Mientras el resto de los bancos del mundo, centros comerciales y edificios con oficinas protegen sus traseros con donas geriátricas, la tarea de mantener el orden civil en China suele recaer sobre los hombros de jóvenes como estos.Según el fotógrafo Iain Bonner, los adolescentes bao ans (guardias de seguridad) están por todos lados, regularmente dormitando en el sol o fumando con sus cuates. La improbabilidad de que estos querubines resulten apabullantes para alguien hacen que Iain se pregunte si no están ahí sólo para cuidar las apariencias, lo que nos parece una triste pérdida de tiempo.
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Aunque sí dan la pinta de ser eficaces. Te retamos a que mires estas fotos y pienses en cometer un crimen que supere el primer grado de un pellizco de mejillas.
