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Cultură

China está luchando contra los ladrones de papel de baño a través del reconocimiento facial

Hace poco, las autoridades del Templo del Cielo en Beijing instalaron nuevos dispensadores de papel higíenico que registran las caras de los visitantes para que nadie pueda usar más papel del necesario.

El Templo del Cielo de Beijing fue construido en 1420, pero ahora sus baños cuentan con la tecnología más alta. Al parecer, eran tantas las personas que estaban robando papel higiénico de los baños en el famoso sitio turístico que las autoridades sintieron la necesidad de instalar dispensadores de papel higiénico equipados con reconocimiento facial, de acuerdo con la BBC.


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A diferencia de muchos baños públicos en China, que no ofrecen papel higiénico en absoluto y requieren que la gente lleve su propio papel, el Templo del Cielo ofrecía rollos gratis para cualquier persona que utilizaba las instalaciones, haciendo que esto fuera muy atractivo para los ladrones. En represalia, las autoridades del parque instalaron seis máquinas que registran las caras de los visitantes para que nadie pueda robarse el Charmin. Si los visitantes quieren unos cuadritos de papel de baño están obligados a mirar en una pantalla durante tres segundos para que les tomen la foto. Si la gente quiere más papel, tienen que esperar nueve minutos antes de que su cara pueda accionar la máquina otra vez.

Hasta ahora ha habido diferentes reacciones hacia los asistentes robóticos de los baños. Según la Radio Internacional de China, algunos se quejan de que las máquinas se tardan demasiado en desplegar la asignación de papel para popo, y un visitante le dijo al New York Times que no distribuyen suficiente papel para hacer del baño. Sin embargo, un jubilado chino que va seguido al parque le dijo a CNN que era dinero bien gastado.

"Deberían de haberlo hecho desde hace décadas", dijo Zhang Shaomin.


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Los dispensadores robot de papel son sólo otra salvación para la "revolución de los sanitarios" que se anunció en China en 2015. El programa de 1.900 millones de dólares tiene como objetivo construir nuevas bodegas y transformar las instalaciones públicas existentes de lugares malolientes y asquerosos donde la mayoría de la gente no le jala a palacios con cajeros automáticos, televisiones y sofás. La revolución también incluye planes para que las autoridades locales castiguen a aquellos que tienen malos hábitos en los baños públicos, incluyendo la lista negra de personas que se niegan a jalarle.

"Muchas personas pasan mucho tiempo vistiéndose, pero no tienen ni un segundo para jalarle al baño", Li Shihong, subjefe de la Administración Nacional de Turismo de China, le dijo a China Daily. "La civilización del baño tiene un largo camino por recorrer en China".