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Barack Obama: En los últimos 20 años, hemos visto un cambio sin precedentes en las tasas de encarcelamiento; la población en las cárceles se duplicó. Un gran porcentaje de esta población está ahí por delitos no violentos relacionados con drogas.Actualmente hay 21 veces más delincuentes encarcelados por drogas que los que había en los años 80; hay más encarcelamientos federales por delitos relacionados con las drogas que por homicidio, asalto agravado, secuestro, robo, uso de armas, inmigración, incendios provocados, delitos sexuales, extorsión, soborno, etcétera, etcétera.* ¿Cómo sucedió esto?
Creo que había mucho miedo. La guerra contra las drogas y la epidemia de crack se convirtieron, creo, en una causa bipartidista para combatir el crimen. El encarcelamiento se convirtió en una receta simple y sencilla en la mente de mucha gente. Nadie ha perdido una elección por ser demasiado duro contra el crimen.Así que nadie se ha preguntado: ¿Es realmente apropiado que alguien que está involucrado en un delito grave por drogas, pero no violento, tenga una sentencia mayor que un violador?Lo que es interesante es que la tasa de delitos violentos disminuyó de forma constante, y los costos de encarcelamiento, obviamente, se dispararon.
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Las estadísticas son alarmantes: A lo largo de su vida, uno de cada 17 hombres blancos puede ir a la cárcel, en comparación a uno de cada tres hombres negros. ¿El sistema de justicia penal estadunidense es racista?
Creo que el sistema de justicia penal interactúa con los patrones más amplios de la sociedad de tal manera que resulta injusto y arbitrario. Todos los estudios han demostrado que el sistema está sesgado de forma institucional en algún sitio; de forma que hay una mayor probabilidad de que un joven afroamericano sea suspendido de la escuela en comparación con un joven blanco por incurrir en el mismo comportamiento disruptivo; tiene más probabilidades de ser arrestado, acusado, enjuiciado de forma agresiva y de obtener una sentencia más severa.El sistema se inclina en una dirección injusta, sobre todo cuando se piensa en delitos no violentos relacionados con las drogas. Ésta es un área donde las estadísticas están tan distorsionadas que te cuestionas si es que nos hemos vuelto insensibles al precio que tiene en esas comunidades; o si pensamos que de alguna manera es normal para los jóvenes negros o latinos pasar de esta forma por el sistema. No es normal y es algo que se tiene que tratar de pies a cabeza para que obtengamos mejores resultados.Usted ha consumido drogas. Y hoy dijo: "Mira, de joven tomé malas decisiones". A casi todos nos pasa. "Pero, sabes, yo estaba en una comunidad o tenía la capacidad de no tener repercusiones tan duras por mis errores". ¿Esta es una de las razones por las que vino hoy, porque, tal vez, usted es el primer presidente que siente empatía por las personas que están aquí?
Bueno, me gustaría pensar que otros presidentes se sienten de la misma manera, pero te puedo decir que yo siento una fuerte empatía.
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Hay muchas inversiones iniciales que podemos hacer: enfocarnos en intervenir a tiempo con los jóvenes; enfocarnos en las escuelas y asegurarnos de que las tasas de suspensión de los niños negros y latinos no sean altas.Si realmente estamos invirtiendo en su educación y están leyendo con un nivel de tercer grado cuando están en tercer grado, entonces sabemos desde un inicio que son menos propensos a entrar en el sistema de justicia penal. Si invertimos en programas de educación en las prisiones… has escuchado a esos muchachos hablar de cuánta diferencia hizo por ellos. Programas de abuso de sustancias y programas de educación.
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Programas vocacionales para prepararlos y que cuando salgan de aquí tengan un mejor futuro. Ya que, eventualmente, la mayoría de ellos va a salir de aquí.Si somos capaces de progresar en este subgrupo del problema, que son los delitos no violentos relacionados con las drogas, entonces podríamos lograr que una mayoría suficiente se enfoque en este asunto.Nada es fácil. La mayoría de las personas no están interactuando con el sistema de justicia penal, y no ven el impacto que éste tiene en sus comunidades. Parte de nuestro trabajo es sólo llamar la atención. Creo que hay suficiente empatía entre las personas de buena voluntad en todo el espectro político; podemos ser capaces de sacar esto adelante.
* A nivel federal, la mayoría de los presos lo son por delitos relacionados con las drogas. A nivel estatal, la mayoría de los reclusos están en prisión por delitos relacionados con la violencia.