Eva Angelina, de actriz porno a agente de bienes raíces

Foto cortesía de Eva Angelina.

Probablemente conozcan a Eva Angelina por alguno de sus muchos galardones, como el premio AVN por el Mejor Striptease, entre otros. Sin embargo, desde que obtuvo su certificado como agente de bienes raíces en mayo, ahora intenta vender propiedades en lugar de sus tetas.

“Como hay demasiadas estrellas porno y no hay suficientes productoras, es muy difícil ganar dinero”, dijo Angelina cuando nos sentamos a platicar sobre su nueva carrera.

La estrella porno con 11 años de experiencia vive ahora con sus hijos en Orange County, California, donde centra toda su atención en tener un trabajo estable. Escogió la industria de bienes raíces porque desde pequeña le gustaba ver casas cuando acompañaba a su mamá, quien también trabajaba como agente de bienes raíces. “Soy la clase de persona que cuando ve el anuncio de una casa en venta, dice: ‘¡Oh, vamos a ver!’”, dijo Angelina. Así que cuando su novio la animó a obtener su certificado de bienes raíces, le pareció una idea brillante.

Aunque Angelina todavía no ha ganado ni un centavo como agente de bienes raíces, espera que esa situación cambie este año. Como su transición de estrella porno a agente de bienes raíces generó mucho interés en mí, decidí reunirme con ella y hablar sobre el negocio inmobiliario, la industria porno y de por qué planea ponerle un DIU a sus hijas.

VICE: ¿Cómo va tu búsqueda de clientes?
Eva Angelina:  Conocí a un par de clientes en Instagram y Twitter, pero aún necesito encontrar una manera eficiente para reconocer a los fans que sólo quieren conocerme de los que en serio están interesados en la compra. Ya van dos veces que caigo. Por suerte, la empresa donde trabajo es muy buena y el líder del equipo siempre se asegura de que no me pase nada. Le permito interrogar a las personas para averiguar sus intenciones y es de mucha ayuda porque es un chico muy insistente.

¿Tu carrera porno ha contribuido a tus ventas como agente de bienes raíces?
Todavía no he vendido nada. Creo que tengo que alejarme de la identidad de Eva porque sólo me dificulta más las cosas. Ser quién soy atrae a cierto tipo de personas. Es algo que me da esperanza pero es falso. Me hace sentir muy desconfiada, por eso necesito ser muy cuidadosa.

¿Todavía participas en grabaciones o ya te dedicas por completo al negocio de bienes raíces?
Ahora salgo en videos lésbicos y bailo, pero sólo lo hago un fin de semana al mes. Es una manera de sobrevivir. Puede pasar todo un año antes de que obtenga ganancias de bienes raíces. Me gustaría ser millonaria como todos creen que soy, pero es algo muy alejado de la realidad.

Hablas muy bien de la industria porno, ¿la extrañas?
La extraño por la experiencia que tengo pero a la vez no, porque seamos realistas: no se puede hacer lo mismo con un ano que con una vagina. No sé ustedes, pero el mío es pequeño. No soy la clase de persona que dice, “¡Voy a hacer popó, listo!”

¿Qué fue lo más difícil de tu transición a este nuevo sector?
Estoy muy acostumbrada a que me paguen al instante. Usualmente grabamos nuestras escenas y nos vamos del set con un cheque. Durante mi trayectoria de 11 años, siempre tuve el control y el apoyo de mis colegas, además de que podía decidir cuánto dinero quería ganar. El sector de las bienes raíces es mucho más discreto y yo estoy acostumbrada a que todo el mundo me vea.

¿Crees que cada vez hay más tolerancia hacia los actores porno?
Sí, en especial en el mercado de bienes raíces. Me han recibido muy bien en Westwood y Newport Beach, en el Condado de Orange. Me encanta ir al centro comercial Irvine Spectrum pero tengo que evitar que mis hijas vean el carrusel porque, apenas lo ven, tenemos que subirnos seis veces.

¿Tus hijas entienden tu trabajo anterior?
Aún no. Todavía son muy jóvenes. Cuando ven una película donde los actores se besan y se tocan, dicen: “¡Ah, es una película desnuda!”, y yo les digo: “Sólo se están besando porque se quieren mucho”.

¿Qué consejos les vas a dar a tus hijas cuando crezcan?
Apenas empiecen a ovular les voy a poner un DIU. A mí no me dolió, aunque supongo que es por que mi cérvix ha recibido un trato rudo, creo que tengo callos en la vagina. Cuando tenía 13 años, tomaba pastillas anticonceptivas pero no era lo suficientemente responsable para tomármelas todos los días. Los niños van a tener sexo; es algo inevitable. Es nuestro deber asegurarnos de que no arruinen sus vidas. Un padre de 13 años es un niño que tiene un niño.

¿Qué opinas de la industria porno ahora que cambiaste al sector de bienes raíces?
Cuando entré a la industria del porno, mi objetivo era volverme un ícono sexual. No se trataba del dinero. Quería que todos vieran lo mucho que me gustaba el sexo. Mi papá me decía “ninfómana” cuando tenía 14 años. Algunos me llamaban para pedirme consejos sexuales y cuando mi papá escuchaba la conversación, yo le decía: “Sí, papa, ya he hecho eso”. Mi papá también es adicto al sexo, entonces no puede decirme nada.

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