Comida

Este japonés enfrenta cargos por vender cerveza norcoreana de tres dólares por 148 dólares

El aparentemente inocente negocio de revender una cerveza violó la Ley de Cambios y Comercio Exterior de Japón.
Bettina Makalintal
Brooklyn, US
ÁG
traducido por Álvaro García
cerveza norcoreana
Foto vía el usuario de Flickr SHIBORISAN

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

El mundo de la cerveza artesanal, con sus botellas y latas conocidas como "ballenas blancas", ha generado un mercado de reventa tan próspero que una sola botella de Vanilla Bean Assassin de Toppling Goliath supuestamente se vendió por 5,000 dólares. En vista de que las cervezas raras alcanzan altas tasas de reventa, los oportunistas quieren un pedazo del pastel.

En octubre pasado, un hombre japonés —cuyo nombre no ha sido revelado— hizo un viaje a Shanghai y compró una botella de cerveza Taedonggang, elaborada por una cervecería estatal que comenzó en 2002 después de que el gobierno norcoreano comprara una cervecería inglesa y luego la volviera a montar en Pyongyang. La Taedonggang es una de las cervezas más conocidas de Corea del Norte, pero sus exportaciones son limitadas y se venden en pequeñas cantidades en China desde 2016. Fue en ese lugar que el hombre compró la botella de cerveza norcoreana por aproximadamente tres dólares, la escondió en su maleta y regresó a su hogar. Después la subastó en internet por 148 dólares, según informó el periódico japonés The Yomiuri Shimbun.

Sin embargo, tras las pruebas nucleares de Corea del Norte de 2006, Japón prohibió las importaciones y exportaciones del país. Sin la aprobación del Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón, llevar la botella de Taedonggang a Japón fue un acto no autorizado. Debido a esa venta y la supuesta venta de otras tiendas de comestibles de Corea del Norte, según el Shimbun, la policía japonesa presentó cargos contra el hombre por sospecha de violación a la Ley de Cambios y Comercio Exterior.

El mundo del comercio de cerveza en internet tiende a funcionar como un "mercado gris", pero en este caso, la ley es clara respecto a la prohibición de su venta en Japón. Aún no está claro qué pasará con el hombre, uno se pregunta si esa ganancia de 145 dólares realmente valió la pena.