La noche fue de porteros: el que dio vida, el que sentenció, el veterano que aguardó en la banca. Nahuel quería colgarse la medalla, salvó su marco de una caída anticipada, detuvo al menos tres disparos y cuando falló en atacar el balón, Franco Jara mató el partido. El heroísmo del argentino no sirvió para nada, la última imagen es la que se queda en la memoria.Oscar Pérez, el legendario portero mexicano, esperó al margen del campo en la noche que para los aficionados era la más importante del año -lo era hasta antes de apuntar diciembre en Emiratos Árabes en el calendario-. Dejó el gafete de capitán que suele rotar con un joven de 21 años, Erick Gutiérrez, y el marco en manos de Alfonso Blanco. Gignac no pudo con él.El "Conejo" tiene 44 años y a la afición mexicana celebrando los seis meses que se extiende su carrera profesional que inició en 1993. Pachuca venció a Tigres y consiguió el pase al Mundial de Clubes, el único motivo que retrasa el retiro del jugador más longevo de la Liga Mx y uno de los más entrañables en la historia de este futbol.Jugarán su cuarta oportunidad en el "Mundialito", buscarán esta vez la trascendencia que no han conseguido. Hoy se habla de arqueros, del error, de la atajada y de la nostalgia a la que se aferra el aficionado cuando se alegra por el título ajeno porque ahí juega el "Conejo", mundialista y maestro.