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cine

Cinco películas de 2018 que deberías ver antes de que se acabe el año

Queríamos sugeriros algunas películas estrenadas este año que no deberíais perderos, luego ya haced lo que queráis. Sin presión.
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Fotograma de Suntan

Artículo realizado en colaboración Filmin.

Quedan menos de dos semanas para que se termine el año y la Red está infestada de listas de lo mejor del 2018. Quedan menos de dos semanas para que termine 2018 y, asumidlo, no vais a poder verlo, leerlo, escucharlo todo. Ni falta que hace. Pero, aprovechando el generoso y heterogéneo catálogo de Filmin, queríamos sugeriros algunas películas estrenadas este año que no deberíais perderos. Esta breve selección aspira, antes que a sentar cátedra o a que nos tengáis rabia, a descubriros experiencias cinematográficas estimulantes. Si luego os da por incluir alguna en vuestras dichosas listas, pues nada, nos encogeremos de hombros con humildad y nos alegraremos de haberos servido de ayuda.

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The Wild Boys de Bertrand Mandico

Que no os eche atrás la inclusión del primer largometraje del francés Bertrand Mandico en el primer lugar de la lista anual de Cahiers du Cinema. The Wild Boys es, sin lugar a dudas, una de las experiencias estéticas más incontestables de la temporada, otra de esas películas a las que la sala de cine les sienta increíblemente bien. Narra la travesía en barco de cinco muchachos, interpretados todos ellos por mujeres, que deben viajar a una extraña isla para purgarse tras haber cometido un crimen atroz. Así arranca una bizarra película de aventuras, dotada de una juguetona sensibilidad queer que puede remitir a Jarman y a Fassbinder, pero también a las odas al cine primitivo del canadiense Guy Maddin o a los universos oníricos del gran Raúl Ruiz.

Dawson City: Frozen Time de Bill Morrison

Uno de los temas recurrentes de conversación estos días, entre los corrillos cinéfilos, es el limitado estreno en cines españoles de una película tan poderosa visualmente como Roma de Alfonso Cuarón. Son anomalías y paradojas que cada vez van a ser más frecuentes, pero si nos tenemos que poner románticos, tiene todavía más sentido que lo hagamos con un estreno exclusivo de Filmin: Dawson City: Frozen Time, el último largometraje del artista y arqueólogo cinematográfico norteamericano Bill Morrison, que ganó el Premio Noves Visions en Sitges 2017.

Con la atmosférica complicidad sonora de los Sigur Rós y de su mezclador habitual, Alex Somers, Morrison nos permite viajar atrás en el tiempo, hasta la fiebre del oro canadiense, durante las décadas de 1910 y 1920. A partir del hallazgo de un montón de filmaciones de la época, que aparecieron enterradas en una piscina, el cineasta teje un hermoso relato de aventura y descubrimiento que es también un canto a la materia del cine, a ese celuloide en descomposición con el que Morrison ha trabajado en propuestas tan fascinantes como Decasia o The Great Flood.

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Histeria de Cataluña de varios autores

También con material de archivo, aunque en un registro muy diferente, trabaja el agitador videográfico barcelonés Kikol Grau. A modo de continuación de su previa Histeria de España, también disponible en Filmin, Grau reunió a algunos de los cineastas más singulares e irreverentes del panorama ibérico, como María Cañas, Andrés Duque o Carlo Padial, para tratar de recapitular en clave punk sobre qué diablos está ocurriendo en Catalunya. Un ensayo fragmentado y fragmentario, poblado por imágenes y personajes del pasado y del presente para, si no anticipar el futuro, al menos estar más preparados para asimilarlo.

Histeria de Cataluña haría un buen programa doble con otra película que ha cobrado nueva vida y actualidad este año y que Filmin tiene en su catálogo: en El sopar (1974-2018), Pere Portabella reunía alrededor de una mesa, el día que ejecutaban a Salvador Puig Antich, a cinco presos políticos del franquismo. Portabella ha incorporado al filme una breve entrevista que le hizo a Oriol Arau, el abogado de Puig Antich, poniendo de nuevo sobre la mesa una obra que, vista hoy, permite lanzar preguntas al presente más inmediato.

El caso Kurt Waldheim de Ruth Beckermann

Este revelador documental también surge a partir de unas grabaciones de vídeo que su directora, la austríaca Ruth Beckermann, halló casualmente en su casa. Eran fragmentos de noticiarios que hablaban del llamado Asunto Waldheim: en 1986, Kurt Waldheim, que había sido secretario general de la ONU, gana las elecciones presidenciales de su país. Durante la campaña, sale a relucir un dato que traerá cola, y es que, al parecer, el futuro presidente fue activo colaborador de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Una circunstancia más que sorprendente que le sirve a Beckermann no sólo para rescatar la historia y mostrar cómo blanqueó Waldheim esta información, sino que también reflexiona, en la era de la posverdad, sobre verdades y mentiras y sobre un relato de culpa colectiva que la propia sociedad austríaca trató de atenuar. El caso Kurt Waldheim ganó el premio del público en el último Atlántida Film Fest.

Suntan de Argyris Papadimitropoulos

Con las Navidades a la vuelta de la esquina, me ha parecido adecuado incluir esta película, que tiene como escenario un tórrido verano griego. El filme de Argyris Papadimitropoulos no deja de adscribirse a esas crisis de la mediana edad sobre las que Michel Houellebecq ha cimentado su carrera literaria: su protagonista es Kostis, un médico soltero que se obsesiona con una joven a la que conoce casualmente. Además de su astuto empleo de la música, es notable la pericia con la que Papadimitropoulos lleva esta comedia negra y triste a territorios colindantes con el cine de terror, sobre todo en un incómodo tercer acto que cierra la película dejándonos cierto mal cuerpo. Con todo, esta película de perdedores desprende una cierta frescura lúbrica que la convierte en una rareza en el seno de la nueva ola griega, tan ligada a la rigidez de sus planteamientos formales.