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La semana infernal del “pequeño Nicolás”

Esta semana se han ido destapando varias incógnitas relacionadas con el extraño caso del pequeño Nicolás. Pero todo sigue siendo bastante jodido.

La semana pasada nació un nuevo héroe, se llama Francisco Nicolás Gómez pero todo el mundo se refiere a él como “El pequeño Nicolás”. Estudia segundo de derecho en el Centro Universitario de Estudios Financieros (CUNEF) de Madrid, tiene 20 años de edad y —ahora mismo— un buen montón de problemas. El martes 14 de octubre fue detenido en casa de su abuela y acusado de falsedad, estafa y usurpación de identidad por la Policía Nacional, quienes llevaban investigando al chavalín desde hacía varias semanas. “Frankie”, como le llamaban sus colegas, supuestamente estafaba a empresarios y particulares, a quienes ofrecía hacer negocios que resultaban ser muy apetitosos gracias a los contactos que supuestamente tenía con la Administración y el Gobierno. El tipo decía venir en nombre de Zarzuela, ser de la Oficina Económica de la Moncloa, de los gabinetes de varios ministerios y hasta del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Decía que conocía a Putin y a Obama, a quienes llamaba por su nombre de pila, ya que eran “amigos”. El pequeño genio fingía conversaciones por teléfono con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría —se hacía pasar por su asesor— o con varios ministros para impresionar a sus víctimas.

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Pero todo lo que rodea al pequeño ruiseñor de la política es un tanto oscuro, un misterio rocambolesco que aún no sabemos dónde nos puede llevar. En su detención declaró “Me la han liado, me la han liado” y como dijo la jueza en el auto "Vaya por delante que esta instructora no acierta a comprender cómo un joven de 20 años, con su mera palabrería, aparentemente con su propia identidad, puede acceder a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin alterar desde el inicio de su conducta a nadie, por muy de las Juventudes del Partido Popular que manifieste haber sido". Y es que el tipo se coló en varios saraos como el acto de coronación de Felipe VI, en reuniones del Ibex-35, en desayunos informativos del PP, en celebraciones oficiales y en  el palco del Santiago Bernabéu. También organizó un seminario en la fundación FAES (el think tank del Partido Popular) que contó con la participación como ponente del expresidente del Gobierno, el excelentísimo José María Aznar.

Ahí va un listado de todas las cosas raras relacionadas con el caso:

El secretario de Estado de Comercio Jaime García-Legaz

Al empezar a colaborar con la fundación FAES “el pequeño Nicolás” conoció al actual secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz. Nicolás utilizaba este contacto y se presentaba como su apadrinado político para conseguir ganarse a los empresarios que quería estafar.

Los coches oficiales

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“El pequeño Nicolás” alquilaba coches de alta gama —los mismos modelos oficiales que utiliza el gobierno— que adornaba con esas sirenas de luces que utilizan las unidades secretas de las Fuerzas de Seguridad. También pedía los servicios de un chófer para conducir los vehículos.

En el momento de su detención se lo confiscaron placas falsas de la Guardia Civil y la Policía Municipal de Madrid. Para hacer más creíbles sus engaños imprimía documentos oficiales del Gobierno que se bajaba de internet y que ponía en el asiento del copiloto como si fueran cosas en las que “estaba trabajando”. Nicolás abordaba a particulares e inversores con esta técnica para impresionarles.

Según la compañía donde Nicolás alquilaba los coches (que prefiere mantenerse en el anonimato), éste “solicitaba trayectos esporádicos. Ir y volver a un sitio determinado. Aeropuerto, hoteles, ferias, eventos…” y que "siempre pedía los de lujo, el Mercedes clase E".

El caso de Ribadeo

El 14 de agosto de este mismo año “Frankie” contactó con la Policía Local de Ribadeo (Lugo) para que montaran un despliegue policial aduciendo que el Rey (no queda claro cuál de los dos) tenía una reunión muy importante con un empresario de la zona. Consiguió un coche oficial, dos vehículos de gama alta (todos con las sirenas que utilizan las Fuerzas de Seguridad) y ocho escoltas. Puedes ver el vídeo aquí. Evidentemente allí no se presentó ningún Rey. Uno de los chóferes que lo acompañaba era un Policía Municipal de Madrid, que, precisamente, ese día no estaba de servicio —y por lo tanto no estaba ejerciendo sus funciones como Policía Municipal—.

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La anécdota de Nicolás borracho en un bar

Con todo el asunto de la detención del “pequeño Nicolás” se destapó un curioso incidente que se sucedió hace tiempo en la terraza de un bar. Nicolás estaba bebiendo con sus colegas y liándola fuerte cuando las señoras que tenían al lado se levantaron para marcharse. En ese momento Nicolás le preguntó la hora a una de ellas, de muy malas maneras. Al no contestarle, Nicolás llamó “Zorra” a la mujer. Varios individuos que estaban también tomando algo en la terraza defendieron a la mujer y le dijeron a “Frankie” que se calmara. Ahí empezó un pequeño alboroto que terminó con la incursión de un hombre trajeado que decía ser Policía (el hombre llevaba su placa).

La coronación de Felipe VI

El joven timador asistió a la coronación de Felipe VI pero en este caso no se coló. Consiguió entrar gracias a la relación que tiene con Catalina Hoffmann, propietaria de Vitalia (una gestora de centros de residencias de la tercera edad), quién tiene relación directa con la Familia Real. La relación de amistad del “pequeño Nicolás” con Catalina Hoffmann vendría de lejos pese a que  una portavoz oficial de Hoffmann negó que la propietaria de Vitalia introdujera a Nicolás en el Palacio Real.

El chalé en el barrio de El Viso

Una de las partes más oscuras de este asunto tiene relación con este inmueble madrileño. El chalé de 700 m² está situado en el número 32 de la calle Carbonero y Sol, en El Viso, un barrio de gente pudiente de Madrid. En el momento de su detención “el pequeño Nicolás” aseguró a la Policía Nacional que utilizaba esta vivienda para hacer negocios. De hecho ahí se había encontrado con varios empresarios quienes han dicho que el chalé estaba repleto de cámaras de seguridad y que siempre estaba lleno de coches oficiales. También había gente de servicio que les servía lo que fuera —“el pequeño Nicolás” siempre se decantaba por el whisky— e incluso había un filipino llamado Joaquín que tenía una pistola que decía ser agente del CNI (¿estamos locos?). “Vete fuera a hacer contravigilancia” le decía “el pequeño Nicolás”, y el tipo le hacía caso. Pese a que Nicolás decía vivir con su abuela, ésta era la vivienda donde residía según consta en su Documento Nacional de Identidad y ser el inmueble donde está empadronado actualmente.

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El verdadero propietario de este inmueble es Kyril de Bulgaria, príncipe de Preslav. Éste niega conocer al “pequeño Nicolás” y afirma que es una inmobiliaria local quien gestiona el alquiler del inmueble. Se trata de una empresa constructora con sede en Madrid, Edhinor S.A.. resulta que Nicolás trabajaba para esta empresa como freelance, captando inversiones y contratos para ellos. De hecho el inmueble fue la oficina que le asignaron para cerrar las operaciones. Uno de los propietarios de Edhinor, Pedro Buendía de Lera, afirma que “no conoce a este chico y que nunca lo ha visto”. También dice que Edhinor no tiene ningún tipo de relación con el chalé de El Viso pese a que fuentes próximas a la investigación policial corroboran que fue esta empresa la que puso en contacto a Kyril con otra empresa llamada Asistencia y Consultores de Obras S.L. (ACO) —una constructora que ha realizado trabajos para la Administración— y que es la que abonaba los 5.100 euros más IVA que costaba el alquiler.

El asunto Manos Limpias

Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, afirmó: “Estoy convencido de que este chaval tenía respaldo al más alto nivel, pero al más alto, y quizás se le fue la olla y se pasó de listo”. Fue a él a quien “el pequeño Nicolás” le pidió la desimputación de Doña Cristina por el bien de España y “para contribuir a mejorar el deterioro de la institución monárquica”. También le dijo que le pondría seguridad en su domicilio y en su oficina por todo el tema de las querellas interpuestas contra el President de la Generalitat, y, según Bernad, lo hizo.

Bernad también afirma que Nicolás “maneja bases de datos policiales, le acompañan ex agentes con armas reglamentarias y tiene acceso a pinchazos, incluso de mi propio teléfono”. También asegura que “tiene acceso a datos de matrículas, saca los datos de cualquier coche en cuestión de segundos de su móvil” y que hace “lo mismo con las bases de antecedentes policiales y penales: en un momento sabe el registro de cualquiera. Será un farsante, pero algo más que un farsante.”

Secreto de sumario

Arturo Zamarriego, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, ha decretado el secreto de sumario en este caso. No deja de ser extraño que un simple caso de estafa merezca este silencio legal. Nadie exactamente sabe hasta dónde llegan sus vínculos reales con la clase política, empresarial o con ciertos miembros de la Policía. De hecho, en el momento de su detención la misma Policía nacional tuvo que llamar al CNI para verificar que realmente el joven no trabajaba para ellos, ya que fue capaz de aportar datos y pruebas sorprendentemente concretas en su declaración. El CNI negó toda relación.