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Cultură

La farmacopea de Hamilton

EN DEFENSA DE LOS TEJIDOS PSICOACTIVOS.

De izquierda a derecha: sábanas almidonadas con opio de Laos; un dashiki unisex ghanés con aislamiento de heroína; forro para maletas colombiano fabricado con un polímero con base del 52 por ciento de heroína y lidocaína; Vans AV Eras de imitación, de Ohio, con suelas de heroína; un par de plantillas de heroína de Oklahoma; un albornoz con impregnado de heroína de Nueva York y una gorra de béisbol peruana hecha de cocaína. Todas las fotos del Microgram Bulletin, publicado por la Oficina de Ciencias Forenses de la Agencia Antidrogas de los EE.UU.

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EN DEFENSA DE LOS TEJIDOS PSICOACTIVOS

La guerra contra las drogas es culpable de innumerables atrocidades. Las injustas leyes que la sustentan han convertido en criminales a ciudadanos respetuosos con la ley, a traficantes en doctores, y a los doctores en árbitros de nuestra libertad cognitiva. Se han roto familias, las prisiones están superpobladas, y la salud pública se ha visto comprometida de un modo imposible de cuantificar. Sin embargo, de las muchas víctimas de este experimento fallido, ninguna ha tenido mayor impacto que la prohibición de los tejidos psicoactivos.

La Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos declara que “el Congreso no emitirá ley alguna acerca de la adopción de una religión y la libertad de culto”, y en virtud a ella debería proteger mi derecho como ciudadano americano a llevar un sombrero hecho de cocaína. Aun así, es un derecho que repetidamente se me ha negado. Hubo un tiempo en que los ciudadanos adultos, si así lo deseaban, tenían la libertad de vestir con pompa y dignidad un sombrero de cocaína. Pero esos días, amigos, hace mucho que quedaron atrás.

En la ciudad de Nueva York, al propietario de un albornoz de baño se le confiscó la prenda, legítimamente suya, por el simple hecho de estar saturada con una solución concentrada de cocaína y base libre de heroína. Dejando aparte que la heroína imparta a la piel un atractivo color reminiscente de la orina desecada, también desempeñaba un evidente papel utilitario. Es un hecho sabido que, cuando se sale de una ducha caliente y llena de vapor, la aplicación parsimoniosa de polvo de talco puede prevenir la aparición de irritaciones y escoceduras. Con todo, el talco está lejos de ser benigno; su inhalación en exceso puede conducir a una serie de dolencias dermatológicas y pulmonares… no es por tanto una sorpresa que muchos de nosotros hayamos apartado el talco de nuestras rutinas post-ablución en favor de productos más cuidadosos con la salud, como la heroína. En concreto, la variedad “China blanca” ofrece muchas de las propiedades absorbentes del talco, pero sin el riesgo de desarrollar talcosis pulmonar. Así, cuando apliquemos heroína a nuestros albornoces para acelerar el proceso de secado tras la ducha, ¿estaremos cometiendo un delito? La última vez que lo comprobé, lo verdaderamente criminal era ponerse la ropa de calle antes de que la piel estuviera seca del todo.

También a los sudamericanos les han privado de sus derechos sartoriales. Un químico peruano, propietario de una mercería, produjo un material basado en la silicona que puede contener hasta un 47 por ciento de hidrocloruro de cocaína sin perder su integridad estructural. Este material maravilloso se utilizó para producir fantásticas gorras de béisbol, maletines y trajes isotérmicos. Y se nos ha escamoteado esta gran innovación en materia de moda, ¿debido a la historia, totalmente fuera de contexto, de la cocaína como droga psicoactiva? Puede que las autoridades encargadas de legislar y regular no estén al tanto de que el número de casos de melanoma está aumentando de forma estratosférica. Si más ciudadanos protegieran su piel de los ataques de la luz ultravioleta con un ligero y deportivo sombrero de cocaína, la epidemia de cáncer de piel podría superarse de una vez por todas.

Aunque los libros de historia expliquen que el cannabis es una poderosa planta psicoactiva, rara vez o nunca se mencionan sus aplicaciones en la fabricación de zapatos. A modo de plantillas, ¿cómo puede compararse el hachís compactado con, pongamos, las plantillas relajantes Dr. Scholl? ¿Podría ser que hombres y mujeres inocentes, señalados falsamente como “traficantes de drogas”, no estuvieran sino aprovechando las propiedades ortopédicas anti-choc de esta maravillosa planta? Un zapato con base de marihuana provee un apoyo excelente y puede prevenir tanto la pronación como el colapso del arco. Sin embargo, las palabras de podólogos conscientes de ello caen en los oídos sordos del gobierno.

Un norteamericano nativo puede llevar con orgullo su tocado tradicional, mientras que un colombiano debe echarse a temblar si sube a un avión con una tradicional maleta con forros separadores de heroína. Hipocresía. ¿Deben los niños de Laos dormir expuestos a las bajas temperaturas porque sus sábanas almidonadas con heroína han sido confiscadas por la policía? Y el tradicional blusón unisex ghanés de heroína pronto será un simple recuerdo o, peor aún, caerá en el olvido.

Un día, hermanos y hermanas, las cosas serán diferentes, y podré mirarte fijamente a los ojos, estrechar tu mano cubierta con un resistente guante de PCP y decirte, “te queda muy bien”.