El Senior Bowl: el concurso de belleza de los jugadores

Nada te motiva a levantarte a las 8:30 de la mañana como ir a ver a cientos de hombres desfilar en calzones frente a una sala colmada de cazatalentos y medios de comunicación. Es la primera vez que voy a Mobile, Alabama, para el Senior Bowl, "el juego de americano único en Estados Unidos y el evento donde se muestra a los mejores jugadores colegiales", traído a todos ustedes gracias a los chocolates Reese's. El pesaje es el primer evento de la semana. Jugador tras jugador se para tan derecho como puede, mientras un cazatalentos, parado de puntas, mide su altura frente a un panel; después el jugador es llevado a la báscula para ser pesado. Un par de scouts con micrófonos anuncian cada medida, dos veces.

"Cada año se pone más extraño", me confiesa un miembro de los medios.

Shawn Oakman, DE, Baylor 6 foot 7 and change, 269, not comp genned. pic.twitter.com/WIapXpw9Kf
— Michael Tanier (@MikeTanier) enero 26, 2016

Como evaluadores de talento, a los cazatalentos le gusta pensar que el pesaje importa por varias razones. Para bien o para mal, algunos equipos han decidido que hay un mínimo de características físicas para ciertas posiciones. Por jemplo. Los Seahawks actuales no seleccionan a conerbacks con brazos menores a 81 cm. (Dichas medidas —el largo de los brazos y el tamaño de las manos— son tomadas y distribuidas en la sala antes de que los jugadores desfilen como si estuvieran en un mercado de carne).

Los scouts siempre buscan cuerpos que estén "al límite", por así decirlo. Se cree que los jugadores que no pueden ganar más peso, tendrán problemas para soportar el castigo de la NFL. Buscan jugadores que los equipos listan con proporciones generosas en sus guías interactivas: el chico de 1.82m que había sido reportado en 1.84m. El jugador de 95 kilos que pesa 106kg y tiene la panza para demostrarlo.

Aún más importante —algo que se convertirá en tema de conversación esta semana— los cazatalentos buscan los casos atípicos: jugadores que sobresalen por sus medidas, su juego, o sus entrevistas. Los evaluadores de talento en el Senior Bowl son como los plomeros que golpean la tubería con una llave inglesa para ver si algo está fuera de lugar.

Los equipos de la NFL lo hacen porque apostarle a las selecciones colegiales, especialmente en las rondas más alejadas, es similar a encontrar un oasis en el desierto. Si encuentras una joya en cuarta ronda, no sólo añades un buen jugador más a tu equipo, sino que también tienes tres o cuatro años de sólida producción, que a su vez libera espacio en el tope salarial para gastar en producción por encima del promedio en otro lugar.

Y aquí seguimos todos, viendo a jugadores incómodos por tanta medición por los scouts, escuchando murmullos como "No tiene nalgas" (sí, el tamaño del trasero de un hombre en realidad importa en el americano), o intentando proyectar físicos ideales. El torso del jugador de Utah, Jason Fanaika es básicamente puras piernas —¿Qué significa esto para su futuro? ¿Cómo deberíamos sentirnos por el punter que tiene un tatuaje en su esternón?

No tienes que ser el hombre más atlético en la sala para llegar a un equipo —por cada foto del marcado Logan Thomas, existe aquella imagen famosa de Tom Brady modelando su calzón—, aunque nadie en el pesaje estuvo pasado de peso, como en años pasados. Los chistes de Terrence Cody serán recordados profundamente por la audiencia fanática, pero eso no pasará hoy. El evento ha crecido tanto que los jugadores están conscientes de que necesitan dar su mejor impresión.

Hay cosas que uno aprende de los jugadores en el pesaje, cosas que de hecho son necesarias en el campo. El punto grotesco que todo equipo de la NFL está dispuesto a alcanzar para encontrar el extra en un jugador no tiene porqué sorprendernos. Después de todo, se trata de una liga que contrata investigadores privados para vigilar a jugadores hablando en público. El pesaje sólo conjunta todo ese horror en una sala.

La NFL crea espectáculos grotescos tan seguido que prácticamente se ha convertido en su filosofía de operaciones —es sólo la forma en que hacen las cosas—. Sin embargo, tener la oportunidad de verlo personalmente y de cerca —presenciar el cambio de humor de la sala por cierta característica física— es suficiente para convencerte que los cazatalentos realmente creen en todo esto. Lo consideran un paso importante del proceso. Esto no lo hace para nada válido, no obstante es una realidad.

Para los jugadores ser exitoso en la NFL significa estar a la altura de dichas expectativas una y otra vez. El pesaje del Senior Bowl es apenas el primero de muchos pasos y, posiblemente, el más extraño.