Salud

Los gatos se están hartando de estar confinados con sus dueños

Algunos incluso se están volviendo agresivos.
Algunos incluso se están volviendo agresivos.

Este artículo se publicó originalmente en VICE Francia.

A pesar de los meses grises que hemos pasado, quedarnos en casa durante todo este tiempo no ha sido tan terrible para mucha gente que tiene mascotas. Tal y como se descubrió en un estudio publicado por la revista científica PLOS Medicine, nuestros peludos amigos, ya sean gatos, perros, conejos o mapaches, nos han ayudado enormemente a soportar el día a día y, por lo general, a mejorar la salud mental durante el confinamiento. “Tener una mascota parece reducir algunos de los efectos psicológicos más dañinos del confinamiento”, decían los autores del estudio.

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Sin embargo, parece que algunos animales, especialmente los gatos, no han disfrutado tanto. Quizás sea porque, para los gatos, es un poco deprimente ver a sus dueños holgazaneando por la casa todo el día. “Obviamente, la gente que tiene mascotas ha estado muy contenta de tener compañía y no estar sola”, explica la Dra. Titeux, veterinaria especialista en comportamiento animal. “Pero si las mascotas pudieran responder a un cuestionario, algunas dirían: ‘Tengo que aguantar a este estúpido que no deja de darme golpecitos todo el día. No puedo más’”.

En los últimos meses, las redes sociales se han visto inundadas de anécdotas de gente con gatos que parecían sufrir “depresión” (o que se habían hartado de mirar todo el rato a sus dueños). Una señora que tenía cuatro gatos dijo en una entrevista a Vox que uno había empezado a “chocarse con la pared” y los cuatro “bufaban y aullaban”. Como era de esperar, nuestros amigos felinos ven esta nueva normalidad como “una experiencia estresante”, decía en el mismo artículo M. Leanne Lill, profesora de medicina veterinaria del comportamiento de la Universidad Estatal de Ohio.

Sin embargo, la Dra. Titeux, graduada por el Colegio Europeo de Bienestar Animal y Medicina del Comportamiento, dice que el término “depresión” no es apropiado para los animales. “La verdad es que los animales nunca han demostrado realmente depresión. Lo que llamamos depresión en los animales es en realidad una especie de ‘resignación’”, explica. “Básicamente, el animal se encuentra en una situación en la que no puede adaptarse, así que en su lugar entra en un estado de apatía. Quizás se quede holgazaneando en una esquina o se coma la comida, pero no hace nada más”.

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La Dra. Titeux dice que no se ha encontrado con muchos casos de gatos “resignados” en la zona de París donde tiene su consulta. “Pero, desde el primer confinamiento, he visto muchos gatos que se han vuelto agresivos con sus dueños. Llegué incluso a ver a personas que querían sacrificar a sus gatos porque no paraban de atacarlas”. Según la Dra. Titeux, este tipo de comportamiento en los gatos tiene una causa obvia: el confinamiento, y más específicamente, estar constantemente encerrados con sus dueños. Aquellos que se han visto más afectados son los gatos domésticos que no pueden salir de casa y se ven obligados a convivir todo el día con sus dueños.

“Algunos gatos están hartos de los humanos. Se vuelven locos estando todo el día atrapados con ellos”, dice la Dra. Titeux, que también ha observado un aumento en los casos de gatos que muestran comportamientos repetitivos, como lamerse y rascarse en exceso o “signos de angustia”. También ha visto más gatos que atacan a sus dueños o arañan cosas obsesivamente.

Es importante señalar que no estamos hablando de todos los gatos. “No deberíamos generalizar”, dice la Dra. Titeux. “Hay muchos gatos que aman a sus dueños y disfrutan jugando con ellos. Obviamente, esos gatos han estado encantados. Pero hay gatos que no tienen una relación cercana con sus dueños y cuando acaban atrapados con gente que insiste en interactuar con ellos todo el tiempo, bueno, no sale muy bien”.

Para los felinos antisociales, no hay una solución milagrosa. “A veces, damos fluoxetina a los gatos, un ingrediente del Prozac [antidepresivo]. Eso puede reducir la agresividad”, dice la Dra. Titeux. “Pero, solo porque les demos medicamentos antidepresivos que las personas toman, no quiere decir que estén realmente deprimidos”.

Para aquellos que tienen un gato infeliz por el confinamiento, una solución, si se puede, es cambiar el entorno del gato. Otra, cambiar la forma en la que interactúan con él. “Un buen comienzo es dejar que venga a ti”, aconseja la Dra. Titeux, que generalmente tarda una hora en diagnosticar a un gato y encontrar una solución. “Para el dueño, parece que el gato ataca sin razón, pero yo intento explicárselo, para que vea de dónde viene ese comportamiento: el gato necesita espacio”.