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La nueva generación de casamenteros millennials quieren ayudarte a tener éxito en Tinder

Muchos afirman que el romance esta muerto en la generación de los millennials. Sin embargo, los casamenteros ven un panorama totalmente distinto.

Laurie Davis, el dueño de eFlirt, combina herramientas de internet y del mundo real para encontrarle pareja a sus clientes. Foto por Bonnie Turtur.

"No se vean para tomar un café", dijo Sasha Silberberg, la casamentera de 24 años de OKSasha, me dijo sobre mi próxima cita. "Es lo que hacen todos. Qué aburrido. Hagan algo más interesante".

Siberberg, que se pone brillitos en el rostro para las reuniones y usa palabras como "chido" y "relax", no es lo que imaginé cuando programé una cita para conocer a una casamentera. Pero eso es justo lo que quiere, parecer una amiga y no una casamentera.

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Silberberg, al igual que el grupo cada vez más grande de "casamenteros millennials", está usando una nueva estrategia para juntar a la gente. En esa época en la que las apps como Tinder y Grindr parecen haberse apoderado del mercado de la relaciones, Silberberg quiere traer de vuelta la interacción entre dos personas cuidadosamente seleccionadas según el criterio de un experto. Por eso, ella y mucho otros están creando un nuevo mercado de servicios de formación de parejas para millennials y por millennials, que en realidad busca complementar estas apps en vez de reemplazarlas.

"La gente me busca porque hago que conocer gente sea divertido sin dejar de ser uno mismo", me dijo Silberberg. "Si no eres tú cuando buscas pareja, va a ser muy difícil descifrar lo que buscas".

Los casamenteros millennial de hoy (muchos ni siquiera se hacen llamar casamenteros, prefieren usar "coachs" o "cupidos") son más bien amigos objetivos. Algunos, como Laurie Davis de eFlirt, revisan los perfiles en línea de sus clientes para ayudarles a encontrar candidatos preliminares. Otros, como Sofi Papamarko de Friendof a Friend Matchmaking, trabajan sin usar nada de redes sociales y busca entre sus propios conocidos o entre los conocidos de otros clientes. Siberberg, que solía trabajar como chofer de Lyft en San Francisco, a veces le busca pareja a las personas que conoció en Lyft.

Normalmente se imaginan que soy como su tía y no como su amiga cool que les lleva apenas unos cuantos años. —Sofi Papamarko

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"Los millennials buscan alguien que los guíe", dijo Christina Weber, casamentera y fundadora de Underground Unattached, un servicio que organiza sesiones intensivas de tres horas y sin celular con un grupo reducido de personas para que éstas se conozcan. "Creo que nunca se nos enseña cómo relacionarnos con la gente. Es una deficiencia gravísima en nuestra educación. [Los millennials] están un poco confundidos con la forma de tener una relación mientras se enfocan en construir una trayectoria profesional. Quieren tener una relación pero no saben cómo".

Igual que las casamenteras de la vieja escuela, revisan su base de datos de clientes y te programan una cita pero en vez de enfocarse en el matrimonio y el dinero, buscan a una persona con la que te vas a divertir. Las casamenteras millennial también utilizan una combinación de intuición y logística, como la ubicación y los intereses. ¿Eres famoso en Tumblr y te encantan los memes? ¿Ves Huang's World y estás obsesionado con el juego Neko Atsume? Estas casamenteras jóvenes tienen un amante para complementarte con todo y tu excentricidad, mientras que las casamenteras clásicas no saben ni qué es Snapchat.


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Claro, para la mayoría de los millennials, contratar una casamentera parece antiguado e innecesario. Estamos acostumbrados a hacerlos solos (o con la ayuda de nuestros iPhones). Contratamos quién nos haga la limpieza don Handy, encontramos dónde dormir en Couchsurfing y rentamos autos con Car2Go. Los servicios de las casamenteras pueden ser caros (un año con Papamarko cuesta 4,600 pesos para los hombres y 6,500 para las mujeres; los paquetes de Silberberg cuestan arriba de 18 mil pesos) mientras que las apps como Bumble y Scruff no tienen ningún costo.

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Pero Siberber y Weber insisten en que navegar el mundo de la relaciones por cuenta propia puede resultar abrumador y muchos jóvenes ni siquiera saben qué es lo que buscan en una pareja.

"Los millennials son educados y se la pasan practicando cómo pensar con su cerebro pero al buscar una pareja se ven involucrado el corazón y los sentimientos", dijo Davis. Davis, quien asegura haber emparejado con éxito a más de 100 parejas (incluyendo unas que ya hasta están casadas), dijo que tener un coach le da a los millennials las herramientas y la información para encontrar a la persona que buscan, ya sea a través de apps o en el mundo real.

Uno de los eventos que organiza OKSasha. Foto cortesía de Sasha Silberberg.

Las citas que organizan los casamenteros son más seguras que las que organizas en Tinder. Es menos probable que la persona que presente la casamentera se desaparezca o resulte ser un homme fatale porque los estándares de personalidad confiabilidad son más altos.

Lisa Marion, una chica que encontró a su novio actual gracias al servicio de una casamentera millennial, me dijo que al principio se le hacía raro contratar a alguien para encontrar pareja. "Sonaba anticuado, ñoño, demasiado caro y aterrador", explicó. Pero cuando descubrió a Papamarko y Friend Matchmaking, se dio cuenta de que era como si una amiga te buscara pareja. "El precio era accesible para alguien como yo y ella se veía muy agradable".

"Estoy segura de que hay casamenteros de mente abierta, intuitivos y brillantes. Pero creo que son pocos", dijo Papamarko, que tiene 35 años de edad. "A la gente le gusta que yo sea más joven que los casamenteros tradicionales. Normalmente se imaginan que soy como su tía y no como su amiga cool que les lleva apenas unos cuantos años".

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Adam Anklewicz y Melina Condren estaban teniendo muchas dificultades para encontrar pareja cuando contrataron a Papamarko. Anklewicz llevaba a su cupido a bares pero nunca funcionó. Condren estaba desilusionada de los mensajes que recibía en las redes sociales porque la mitad eran "asquerosos" y la otra mitad parecía que eran "mensajes genéricos que envían los hombres a todas las mujeres menores de 35 años de edad para ver quién responde".

Anklewicz se registró en diciembre de 2013 y conoció a Condren en junio de 2014, después de ir a varias citas que organizó Papamarko. La pareja fue todo un éxito y siguen juntos desde entonces.

"El proceso fue fácil y divertido", dijo Condren. Anklewicz dijo que "confiaba en ella porque me conocía bien y soy amiga de otros de sus clientes. La inversión ni siquiera fue una grande y la recompensa fue enorme".

Marion añadió que "gracias a la barrera económica al principio, los casamenteros como Sofi tienen clientes más serios y de alta calidad en su lista. Ella busca en el pajar para encontrar la aguja perfecta para sus clientes".

Y aunque muchos afirman que el romance esta muerto en la generación de los millennials, los casamenteros ven un panorama totalmente distinto.

"Las encuestas realizadas a los millennias revelan que los jóvenes sí desean tener una pareja", dijo Jasbina Ahluwalia, quien dirige el servicio de formación de parejas Intersections Match by Jasbina. Ahluwalia puntualizó que los millennials son hijos de los baby boomers, la generación con la tasa más alta de divorcio.

"Entiendo que estén hartos", dijo. "Pero el amor es algo que la mayoría de nosotros busca. Conectarse, sentir que alguien te apoya cuando vas al doctor y tienes que dar los datos de a quién llamar en caso de emergencia. Creo que es algo universal. Ni siquiera los millennials están exentos de eso".

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