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Cultură

Este tío te quiere muerto

Les Knight te quiere muerto. No ahora mismo, no es que tenga intención de enterrarte en el desierto hasta el cuello y cubrirte con miel, o de encerrarte en una fosa séptica en el sótano de su casa. No: es más sociopasivo que sociópata. A Les sólo le interesa que la palmes tranquila y felizmente de viejo; simplemente no dejes hijos detrás, por favor.

Les es el miembro fundador de VHEMT (pronunciado, vehementemente, como el bacrónimo de: Movimiento de Extinción Humana Voluntaria, léase: “Deberíamos vivir mucho y desaparecer”). Les y los suyos creen que el nivel de población humana ha alcanzado niveles muy peligrosos. Y seamos honestos, tiene razón. Es decir, ¿has intentado comprar hace poco un paquete de arroz en Somalia? ¿O conseguir acreditación para el Primavera Sound? ¡Cada día somos por desgracia más gente! No sólo eso, sino que en la cabeza de Les la especie humana lleva meándose en Gaia demasiado tiempo, lo que prueba que no nos merecemos vivir. Así que, como dice él, DEJEMOS de tener críos y dejad que el resto de los humanos disfruten sus largas y avariciosas vidas antes de perecer y dejar que se repueble el planeta. Sé que es muy difícil, pero le llamé para ver si era capaz de convencerme de que me pusiese a beber y a fumar hasta esterilizarme las pelotas.

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Les, representando a la extinción.

Vice: Hola, Les. ¿Cuándo empezó oficialmente el movimiento? ¿Estabas ahí cuando nació?

Les Knight : No. No estuve cuando nació porque empezó a la vez que la existencia humana. Sólo le puse nombre a finales de los 80.

No me queda muy claro que esto exista desde los albores de la humanidad…

Incluso antes de que nos volviésemos Homo sapiens hemos tenido conflictos terribles a causa de la limitación de recursos. En cuanto excedimos la capacidad en nuestras tribus, tuvimos que invadir las otras tribus para hacernos con los recursos que necesitábamos. Ante la inanición siempre optaremos por el asesinato. Ha pasado siempre en los episodios históricos en los que nos reproducimos hasta superar nuestra capacidad de abastecimiento, y la única solución es llevar o desplazar a alguien a una zona desocupada.

¿No es eso un ejemplo de gente que está tan desesperada por sobrevivir que incluso son capaces de matar? Eso es justo lo contrario a la extinción voluntaria.

Sí, para sobrevivir. En vez de prevenir las guerras, lo que hace falta es más control sobre la procreación para no pelearnos por la escasez de recursos. Los que procrean superan en número a los que no lo hacen, y por eso ha sucedido tantas veces a lo largo de la historia, y por lo que nos hemos convertido en una de las especies más fecundas.

¿Cuál fue tu momento de genialidad? ¿Cuándo te diste cuenta de que querías ver desaparecer a la humanidad?

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Empecé a ver problemas por todo el mundo y empecé a imaginar soluciones. Y, si llevas cada problema lo suficientemente lejos, verás que es exacerbado por el hecho de que somos más personas de las que podemos acomodarnos. La causa principal de cada problema es la raza humana. Cuando ves que mejorarán mucho las cosas simplemente eliminando una especie de la biosfera, es el comienzo, y la mejor manera de promoverlo es a través de un movimiento voluntario. Los métodos involuntarios nunca han funcionado a lo largo de la historia.

¿Crees que tu filosofía se ha hecho más o menos popular entre los procreadores desde los ochenta?

Bueno, es imposible asegurarlo, hay setenta y seis millones de participantes potenciales del VHEMT cada año, porque es ese el incremento anual de la población mundial, pero la verdad es que no crecemos al mismo ritmo. El trabajo en Internet nos ha venido de perlas para contactar con el resto. Sí, no estoy seguro de no haber convertido a nadie en un anti-procreador radical. La gente siempre se resiste a los cambios. Sólo explicando que hemos superado la capacidad total de la Tierra un cincuenta por ciento no va a cambiar la mentalidad de una pareja que desea tener hijos por encima de todo.

De esto hablamos precisamente, de humanos muertos.

¿Has notado algún incremento o descenso en el interés medio?

Va por rachas, probablemente desde que estamos a punto de alcanzar la cifra mágica de “siete billones” habrá otra oleada de interés, pero no te sé decir si va a subir o bajar. El flujo es constante.

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Vale, no te lo tomes como una vuelta atrás, pero ¡te estoy entrevistando ahora mismo! ¿Has leído Freedom de Jonathan Franzen? Uno de los personajes principales se obsesiona con el control de la población.

Ah pues no, no lo he leído.

Pues deberías, está en boca de todos ahora mismo. ¿Te topas con mucha gente que se ponga agresiva cuando oyen tus ideas, o las suelen ver como una broma?

Ambas, hay gente que se siente muy ofendida, pero lo veo prometedor porque significa que les importa y que en el fondo quieren llegar a formar parte del movimiento. Unas pocas personas lo encuentran incompatible con sus creencias religiosas, pero yo no lo veo así. Muchas religiones contemplan un futuro en el que la raza humana se extinga.

Imagina que se construye una nave espacial gigante para volar a otros planetas y poblarlos, ¿irías a bordo, o seguirías creyendo que los humanos debemos desaparecer?

Bueno, no creo que fuese una buena idea. Las condiciones de nuestro planeta son perfectas: sólo hace falta que las cuidemos. Tenemos áreas como el Sahara, donde aún hay aire y gravedad, sólo necesita un poco de agua. Poblar otros planetas no va a resolver el problema de la destrucción medioambiental de la Tierra, como tampoco sirvió la inmigración masiva a las Américas para resolver los problemas de Europa y de Asia.

Entonces ¿la mejor solución consiste en que la raza humana se reduzca a un pequeño número de pobladores del planeta que no causen efecto alguno sobre la ecología, o directamente que no quede nadie?

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Creo que la única solución de verdad es la extinción total. Si quedase al menos una pareja corremos el riesgo de volver al principio.

Una metáfora decente del efecto que causa la humanidad sobre el planeta.

Me da la impresión de que sientes una gran admiración por todo tipo de existencia -incluyendo la de teóricos planetas- salvo por la gente.

Si la humanidad no causase la extinción de otras especies, no me importaría. Yo admiro muchísimo la especie humana, seguramente más de la cuenta porque formo parte de ella, pero no significa que debamos existir hasta la eternidad. Podemos vivir nuestras vidas lo mejor que se nos ocurra y después morir. Si cada día hubiese menos gente, tendríamos más de todo y viviríamos mejor.

Vale, pero decidir quién muere y quién no sería un fastidio más para todo el mundo, y causaría mucho dolor. ¿Te han confundido alguna vez con alguien capaz de salir ahí fuera a matar bebés y a esterilizar a todo el mundo?

Por supuesto, en lo primero que piensan cuando oyen hablar de nuestro movimiento es en el suicido masivo o en el asesinato. Pero nuestra meta es dejar de procrear. Ningún país, salvo China, tiene una política de control de natalidad. Por todo el mundo se obliga a las mujeres a procrear: les deniegan el servicio anticonceptivo. Creo que la igualdad de género es un prerrequisito para todo. Sin la igualdad de género, los hombres nunca dejarán que las mujeres usen anticonceptivos. Hay que detener la esperanza de vida. Australia destina miles de dólares para promover la natalidad.

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¿No te desquicia ver el fetichismo de la paternidad y especialmente de la maternidad en el Oeste? Es como si ser padre fuese la cosa más importante del mundo por encima de cualquier idea política o filosófica. Puedes soltar por la boca cualquier locura paranoica siempre que sea desde la perspectiva de “una madre”. La maternidad se ha convertido en una especie de conservadurismo, un arma ideológica imposible de cuestionar.

Sí, es verdad; parece ser también la motivación de todos los movimiento verdes. Dicen que es por el bien de nuestros hijos. No se dan cuenta de que los bosques están siendo deforestados porque cada vez se necesita más madera. Me entristece que a la gente la condicione creer que tener hijos lo es todo en la vida.

¿Crees que estamos a punto de alcanzar un punto crítico en el que será innegable que somos demasiadas personas en el planeta, y que los ricos y los poderosos impondrán controles de población?

La verdad es que espero que no. Ahora se nos anima a “quedarnos en dos”, como dice el Centro de Demografía del Reino Unido. Pues no es suficiente, hay que parar de una vez por todas. “Quedarnos en dos” significa incrementar la población. Pero para responder a tu pregunta: sí, sí me creo que se puedan llevar a cabo medidas drásticas para limitar la libertad de reproducción.

Mi amigo está convencido de que el Nuevo Orden Mundial pone alguna sustancia en el agua potable que hace que nuestro esperma se vuelva puré de patatas, ¿tú qué crees?

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Bastante improbable.

¿Cuánto tendrá que pasar hasta que se convierta en algo innegable?

La capacidad humana para negar la obviedad es ilimitada. A la gente le resulta un paradigma reconocer que la escasez de alimentos no es una cuestión política, que la escasez de agua no es porque no cabemos lo suficientemente hondo. Vamos camino del colapso de la civilización. No digo que tenga que ocurrir, pero es lo que estamos provocando.

Entonces, ¿hay algo práctico que pueda hacer para ayudar en esto?

Lo más significativo que puede hacer una persona es negarse a incrementar la raza humana. En el Reino Unido se preservarían 6.1 hectáreas de hábitat de vida potencial si dejásemos de procrear ahora mismo.