Fotografía vía usuario Flickr Milkfactory
Al principio sabe rico, pero después de tres bocados habrías elegido comer mierda. Cierras los ojos y te imaginas que en vez de hierba estás comiéndote aquella hamburguesa de seitán que tan mal sabor tiene a pesar de que en el envoltorio ponga “receta mejorada”. Tampoco así mejora mucho y decides taparte la nariz y tragar de golpe como cuando eras pequeño y te obligaban a comer las albóndigas en el comedor.Una vez superada la ingesta prosigues el viaje pensando que ya nada peor te puede pasar. Pero cuando menos te lo esperas: ¡BOOM! Pinchazo. La furgoneta de decimocuarta mano en la que viajáis no da para más. No tienes ni idea de cambiar una rueda y parece que nadie de tu alrededor tiene la capacidad para hacerlo. Así que decides
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