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Jean-Baptiste Malet: Primero, yo no intenté “infiltrar” —yo sólo quería escribir un artículo acerca de las condiciones laborales de los empleados de Amazon—. Quería saber cómo una tienda de compras en línea estaba tratando a sus empleados. También quería aprender más del trabajo que se ejecuta en la bodega. Primero hablé con los empleados de Amazon a la salida de su trabajo, me presenté como un periodista y los trabajadores estaban asustados de ser despedidos del trabajo.Una vez que te infiltraste, ¿qué sucedió?
Conseguí un trabajo temporal durante el periodo de Navidad. Yo empecé en noviembre de 2012. Durante mi entrevista con Adecco, la agencia de trabajo temporal, tuve que firmar un acuerdo de confidencialidad. Según el acuerdo que firmé, yo no podía hablar con gente —ni mi familia— acerca de lo que sucedía en el trabajo, a pesar de que ningún trabajador temporal tiene acceso a información confidencial.¿Puedes describir un poco más?
Para empezar, los trabajadores son monitoreados a toda hora por una máquina con la que trabajan. Esa máquina está vinculada con una red wi-fi y le permite a los supervisores conocer la ubicación exacta de cada trabajador, su ritmo de trabajo y productividad —cada segundo está registrado.
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Mi experiencia y los numerosos testimonios señalan lo mismo: Amazon no respeta las leyes de trabajo. Las infracciones son demasiadas y por eso decidí escribir este libro.En el mundo occidental, no se les pide a los trabajadores tener un ritmo de productividad. Sin embargo, Amazon a diario pide a sus empleados trabajar más rápido. Los trabajadores son enfrentados entre sí. Por ejemplo, si alguien habla durante las horas de trabajo, el resto de los trabajadores debe de llamarle la atención.¿Y los supervisores fomentan ese tipo de acciones?
Es muy sutil. En Amazon, te piden “reportar todo tipo de anomalías a tus superiores”. Desde una caja que obstruya el pasillo, hasta la plática de dos compañeros de trabajo. Ya que dos personas hablando durante la hora de trabajo puede significar la pérdida de productividad, y eso es considerado una anomalía. Si no reportas los casos, los supervisores te intimidan durante juntas privadas.¿Qué nos dice esto acerca de nuestra época?
Es trabajar sin descanso. Es un trabajo que no es nada simple, un trabajo tedioso y metódico —es una condición de trabajo que no existía en el siglo 20.En tu libro, también mencionas que las personas son basculeadas a diario.
Amazon ve a cada empleado como un ladrón potencial, los empleados son basculeados cuando entran y salen del almacén. En Estados Unidos, algunos trabajadores se han quejado de tal acción. En realidad, la gente que trabaja para Amazon son personas trabajadoras que buscan ganar dinero de una manera honesta. La mayoría de los trabajadores que entrevisté tenían entre 25 a 35 años de edad, la edad promedio en Amazon. Estos trabajadores le han mostrado a Amazon que son personas honestas que llegan al almacén a las cinco de la madrugada para iniciar la jornada laboral. El basculeo es una práctica humillante.
Sí. El lema de Amazon —“Trabaja duro, diviértete y cambia el mundo”— está pintado por todas las paredes del almacén. Hay fiestas de boliche y actividades de pascua, pero al mismo tiempo que ocurre eso, los empleados son monitoreados y observados.Quizá estés enterado, pero tu libro está disponible en Amazon. ¿Qué sientes al respecto?
Eso fue una idea de Amazon. Al hacer eso, ellos buscan quitarme credibilidad. Según ellos quieren hacerme un periodista con una contradicción, un periodista que ofrece su libro a través de la plataforma de la cual está criticando. Es una estrategia. Lo que ellos no saben es que mucha gente me ha escrito para decirme: “Lo último que compré en Amazon fue tu libro, después desactivé mi cuenta”.Gracias, Jean-Baptiste.