En una época cuando el fetichismo aún era un término antropológico y las revistas de caballeros dependían de palabras como especialidad y madurez, un pionero armenio de la industria pornográfica que buscaba romper instintivamente los tabúes culturales, estaba muy ocupado inventando su propio género para adultos. Aunque su nombre ya no es mencionado junto a otros como Hefner y Flynt, la valiente y enfocada dedicación de Milt Abdjourian hacia telas, atuendos y perversión híper especializada vive en cientos de titulares coloridos y portadas que hasta la fecha siguen pareciendo provocativas.
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La búsqueda persistente de Abjourian por un nicho y fetiches previamente ignorados resultó en cientos de titulares, algunos con no más de una decena de lectores.
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