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paso del norte

Cuatro días en el mundo del cyber-chacal

Si el norte del país está lleno de chacales, el internet también está lleno de esos tipos. Por cuatro días me infiltré en el mundo del cyber-chacal para encontrar sicari@s, narc@s, y otros chic@s peligros@s en la red.

En internet hay rincones paralelos a la realidad. Si en la esquina de tu calle hay prostitutas, también existen en internet. Si el norte del país está lleno de chacales, el internet también está lleno de esos tipos con corte militar, tatuajes de la Santa Muerte y cuernos de chivo chapeados en oro. Por cuatro días me infiltré en el mundo del cyber-chacal para encontrar sicari@s, narc@s, y otr@s chic@s peligros@s en la red. Lo que obtuve fue una invitación para coordinar a un grupo de sicarias en Monterrey.

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Día 1

Lo primero es hacer un perfil que atraiga chacales. Me llamo Karina y mi foto de perfil es un par de piernas de mujer en un diminuto short. De portada, un cuerno de chivo color rosa con la estampa de Hello Kitty.

Luego hay que comenzar a construir una red de contactos. Lo más sencillo es iniciar por los predecibles gustos chacalosos: El Komander, Grupo Ántrax, Damas de Sicarios y luego cuanto chacal me recomiende facebook.

El primer contacto en agregarme fue una chacalosa que presumía en su muro la nueva Chevrolet negra que le había regalado su esposo, un presunto narco que vive con otra mujer. (Desde luego, todo esto lo se por facebook). Una vez aceptada por un contacto, las redes sociales hacen lo suyo. Facebook me recomendó agregar ciertos perfiles: Caballeros Templarios, Grupo Delta, un agente de la Policía Federal, otras chacalosas con cuernos de chivo en sus fotos de perfil que, como yo, bien podrían ser falsos.

En dos horas de navegar di con una joya: un narco-camionero, el conductor de una ruta (pecera en el norte de México), que decía formar parte del Cártel de Sinaloa. Su pecera estaba decorada con la leyenda “Scar Face”, en letras blancas.

Día 2

Mi primer inbox: “aee pa lo qke ocupe mijaa aquii andoo”, me escribió la chacalosa que me agregó ayer. Mis primeras solicitudes de amistad: el grupo cerrado “Cártel de Juárez”, un montón de chacales adolescentes, dos fan page del chacal Gerardo Ortiz y el caliente de un amigo que me empezó a tirar rollo diciéndome “chula”. Los acepté a todos.

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Mi newsfeed ahora está lleno de cosas como “Qué buen equipo, arriba la delincuencia”. “Fierro parientón viejón, vámonos para la sierra, véngase pa’ acá, hay un chingo de jale” (en una fotografía de una camioneta llena de paquetes envueltos en cinta canela). “Fabor de abisarle a todos los dobladas q se los ba krgar la brga” (los doblados es el apodo de la pandilla Doble A, en Ciudad Juárez, ligada al Cártel de Sinaloa).

Me siguen agregando chacales, los sigo aceptando, y me siguen dando likes en mi foto de perfil. Mi primer post: “no se usar el feisbuc, algien k m allude jeje”.

Día 3

Me agregaron los Zetas y tienen un mensaje: “Ha toda esa razita que agregue dejenme avisarle que la finalidad de esta facebook es que no tengan esa idea de los zetas, que matamos gente inocente y que secuestramos, pero muchos de ustedes se quieren pasar de listos asi que el que me entere que esta denunciando nuestras fotos le va ha ir muy mal, 111 para toda la letra en uno para cualquier 40”.

Pienso que probablemente no haya nadie denunciando sus fotos. No es difícil saber quién ha filtrado información sensible a las autoridades sobre estos cybernarcos. Un 90 por ciento de sus contactos son perfiles con tetas, nalgas, y labios con botox, que bien podrían ser falsos como Karina.

Luego un anuncio perfilado, patrocinado y sugerido por facebook: Reales Home and Finance. ¿Ganas más de $14,000 pero no puedes comprobarlos? ¿No cuentas con Infonavit o acceso a crédito? ¡Nosotros sí creemos en ti y te ayudamos para que tengas tu casa y salgas adelante!

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Día 4

Finalmente una oferta de trabajo. Es una invitación para viajar en Monterrey “para un jalesito”. “x dinero no te preocupes si vienes yo te doy aki lo k tu nesecites y ps si me kieres ayudar en algun trabajo ps eso ya sera aparte”, me dijo uno de los veinte chacales que me agregaron entre la noche de ayer y la mañana de hoy. Me explicó que está creando un grupo de “muchachas k jalan d sicarias” y quiere que las coordine. Todo porque le dije que necesitaba dinero y que sabía manejar armas de todo calibre.

De pronto facebook me pasa una notificación: “creemos que tu perfil es falso”, y me pide que confirme con un número de teléfono, lo cual, por su puesto, no hice.

Luego de pasar cuatro días en el mundo del cyber-chacal puedo decir que encontré un rincón más peligroso que las calles de México. Hay reclutas, infiltrados, niños, adultos, narc@s auténticos, pseudo-narc@s, reclutas que no preguntan y mucho trabajo –una cosa que en las calles no hay.

Anteriormente:

'Karmesí', el cómic que predijó la violencia en Juárez

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