Cómo sobrevivir con tu sueldo de mierda

A nadie le cae mal un poco de dinero extra. Desde los jóvenes que buscan trabajos de verano para poder enfiestar, hasta los multimillonarios que tienen más dinero que países enteros. Pero a diferencia de estos últimos, la mayoría de las personas en México tenemos sueldos que nos obligan a ingeniar sistemas de supervivencia quincenales en los que cualquier error puede significar la diferencia entre invitarle unos tragos a tus amigos o tener que hacer una dieta de arroz hervido y agua hasta que llegue tu próximo pago. Si eres freelance el nivel de dificultad aumenta. El arte de estirar el dinero y sobrevivir con el mínimo posible se aprende y perfecciona con el tiempo, pero como es muy poco probable que de un día para otro tengas el doble de plata, aquí hay algunos consejos para que aproveches al máximo tu salario mierdero.

Vivienda

La opción más barata para vivir es hacerlo en casa de tus papás. Pero algún día querrás hacer fiestas, llevar a alguien a dormir, llegar a las cinco de la mañana sin tener que entrar sigilosamente y vomitar el escusado a mansalva sin preocuparte de que alguien se resbale y muera desnucado; es entonces cuando te vas a querer salir de ahí. Rentar un departamento sería lo ideal, si no te importa no comer ni salir jamás, así que la opción más viable es rentar un cuarto en un departamento compartido con roomates. Con ellos vas a dividir los gastos de la renta y de los servicios (que para tu conocimiento son luz, internet, gas), además de que si escoges bien, vas a tener con quién cotorrear de vez en cuando sin que esto se vuelva una obligación. Solo asegúrate de que tus roomates no sean una basura antes de mudarte con ellos.

Lo siguiente es escoger en dónde vivir. Lo mejor es que sea cerca de tu trabajo para que te puedas mover a pie o en bicicleta, y así evitar gastos de transporte. Si la zona donde trabajas es muy cara, o simplemente te caga y no quieres vivir ahí, busca un lugar de donde te puedas transportar fácilmente; entre menos gastes en llegar al trabajo, mejor. El transporte público siempre es buena opción.

Comida

Ahora que tienes donde caerte muerto, tienes que pensar qué vas a comer. Aunque parezca tentador vivir con frituras, refresco y sopas instantáneas, probablemente no sea lo mejor para tu salud. Hay una diferencia entre comer y nutrirse. Hay maneras de comer bien sin gastar mucho dinero. Compra en los mercados lo que puedas; los precios por lo regular son más baratos que en los supermercados. Compra pasta: no caduca y te saca de un apuro, sabe bien con un poco de salsa de tomate o mantequilla y es fácil de preparar. (Ojo, no abuses de la pasta: si cambias tu ritmo de vida de andar de un lado a otro en la escuela todo el día, a una vida sedentaria de oficina puedes subir de peso radicalmente). Compra la fruta de temporada; es más fresca, más barata y más sabrosa.

¿Recuerdas todos esos cupones que te dan en la calle o mientras caminas por una plaza y que terminan en el primer basurero? Pues resulta que a veces los cupones tienen promociones que valen la pena. No porque compres 12 latas de atún significa que te las tengas que comer en una tarde.

Aprenderás a apreciar las visitas de tus padres. Como probablemente pasaron lo mismo que tú, saben que tu despensa y tu refrigerador están vacíos o llenos de condimentos sin comida con que acompañarlos. Así que aprovecha. No le niegues la comida a tus papás y trata de no desperdiciar nada; las sobras —cuando te compran kilos de comida— son para que la guardes y las comas después.

También es bueno encontrar un lugar de comida barata cerca de tu trabajo. Como no siempre puedes cocinar o te da hueva comer pasta con atún todos los días, es bueno conocer los alrededores para saber dónde comer con 20 pesos o los mejores caldos para bajar la cruda. Ubica tu puesto de birria "al estilo Jalisco" más cercano. Puedes comprar un consomé por cinco pesos, y un taco por diez, o un puesto de quesadillas de 12 pesos. También localiza una fonda con televisión para ver los partidos importantes o unos tacos de banqueta; nunca sabes cuándo te sacará de un apuro conocer el menú de tu cuadra.

Fiesta

¿Para qué es el dinero si no para salir el fin de semana a embrutecer tus sentidos mientras te empinas tu salario en un bar? Con las necesidades básicas cubiertas, es hora de pensar en el reven. Esto se resuelve con una palabra: Caguamas. Son baratas, abundantes y más amigables con tu bolsillo y el medio ambiente. Además las fiestas caseras siempre son una buena opción. Si la haces en tu casa, tus invitados te ofrecerán, como tributo por darles un techo bajo el cual desbaratarse, alcohol gratis. Además, muchas veces quedan restos de alcohol que te puedes tomar en la semana o guardar para después. Tus épocas de "el ron me da asco" terminaron. Ahora tu trago preferido es el gratis.

Pero también es bueno cambiar de ambiente para ir a un bar o un club y dejar de ser un ermitaño. Es hora de sacar esos restos de alcohol de la fiesta que hubo en tu casa y emborracharte antes de llegar a tu destino, en donde el alcohol será considerablemente más caro. Trata de llevar efectivo para poner un límite a lo que quieres gastar sin que tu borrachera te haga comportarte como si no tuvieras 12 latas de atún guardadas en tu casa porque estaban en promoción.

En cuanto a las drogas, no todos los estupefacientes son tan caros. Lo más barato son los inhalantes, el crack y la mota culera, pero bueno, tampoco se trata de que dejes tu trabajo y asesines a tu jefe, así que llévatela tranqui. A veces los botiquines de nuestros padres y abuelos son tesoros escondidos. Hurga por ahí, cualquier cosa que termine en "pam" será una deliciosa benzodiazepina que triplicará el efecto del alcohol, por lo que acabarás noqueado con mucho menos alcohol y ansiedad. ¡Nunca quedar tirado en el piso de las fiestas fue tan económico y divertido! Pero claro, sólo es una opción. También puedes hacer una vaquita con tus amigos para comprar droguitas más sofisticadas.

Aunque la verdad, lo ideal sería que encontraras una buena combinación que te permita llevar la fiesta a gusto sin acabarte tu dinero en tacos y martinis. En todo caso deberías hacer un presupuesto para limitar tu fiesta antes de que estés demasiado loco para hacerlo.

Entretenimiento

Ahora que trabajas y de todas formas sigues siendo pobre, las fiestas de una semana de duración terminaron. Esto significa que la mayoría de los días vas a regresar a tu casa después del trabajo y vas a querer tener algo que hacer ahí. Consigue una tablet y descarga libros en internet. O visita librerías de usado. Puede que no tengas dinero, pero serás rico en historias y cultura para impresionar a tus amiguitos.

Si no quieres volverte loco, probablemente querrás escuchar música o tener algo que ver. Internet es la mejor opción. Habla con tus roomates para dividir el costo o, en su defecto, págale una renta a tu vecino por usar su wi-fi; es muy probable que acepten recibir dinero de alguien que fácilmente podría hackear la clave y usarlo gratis.

Si tienes tele, bien. Compra un cable para conectar una computadora y tendrás un centro de entretenimiento en donde podrás ver cualquier contenido que se encuentre en internet. Baja algún servicio de películas y series gratuitas y nunca tendrás que preguntarte en qué matar tu tiempo. Así, además, tendrás un plan perfecto para una cita romántica en la que sólo tendrás que gastar en unas palomitas, una caguama y condones (puedes conseguir condones gratis en el centro de salud más cercano).

Pareja

Quizá tener pareja no sea la mejor idea bajo ninguna situación. Pero si a pesar de tener un salario mierdero quieres caminar por la calle tomado de la mano de otra persona, puedes hacerlo sin que signifique dejar de comprar jabón o esos bomboncitos que tanto te gustan. Tu pareja puede ser una alcancía sin fondo o un apoyo para pasarla bien sin gastar, dependiendo de cómo lo manejes.

Dividan gastos. Es muy probable que la persona con la que sales tenga un salario parecido al tuyo, y que no sea extraña al rito de tomar alcohol guardado y ver películas en la computadora. Aún así, si quieres impresionar a tu corazoncito y no dejar que toque su dinero, tampoco te acabes el tuyo.

Hay muchos planes divertidos en los que no necesitas gastar. Además de los atractivos culturales gratuitos que hay en cada ciudad, los espacios públicos representan el mejor lugar para una cita, como hacían nuestros papás y nuestros abuelos. Ve a un parque. Salgan a caminar, patinar o a andar en bicicleta. Alimenten palomas y tomen fotografías. Además de que no vas a gastar más de 100 pesos, invitando todo, este tipo de cosas son más memorables y demuestran que eres una persona más ingeniosa que el farol que no sabe qué hacer después de pagar la cuenta en algún restaurante.

Lujos e imprevistos

Nunca estamos exentos de perder un celular, necesitar zapatos nuevos o tener que pagar algo que no estaba planeado en nuestro presupuesto. Si a eso le sumamos que a la mayoría de la gente le gusta hacer cosas, como ir a un concierto o consentirte con una cena elegante, entonces necesitas sacar dinero de algún lado para esto.

Si seguiste nuestros consejos hasta ahora, quizá tengas un poco de dinero extra para todo esto. No lo gastes en cualquier cosa. Guárdalo en una cuenta aparte o en ese cajón que nunca abres. Sí, esa encantadora playera de gatitos cuesta justo los 150 pesos que te sobraron esta semana, pero quizá te sirvan algún día para no tener que hablarle a tus papás y pedirles que te presten para pagar el gas.

@limonsaurio