El alcohol en polvo me puso demasiado pedo

Fotos por Meredith Jenks.

Nota del editor: Por favor no intentes esto en casa. Te puedes lastimar, y en realidad, es una manera bien complicada para ponerte pedo. Mejor toma un martini o tómate una cerveza de hidalgo. 

El mes pasado la idea de alcohol en polvo tomó al internet por sorpresa cuando apareció una página de un producto llamado Palcohol. “Algunas veces el líquido no es conveniente”, dice el copy del sitio. “Debido a que Palcohol es polvo, ¡puedes llevarlo a donde quieras y disfrutar de un trago! Eso es lo que llamamos: ¡Lleva a tu amigo a donde quiera que vayas!”

El futuro del chupe había llegado; pero luego, de repente, ya no. Después de una cantidad de artículos que se burlaban del alcohol en polvo llegaron artículos más serios como “¡Di NO al alcohol en polvo!”, y luego la Agencia de Impuestos y Comercio de Alcohol y Tabaco —que originalmente aprobó siete sabores de Palcohol— revocó su  aprobación. (Dijeron que se había aprobado por “error”, que es manera de decir, “No sabíamos que tanta gente se molestaría”. Y el senador de Nueva York, Chuck Schumer está pidiéndole a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) prohibir Palcohol de una vez por todas. Pero Lipsmack, la compañía detrás de Palcohol, piensa que el polvo es revolucionario y lanzó de un video en YouTube titulado “La verdad acerca de Palcohol”, y rediseñó su sitio para resaltar los “usos positivos” del producto, que no sólo se trata de ponerte borracho.

Palcohol, dice la compañía, te ahorrará espacio en tu mochila para cuando vayas de excursión a una montaña, y te ahorrará dinero en tu próximo vuelo. Ya que Palcohol pesa menos que alcohol líquido, las aerolíneas podrán ahorrarse combustible si empieza a cargar con alcohol en polvo. Sólo se le agrega agua, y tu martini en polvo está listo para beber. El futuro de Estados Unidos son los excursionistas ebrios, vuelos baratos y alcohol en polvo para todos. Ok, bien. Pero yo no tengo una aerolínea y no voy a escalar una pinche montaña. Cuando ese tal senador Schumer dice que ele preocupa que el alcohol en polvo sea “rociado en la comida o incluso inhalado”, lo primero que pensé fue: “¡Buenísima idea, Chuck!”

A Palcohol aún le falta mucho para ser producido en masa, entonces lo tuve que hacer por mí mismo. Popular Science subió una receta de alcohol en polvo a su sitio, así que empecé a reunir los ingredientes.

Los dos ingredientes clave en alcohol en polvo —polvo y alcohol— fueron fáciles de localizar. La receta pide N-Zorbit M, también conocido como maltodextrina, un polvo que es bueno para absorber aceites. Pero yo no quería hacer un trago leve de Palcohol, quería hacer algo fuerte. Everclear es legal en el estado de Nueva York (Chuck Schumer no le ha pedido a la FDA que lo prohíban), así que pasé por un poco de 192-Sprotytus, alcohol granulado. Con cien gramos de N-Zorbit M bajo un brazo y entré a la cocina de VICE por el resto de cosas que necesitaba: un tazón, un colador, un batidor y un tupperware grande para llevarme un poco a casa. Luego armé mi espacio en la oficina y empecé la receta.

La receta pedía 30 gramos de alcohol, que en realidad es nada. Eché más y batí más, hasta que el Everclear había absorbido todo, dejando sólo un poco de polvo húmedo. Supe que tenía la mezcla correcta cuando me salieron lágrimas de los ojos debido a los humos liberados del alcohol. Palcohol tiene un proceso más complicado (y es quizá más débil), pero ahora tenía un poco de polvo en las manos, que no es mala idea porque me gusta tomar y disfrutar las crudas. Empecé a comer a montones de esa mezcla. Eran alrededor de las 8PM y VICE aún tenía más de la mitad de los trabajadores en la oficina, tecleando arduamente. No sabían de lo que se estaban perdiendo. O quizás sí lo sabían. Me tragaba más puños de la mezcla y no me sentía ebrio.

De regreso a mi casa, vi a mi roomate, Charlie. Le di un poco del polvo, y nos quedamos juntos. El polvo es muy sutil y de repente cuando caminé un poco, me pegó. Pasé de estar sobrio a un poco pedo hasta estar súper pedo, con dolor de cabeza y nauseas.

Llegué a una pizzería con mi tupper lleno de polvo blanco, el mismo polvo que estaba en mis pantalones y mi camisa; estaba por todas partes como si fuera caspa.

“¿Tienes un agitador de queso que pueda usar? Quiero llenar uno con este polvo y rociarlo en mi pizza”. El morro de la caja me vio raro. Me limpié el polvo de la cara. “¿Eso es lo que pienso que es?” dijo.

“Si piensas que es alcohol en polvo, entonces sí”. Me dio un agitador vacío y me senté y le eché polvo.

Mi tupperware lleno de polvo empezó a llamar la atención de otros clientes. No sé, quizás querían un poco del polvo, o tal vez al verme pensaron en Scarface y que mi tupper estaba lleno de cocaína.

En fin, Charlie y yo nos fuimos al río, para poder comer más polvo en paz. En base al hecho que sabía mal, decidimos usar el polvo para hacer fuego. Luego se salió de control y Charlie, por intentar de apagarlo, se quemó los zapatos.

Unos morros que estaban fumando cigarros a unos metros. Se nos acercaron y preguntaron:

“¿Qué es eso?”

“Alcohol en polvo que hice”, dije. “¡Ten, come tantito!”

Me comí otro puño de polvo. Los morros vieron mi tupperware y el zapato de Charlie quemándose y se retiraron de lentamente.

El dolor de cabeza aumentaba. N-Zorbit M está hecho para absorber líquido y, en mi estado, imagino que N-Zorbit estaba absorbiendo toda el agua dentro de mi cuerpo, me estaba secando.

Pero esto no había terminado.

Cuando Schumer dijo que le preocupaba que la gente inhalara alcohol, Palcohol dijo que eso era ridículo —si alguien quisiera hacer eso tendría que inhalar cantidades exorbitantes del polvo sólo para estar un poco ebrio.

Así que nos regresamos a la oficina de VICE. Nos metimos varias rayas.

De cierta manera el polvo se convirtió en goma. De inmediato me tapó la nariz. Los humos me quemaron la nariz, pero sólo por un rato. Después de eso, se me entumió. El dolor de cabeza seguía, me dolían los oídos. El polvo me estaba haciendo sentir pedo pero extraño. Charlie y yo nos fuimos a casa, yo estaba respirando por mi boca porque traía la nariz tapada. Charlie estaba bien: él tomó la decisión correcta de comer polvo y no inhalarlo.

Llegando a casa, cada quién se fue a su cuarto. Con la esperanza de que la borrachera se nos quitara. Desperté a las cuatro de la madrugada, con la cara llena de polvo blanco y con sangre saliendo de mi nariz. Por fin pude respirar. El dolor de cabeza ya no era insoportable. Salí a la sala y vi a Charle sentado en el sofá, tomando una cerveza. Me dio una. Me senté a un lado y le tomé. Deliciosa cerveza líquida. Fría, refrescante, nada de polvo. “¿Cuánto nos queda?” dijo Charlie.

El tupperware estaba del otro lado del cuarto, en la mesa. “Como un cuarto del contenedor”.

No quedaba de otra más que prender fuego.