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¿Qué tan mal pago es ser científico hoy?

¿Es caro hacer ciencia en Argentina? Son muchos los frentes que están abiertos en relación a este conflicto: por un lado las actualizaciones salariales de los becarios del CONICET, por otro los subsidios que no reciben los investigadores.
Fotos de Agustín Assaneo

Artículo publicado por VICE Argentina

“Los países ricos lo son porque dedican dinero al desarrollo científico-tecnológico, y los países pobres lo siguen siendo porque no lo hacen. La ciencia no es cara, cara es la ignorancia”. Bernardo Alberto Houssay, Fundador del CONICET.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) es el principal organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en la Argentina. Desde su creación en 1968 hasta el día de hoy vivió una variedad de cambios infinitos.

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El Conicet está integrado por becarios de doctorado y post doctorado que ingresaron a carrera, (un ingreso para nada fácil, con pocos cupos y altos estándares selección). Para poder ingresar como becario los evaluadores tienen en cuenta el Curriculum Vitae, cursos, publicaciones, calidad del proyecto de investigación y lugar de residencia. Cuestiones que suman puntaje para ser evaluados, entre otras cosas.

Por otro lado, también está integrado por los investigadores, que tienen que llevar adelante equipos de trabajo y proyectos, dentro de esta rama hay categorías: asistente, adjunto, independiente y principal. Los sueldos de los investigadores aumentan dos veces por año, rondan entre los 30 mil y los 50 mil pesos por mes dependiendo de la categoría, las zonas de residencia y la antigüedad.


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Actualmente, el salario de un becario es de 18.900 pesos, sin ser actualizado desde agosto de 2017. El reclamo que se estuvo dando en las últimas semanas se basó en exigir la misma paritaria que les dan a los trabajadores estatales, es decir un aumento que corresponde a lo que vivimos los argentinos en relación a la inflación, el dólar y las tarifas de transporte.

El diputado nacional Roberto Salvarezza, quien es a su vez bioquímico e investigador del organismo, declaró la urgencia en tomar medidas "que mejoren la situación en que se encuentran los becarios en el escenario actual de desfinanciamiento del sistema de Ciencia y Técnica del CONICET y de aumento generalizado del costo de vida por los tarifazos en transporte y servicios esenciales”.

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Luego de los sistemáticos reclamos, el jueves pasado el Conicet dejó por escrito en su página web que iban a pagar un bono de 2.000 pesos y un 15 por ciento de aumento en tres pagos (uno del 3 por ciento y dos del 6) para "poner al día" los salarios de los becarios que integran el organismo. Sin embargo, no es suficiente. Los científicos necesitan subsidios para comprar equipos, bibliografías y materiales básicos para investigar, de eso todavía no se habla.

En VICE hablamos con algunas personas que cuentan cómo les perjudica actualmente ser científico en Argentina:

Luis tiene 27 años, es becario en el área de Biología desde el 2015. Trabaja dentro del IGEBI (Instituto de investigación de ingeniería genética y molecular)

Nosotros no tenemos un salario como tal, o sea, no tenemos aguinaldo ni aportes jubilatorios. El gremio que nos representa arregló una paritaria de los empleados estatales en la cual si están integrados los investigadores de carrera y el personal de planta administrativo, ellos si pudieron arreglar un aumento y un bono, pero los becarios no somos considerados trabajadores sino que somos sólo becarios. Sin embargo, en los últimos años el Conicet decía, “bueno vamos a extender ese beneficio a los becarios”, pero este año no sucedió, no un hubo un compromiso por parte de la dirección del ministerio para llevar adelante esa actualización salarial.

Felipe tiene 28 años, es becario de agencia de investigación científica del área de Sociología y Comunicación desde el 2015

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Como becarios somos precarizados, no tenemos aportes, llegamos a un doctorado a los 30 años con suerte y con un sueldo mínimo. Hace más de un año que no nos aumentan porque no nos consideran trabajadores. La precarización viene por todos lados, porque tampoco te consideran en proyectos o en antecedentes, cuando muchas veces sostenemos las instituciones. La mayoría no puede tener otro trabajo que no sea la beca, en la universidades toman cada vez menos gente. La inflación te come y a mi edad no puedo ni pedir un crédito.

Maria Andrea tiene 55 años, es Investigadora Independiente del área del Ciencias Humanas de la Comisión de Historia y Geografía

Soy investigadora desde el 97 y transité la beca entre el 92 y el 96. Desde esa época hasta ahora las condiciones en Ciencia y Técnica cambiaron muchísimo, tanto en lo legislativo como en el rol de las investigadoras dentro del sistema científico. En la década del 90 se cortó el ingreso a carrera y luego re abrió en el 97 donde éramos 200 investigadores en todo el país y en todas las disciplinas, con malas condiciones y malos sueldos, incluso yo no podía tomarme licencia por maternidad, no me la pagaban, no teníamos derecho a nada, ni a obra social. Con el tiempo tuvimos avances en dos cuestiones, durante la época de De La Rúa hubo un ajuste muy grande, donde pudimos llevar nuestras quejas al congreso. En ese entonces salió la Ley de Ciencia y Técnica donde se estipuló un porcentaje de dinero destinado a la investigación, a partir de ahí las condiciones empezaron a mejorar. Durante la época de los Kirchner se construyó el Polo Científico Tecnológico y el Ministerio de Ciencia y Tecnología, por otro lado volvió el financiamiento creando otros organismos de Ciencia y Técnica funcionando como fondo de subsidios y volvieron los proyectos plurianuales dirigidos por investigadores y becarios. Se visibilizó el rol de la mujer científica con la vice presidenta del Conicet, Neomi Girbal y con la doctora Nora Barrancos, donde equipararon el trabajo entre mujeres y hombres.

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Lo que pasó con el Conicet fue que empezamos a visibilizarnos como científicos, antes vos decías que eras investigador y te preguntaban que era eso, ahora te preguntan ¿en que área investigás? hubo un avance. Si bien siguen los estereotipos del científico de guardapolvo y de laboratorio hubo una gran construcción de ciencia básica.

¿Cómo es la situación actual en tu cargo?

Se retrocedió lo que se venía gestando, se vació el sistema científico tecnológico, nos sacaron la financiación, se decidió cortar el flujo de ingresos a carrera, se recortó a la mitad el ingreso de investigadores a la ciencia, los subsidios se pagan con un enorme retraso o no se pagan. A veces tenemos que poner plata de nuestro bolsillo y especular en su recuperación, tampoco contamos más con la colaboración de investigadores que viven en el exterior porque no los podemos traer.

Maria Eugenia tiene 44 años, volvió al país en 2011 después de un postdoctorado en Boston de 5 años, es investigadora adjunta del área de Ciencias Médicas

Es muy preocupante la situación actual que estamos viviendo. Los subsidios se planean y se hacen los presupuestos al momento de la aplicación. Después de un año (con suerte) se adjudica la primer cuota y con la devaluación creciente ya uno no puede comprar lo que había presupuestado. Es bastante angustiante porque el investigador termina pidiendo prestado a algún otro o poniendo plata directamente de su bolsillo. De hecho, los subsidios PIP que otorga el conicet no los están pagando.

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Muchas veces pasa que uno tiene una muy buena idea para un experimento y no lo podes realizar porque no tenés plata para los reactivos.


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El incremento en el número de investigadores de Conicet en los últimos años no vino aparejado con un incremento en el número se subsidios disponibles, esto lleva a que investigadores con proyectos que recibieron una calificación de excelente no sean financiados, como fue mi caso. Sin subsidios es muy difícil mantener el laboratorio. Los insumos, reactivos, equipos y mantenimiento de los mismos son muy caros. Y después se pretende que hagamos ciencia de excelencia y seamos competitivos.

Hoy en día hay una preocupación muy fuerte en todo el ambiente científico, investigadores, personal de apoyo y becarios. La cuestión salarial de los becarios, que se estuvo discutiendo la semana pasada, afecta mucho ya que para los jóvenes hacer ciencia en el país ya está siendo considerada como una mala opción.

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