Valentín Cárdenas, antiguo director de la prisión de máxima seguridad de la que escapó El Chapo Guzmán, regresó a la cárcel. Dos meses después de la fuga, Cárdenas, se enfrenta a un juicio en el que se le acusa de haber ayudado al narcotraficante mexicano.Valentín Cárdenas Lerma fue una de las 13 personas que quedaron bajo custodia policial la semana pasada. Se les acusa de presunta colaboración en el espectacular escape del capo. El Chapo huyó de la prisión de máxima seguridad Altiplano a través de un túnel provisto de sistema de ventilación y de iluminación. El conducto conectaba su celda con una casa en medio del campo situada a un kilómetro y medio de distancia.Cárdenas Lerma se encuentra actualmente encerrado en una celda de la misma prisión que dirigía el pasado 11 de julio.La fiscal general de México emitió un comunicado el lunes en el que informaba que un juez ordenó que Cárdenas Lerma debe comparecer en el tribunal "para enfrentarse a un juicio por su participación en la evasión de Joaquín Guzmán Loera".La acusación llega en un momento en que no paran de crecer las quejas ante el enésimo caso de comportamiento negligente del ejecutivo mexicano. Las acusaciones proclaman que el gobierno de Peña Nieto no ha hecho lo suficiente para combatir el flagrante caso de complicidad que propició la fuga de El Chapo. Celina Oseguera Parra, antigua jefa de todos los centros de reclusión federales de México, y Leonor García García, antigua directora legal de Altiplano, también se encuentran entre los detenidos.Tal y como han admitido los ministros del gobierno, Guzmán solo podría haber construido el túnel con ayuda desde dentro. De otra manera no se explica cómo es posible que el conducto desembocara exactamente en la ducha de su celda. Igualmente, la zona en cuestión es una de los dos pequeñas ángulos muertos de su celda que habrían quedado fuera del alcance de las cámaras de seguridad.Una vez dentro del túnel, el icónico capo del cartel de Sinaloa también disfrutó de un lapso de media hora antes de que ningún agente comenzara a perseguirle. El antiguo director de la prisión tampoco emitió la señal de "alerta roja" inmediatamente después de ser informado de que El Chapo se había esfumado de su celda, según informó el periódico mexicano La jornada.La orden del juez, relata el periódico, también subraya que Guzmán habría ocupado la misma celda desde su llegada al centro de reclusión en febrero de 2014.Otros infames vecinos de la prisión de máxima seguridad, como los traficantes Héctro Beltrán Leyva y Servando Gómez, alias La Tuta, habrían sido cambiados de celda cada uno o dos meses.El presidente de México, Enrique Peña Nieto, celebró la detención del narcotraficante más buscado del mundo como un triunfo de su administración. Y como una prueba de su compromiso con la causa de derrocar a todos los señores de la droga que operan impunemente en su país. Peña Nieto se vanaglorió de ser el implacable captor del capo, quien ya había escapado de una prisión de máxima seguridad en 2001. El presidente aseguró entonces que sería "imperdonable" que algo así se repitiera.Sigue a Jo Tuckman en Twitter: @jotuckman
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