CULIACÁN LUXURY

CALAVERAS DE ORO, MARICONERAS Y MÁS BLING-BLING MEXICANO EN TIERRAS SINALOENSES.

“San Judas está conmigo / yo sé que nunca me deja / me ha hecho muchos favores / y del peligro me aleja”. Del corrido “El plebe chakaloso” de Los Linces Boyz.

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uchas cosas (en general, las más culeras, aunque éste no sea el caso) se crean alrededor del poder. En Culiacán, Sinaloa, tierra de uno de los principales cárteles del narcotráfico, el poder ha generado su propia moda. Antes, las camisas de seda Versace, los sombreros y botas de piel exótica se dejaban ver entre la gente que no escatima para darse sus lujos. Hoy existe una generación de plebes que gasta fortunas en ropa deportiva de marca. Aunque eso sí: el oro sigue siendo el que manda.

Ésta es la ciudad del otro bling-bling, del que tiene al narcocorrido en lugar del gangsta rap como su vehículo de publicidad más efectivo. Así que, a cantarle, mijos: ver un video del Movimiento Alterado, un colectivo de cantantes de música norteña, es enterarse de lo que se vende en tiendas de ropa y joyerías, y lo que estará de moda esa temporada.

Es cierto que la onda de las camisetas con diseños de calaveras llenas de brillantitos y otros accesorios vino de fuera, pero al llegar aquí tomó un giro macabro: los cráneos dorados con ojos de diamante invadieron los rosarios y se apoderaron de cualquier motivo religioso que se pueda colgar de collares, pulseras y cualquier otra pieza de joyería.

Esta moda en bisutería se puede rastrear desde 2007, cuando Leonor González vio en un camión donde viajaba, a un rockero que llevaba una calavera colgada en su cuello. Se le ocurrió que esa figura podía sustituir a la bolita de oro golfi, una pieza muy popular que por entonces se usaba en las pulseras y collares que se vendían en el Centro Joyero. Leonor encargó la calavera a un fabricante de Guadalajara, y en unos días esta pieza ya estaba presente en Luxury, la tienda que ella maneja en este centro comercial.

Abel fue uno de los encargados de la tienda Luxury durante los tres años que duró el furor por las calaveras doradas. Para él, este fenómeno está directamente relacionado con la creciente popularidad de marcas como Ed Hardy y Metal Mulisha, que usan calaveras en muchos de sus diseños. Según nos platicó, “al principio, los rosarios eran normales, de 32 bolitas o de 59, que corresponden al número de Ave Marías que se rezan. Pero después se fueron transformando; en lugar de un Jesucristo, le colgaban un cuerno de chivo [AK-47], una Santa Muerte o la imagen de Malverde. Si antes en el medio iba una Virgen ahora colgaba una cruz de calaveras”. Las otras tiendas del Centro Joyero vieron el jugoso negocio que había en los rosarios y pronto sacaron sus propias variaciones. Leonor por su parte tomó precauciones y registró la patente de la calavera dorada.

Los tamaños fueron aumentando al igual que los precios: había rosarios que fácilmente llegaban a los cuatro mil pesos. “A cada rato llegaba gente en carros del año con fajos de billetes y gastaban hasta 20 mil pesos. A veces también llevábamos encargos a hoteles”, dijo Abel. La moda también se exportó a Monterrey, Guadalajara y Los Ángeles; volvió ricas a familias que compraban por mayoreo en Luxury para revender en otras ciudades.

Pero toda esta moda, que veces se conoce como buchona, va más allá de la joyería. En agosto de 2010, la policía detuvo al narcotraficante conocido como La Barbie, y cinco meses después capturaron a su socio, el JJ. Los dos fueron presentados a los medios vistiendo camisetas Polo Ralph Lauren e inmediatamente; las versiones piratas de las playeras se expandieron por todos lados tan rápido como la sangre que ha teñido el país con esta guerra contra el narco.

El look se completa con tenis Lacoste o K-Swiss, pantalones de mezclilla, camisetas con calaveras y un chaleco encima si es invierno. Si le agregas el rosario, aquí te dicen que te ves bien buchón. Si te mueves en ambientes peligrosos y lo vives al máximo, te dicen que estás bien enfermo.

Otro elemento de la moda en esta tierra de machos, es la creciente popularidad de las mariconeras, también conocidas como buchoneras: pequeños bolsos de piel que los hombres cargan a la altura de los hombros. Para aquellos que manejan cantidades de dinero tan grandes que ya no les caben en los bolsillos del pantalón, estas bolsas resultan muy útiles. Obviamente, también se pueden usar para cargar cualquier tipo de mercancía, como un guatote de mota o varias pelotas de perico, si fuera necesario.

Uno de los rasgos más distintivos de las exuberantes mujeres de cabello largo y lacio que conducen un camionetón loco por las calles de Culiacán, son las uñas decoradas. En el segundo piso del Centro Joyero, platicamos con Nery, una de las morras que se dedican a trazar, artesanalmente, cualquier imagen que sus trincados clientes deseen lucir en las uñas. Los diseños van desde flores hasta cristales de Swarovsky incrustados, pasando por corazones, pitufos, Looney Tunes y hasta el Chavo del Ocho. Nery afirmó que, durante un par de años, lo que más se usaba en las uñas era imitar los diseños de Burberry, Dolce & Gabbana y Louis Vuitton. Cuando le preguntamos qué es lo más extraño que le han pedido dibujar, nos dijo: “Unos espermas y unos óvulos. En una uña hice un óvulo, y los espermas en las otras uñas iban en su dirección”. A la madre. Igual que pasó con la joyería de calaveras, han venido personas del extranjero buscando estos diseños. Nery tiene una clienta que la visita desde Texas cada mes para decorarse las manos.

En un buen día, Nery no para de pintar uñas desde las 10:00 de la mañana hasta las 8:00 de la noche. Sin embargo, tanto ella como los de Luxury coinciden en que el furor ha decaído recientemente debido a que mucha gente se ha ido de la ciudad por el aumento en la violencia en el estado. A pesar de todo, brillantes, calaveras y mariconeras de piel continúan en los aparadores, como marcas indelebles dejadas por los largos tentáculos del poder en la moda culichi.

Aunque el culto a la Santísima Muerte no es tan común en Sinaloa como en la Ciudad de México, su figura también ha llegado a la joyería.

“Lucen las mejores marcas en ropa de pedrería / las uñas bien decoradas / les gusta verse bonitas”. Del corrido “Las plebitas chacalosas” de Yasmín.

“A la moda y bien vestido, con alhajas y brillantes / calaveras de oro blanco incrustadas con diamantes / porque le gusta lo bueno, porque sabe bien tratarse”. Del corrido “El señor de las Hummer” de El Komander.

Cientos de personas visitan el Centro Joyero, en el centro de Culiacán donde está ubicada la tienda de Luxury.