Descanso en el burdel: fotos de prostitutas en sus horas libres

Este artículo se publicó originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

Dennis Hof, el padrote auto proclamado, transformó el icónico burdel Moonlight Bunny Ranch en uno de los prostíbulos más famosos de EU. Desde que compró el burdel en la década de los 90, el Bunny Ranch se volvió el Four Seasons de los burdeles, perfeccionó la experiencia de las chicas y sirvió como el set de Cathouse,el exitoso programa de HBO. Una generación de niños creció viendo este clásico de culto en HBO a espaldas de sus padres y hoy en día, algunos de esos niños van al hotel como adultos, ya sea consumir sus servicios o trabajar como prostitutas.

La fotógrafa Amy Lombard y yo somos de esa generación, sólo que en vez de pagar por sexo, nos morimos por tomar un café con Air Force Amy. Después de leer The Art of the Pimp, la nueva biografía de Hof, decidimos viajar a la meca de la prestación estadunidense para vivir en el Bunny Ranch por una semana y conocer a las prostitutas que idolatrábamos en nuestra infancia.

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Aunque los medios de comunicación retratan a las prostitutas como súcubos salvajes, las trabajadoras del Bunny Ranch se comportan como cualquier chica promedio cuando están en su hora libre. Durante nuestra estancia, tomamos (y derramamos) té con Air Force Amy, vimos cómo una de las empleadas patinaba usando botas Uggs y cómo otra de las chicas cantaba canciones de Nickelback en el karaoke del burdel. Estas son algunas de nuestras fotos favoritas de los íconos que viven y trabajan en el Bunny Ranch.