue entonces cuando fue agredido por un grupo de asaltantes.

"Esta vez se forman equipos de vigilancia cada dos horas", cuenta Guillaume. "En un momento dado aparecen cuatro tipos. Blanden cuchillos y barras de hierro. Parecían drogados. Tenían los ojos desorbitados y no parecían sentir los golpes. Fue ultra violento".

Una serie de quejas

La AF no solo patrulla la calle durante sus rondas nocturnas. El grupo también exhibe músculo con acciones rápidas durante las concentraciones envueltas en consignas, banderas y humo. Las fotos y los vídeos documenta estos episodios para difundirlos luego a través de las redes sociales. Gillaume invoca al Agitprop.

"La acción tiene como objetivo alterar sin perturbar", explica el monárquico. "Generalmente nuestras intervenciones no duran más de dos o tres minutos. No estamos allí para prohibir nada, al contrario que los antifascistas, que desean nuestras muerte tanto física como social".

Guillaume insiste en la naturaleza pacífica del Agitprop. Claro que algunas de las intervenciones han sido objeto de muchas quejas. Uno de ellas fue la protagonizada en Aix-en-Provence a finales de 2015. Los militantes de la Action Française Provence presentaron su disconformidad ante la irrupción a la fuerza en una conferencia del Partido Socialista sobre el Frente Nacional.

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Hablamos con un antifascista alemán en el bastión del neonazismo. Leer más aquí.

En enero de 2016, durante la ceremonia de votación del diputado socialista Jean-David Ciot para la circunscripción de Bouches du-Rhône, una quincena de militantes irrumpen en el teatro de Aix camuflados por bufandas y provistos de folletos en los que se lee: "A muerte Ciot". Oficialmente tal es la oportunidad de mostrar su oposición al diputado que ha sido objeto de una investigación judicial por malversación de fondos públicos en 2013.

Una vez más, las quejas por agresión son rechazadas. Jean-David Ciot propone entonces disolver Action Française Provence.

En mayo de 2016 les llega el turno a la Juventud Comunista y al Partido Comunista francés de Aix. Camil, secretario general de la federación de Bouches du Rhône, de la Juventud Comunista, ofrece su versión de los hechos denunciados: "Tres personas que se hacen pasar por realistas vienen a llaman a la puerta del local simulando una postura dialogante. Entonces, nos agreden e intentan saquear el local".

Nuestros compañeros, sigue relantando la fuente, "nos alertan de que otros monárquicos han rodeado el local. Nos impiden la salida: nos bloquean. Una hora después aparece un coche patrulla. Al día siguiente todos los compañeros presentamos una denuncia conjunta por secuestro".

Guillaume rechaza todas estas alegaciones de violencia. Para él, "las denuncias no tienen ninguna posibilidad de prosperar", porque son falsas: denuncian cosas que nunca han sucedido.

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Un député monte au créneau

El 21 de octubre, Patrick Mennucci, diputado socialista del distrito 4 de Bouches-du-Rhône expresa a través de una carta dirigida al teniente alcalde de Marsella, Jean Claude Gaudin, su inquietud ante la situación.

En la misiva, denuncia "la naturaleza de la organización Action Française, que ha incurrido en comportamientos ultraderechistas violentos, y que ha desatado toda clase de peleas y de enfrentamientos en el barrio".

En base a todo ello, exige solicitar la verificación de las cláusulas del contrato de arrendamiento de los locales y el cumplimiento de las normas de seguridad. Ni corto, ni perezoso, Mennucci también pone el asunto en conocimiento del prefecto de Marsella, Laurent Nuñez.

El diputado estima que si no se respetan las normas o las cláusulas "se impone un cierre administrativo", con el fin de preservar el orden público y la tranquilidad de la calle Navarín.

El diputado, que ha hablado del tema con el ministro del Interior, explica que la carta ha estado motivada por "las peticiones de los ciudadanos. Lo cierto es que este local genera problemas". Para Mennucci, "no se trata de prohibir, ni perseguir al movimiento político, sino de cerrar el local".

"No soy ni un antifascista, ni un anarquista, soy un diputado y exijo que la ley se aplique a todo el mundo por igual", asegura.

El futuro de La Plaine

Este cara a cara se juega en el medio de un proyecto de reurbanización del barrio que se ha convertido en uno de los puntos de mayores tensiones.

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Desde hace varios años, SOLEAM, la empresa pública responsable de gestionar el llama "Gran centro de Marsella" y de la región desea desplegar en La Plaine "una gran operación de renovación para mejorar la calidad residencial en el centro de Marsella".

Los detractores del proyecto son muchos, y consideran que la iniciativa solo contribuirá a la desnaturalización y a la pérdida de identidad. Los residentes se movilizan para oponerse al proyecto anunciado.

En marzo, los vecinos instalan árboles, mesas y sillas en el espacio público. Defienden que mejor ellos que empresa alguna para abordar la iniciativa. La policía decide, finalmente, desmantelar la intervención popular y desalojar el mobiliario instalado después de una operación especialmente contundente.

La pregunta es: ¿las tensiones entre Action Française y los antifascistas pueden afectar o verse afectadas por este proyecto de rehabilitación? ¿Sus militantes pueden ver una nueva oportunidad para transformar el barrio?

VICE News ha contacto a SOLEAM, que se ha abstenido de manifestarse al respecto. Desde Action Française, por su parte comentan que "No tenemos planes La Plaine, tenemos planes para Francia".

Sigue a Eilen Truax en Twitter: @EileenTruax

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