Provodnikov y Lomachenko: las dos caras del boxeo

Este fin de semana, Nueva York tendrá el privilegio de albergar dos combates que pintan para contender con Salido y Vargas por la pelea del año. Por una parte, Ruslan "The Siberian Rocky" Provodnikov intentará sumar su segunda victoria al hilo cuando se enfrente en el Turning Stone Resort & Casino a John The Gladiator" Molina Jr., quien también viene de una victoria ante Jorge Romero. Por la otra, el otro "Rocky" Román Martínez defenderá su cinturón junior ligero de la OMB ante la sensación del amateurismo, Vasyl "Hi-Tech" Lomachenko, en el teatro del Madison Square Gerden.

Provodnikov y Lomachenko son los favoritos para salir victoriosos de sus respectivos compromisos el sábado por la noche —éste último a pesar de ser el retador—. Pero más allá de su posición en las apuestas, ambos boxeadores deleitan y entretienen a la afición por sus marcadas diferencias boxísticas.

Provodnikov es uno de esos peleadores que le hace justicia a su apodo. Para ganarse el sobrenombre de "Rocky", el más grande boxeador de la pantalla grande, uno no sólo necesita hacerse casi inmune al dolor, sino que debe tener un corazón que no le quepa en el pecho. Ruslan es un verdadero guerrero que proviene de la misma estirpe de Fernando Vargas, Arturo Gatti, Micky Ward, y muchos otros que dejaron el alma más de una vez en un cuadrilátero. Tal vez no sea el más técnico a la hora de intercambiar bombazos, pero muchas veces puede más el deseo que el talento (Julio César Chávez Jr. sabe de lo que hablo).

En la otra esquina tenemos a Vasyl Lomachenko y, al igual que su vecino ruso, hace valer cada una de las palabras de su apodo. "Hi-Tech", o algo así como "tecnología de punta", es un epíteto que le va a la perfección considerando su pulcro estilo de boxeo moldeado por su extensa y exitosa carrera amateur que incluye, a grandes rasgos, una medalla de plata en el Campeonato Mundial de 2007, dos medallas de oro en los Campeonatos Mundiales de 2009 y 2011, y dos preseas doradas más en los Juegos Olímpicos de 2008 y 2012 —por nombrar algunos de sus galardones—. Si algún día nos llegáramos a enterar por alguna razón que Lomachenko es en realidad un androide, estoy casi seguro que nadie se inmutaría.

Así de fuera de serie es este peleador, y aunque perdió su primera oportunidad para hacerse de un campeonato mundial ante Orlando "Siri" Salido apenas en su segunda pelea como profesional —y de paso romper el récord de Saensak Muangsurin— Lomachenko ha logrado obtener cuatro victorias al hilo y parece no detenerse.

El valor de los estilos de ambos peleadores yace en su capacidad para entretener a las dos caras del aficionado al boxeo. Tanto los seguidores "puristas" que gustan de un boxeo limpio, elegante e inteligente, como aquellos que gustan de la sangre y el frenesí, disfrutan y celebran a estas dos relativamente jóvenes figuras de la actualidad.

Son estos peleadores los que deberían llevarse a casa las grandes sumas de dinero que otros como Saúl Álvarez y Floyd Mayweather Jr. se embolsan en combates vergonzosos con oponentes que no representan mayor amenaza para sus carreras. La estrategia es la misma: inflo la pelea, creo controversia, hago un documental de unos cuantos episodios para atraer más televidentes, y culmino con un nocaut espectacular o corriendo en el ring para no arriesgarme a una "patada de ahogado".

Días después de la verdadera carnicería entre Vargas y Salido, se dieron a conocer las cifras de las ganancias de cada peleador. Según Dan Rafael de ESPN, el "Bandido" se llevó la mísera cantidad de 300 mil dólares, mientras que "Siri" se llevó la peor parte con sólo 50 mil billetes verdes. Considerando el castigo al que ambos sometieron sus cuerpos durante 12 asaltos y el invaluable espectáculo que armaron, mínimo el campeón debió llevarse un cifra por encima del medio millón de dólares y Salido poco más del triple de su ganancia original.

Pero si el aficionado tampoco pone de su parte sintonizando este tipo de peleas —por lo general transmitidas de manera gratuita o incluidas en los paquetes de televisión de paga— y prefiere gastar en el PPV, aunque se trate de combates mediáticos pero carentes de sustancia, entonces peleadores como Provodnikov, Vergas y Salido seguirán recibiendo menos de lo que exponen en el ring.

Regresando a la magnífica combinación de dinamita y técnica de los protagonistas de este fin de semana, sólo podemos decir que tendremos la oportunidad de presenciar las dos esencias del pugilismo que sólo los más grandes han poseído a lo largo de sus carreras. Provodnikov y Lomachenko prometen poner en la mesa dos guerras más para contender por el premio a la mejor pelea del año. Cancela tus planes, prende el televisor y toma nota.