Bethesda, Maryland, 2014. Mi reflejo en la ventana de la sala.
Empecé a tomarle fotos a mi familia hace varios años como parte de un proyecto de las guerras de Irak y Afganistán. La fotografía es para mí la manifestación de la experiencia y la reflexión más pura del subconsciente. Sin embargo, en la guerra la fotografía se volvió de cierta forma opresiva, ya que está contaminada de muerte y desesperación. Yo llegué a perder de vista la satisfacción de descubrir lo bello en lo trivial. Empecé a tomar fotos de mi familia y de la casa donde crecí en Maryland, Estados Unidos. Al principio era un registro sobre mis abuelos. Ellos estaban envejeciendo y yo me había vuelto mucho más consciente de su mortalidad y de la mía. Cuando nació mi sobrina, la familia empezó de cero. A través de ella empecé a apreciar más el amor que mi familia me había dado y el santuario que mi casa había sido siempre.
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Bethesda, Maryland, 2015. Mi hermana, Jenny; mi sobrina, Victoria, y varias burbujas.
Easton, Maryland, 2013. Mi tía Jill cargando a Stella, la perrita de su hija.
Bethesda, Maryland, 2014. Mi papá, Antoine, en casa.
Bethesda, Maryland, 2013. Mi papá cubriendo su cuarto para resanarlo.
Lenox, Massachusetts, 2014. Mi sobrina y mi mamá en cama durante unas vacaciones familiares.
Bethesda, Maryland, 2014. Mi sobrina y mi papá en el patio de la casa después de una nevada leve.
Bethesda, Maryland, 2009. Reflejo de mi mamá al poco tiempo de mi regreso de Afganistán.
Bethesda, Maryland, 2014. Mi papá en un paseo familiar después de Navidad.