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El Corruptour me paseó por la corrupción en Monterrey

Con este proyecto, el colectivo Vía Ciudadana busca motivar la formación de candidatos ciudadanos, fuera de las cúpulas del PAN y PRI.

Hace un tiempo asistí a una de las marchas por Ayotzinapa en Monterrey. Recuerdo que fue un evento inédito porque había una convocatoria tan nutrida como la de rebajas de temporada. Sí, como de rebajas de temporada porque hasta esa marcha del 20 de noviembre de 2014 no había visto que los regiomontanos se unieran para protestar contra la desinformación y la injusticia de otro lugar distinto al nicho de nuestras montañas, o por algo que no fuera exclusivamente el precio de la ropa en el mall regio y que en McAllen sale por un escupitajo de dólar. Monterrey se parece a un centro comercial. Desgraciadamente los regiomontanos promedio no ven más allá de lo que sucede en sus zonas de confort. Entonces, ahí en la marcha, esperando la salida del contingente, lo vi: el autobús del Corruptour. Un imponente camión azul descapotado, con imágenes de ratas y cerdos combinadas con las caras de ex servidores públicos del PAN y el PRI regiomontanos, y con una presencia inolvidable por las voces que desprendía por un sistema de sonido.

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El Corruptour es un proyecto del colectivo Vía Ciudadana que pretende pasear gratuitamente a propios y extraños por Monterrey, para que no olviden que los dos partidos que siempre han gobernado hicieron de la corrupción su modus vivendi. Cuando me enteré del proyecto, antes de ver el camión en aquella marcha, pensé en los tours que organizan para que uno vaya a pasearse por los museos del terror histórico como los campos de exterminio nazi en Cracovia o Polonia. Aquellos viajes a Auschwitz-Birkenau y otros campos del Holocausto, me sonaban a ideas loquísimas. ¿Cómo va a querer uno ver dónde asesinaron a tanta gente cual matadero de pollos artificiales? Luego me refuté a mí mismo: pues es como cuando uno va al desierto en la franja norteña de México donde hay miles de decenas de cadáveres invisibles de inmigrantes latinoamericanos o de nosotros los mexicanos. Uno va y ni se lo imagina. Miles de casos sin resolver y que lamentablemente sólo importan a las familias que lo pasan tan mal porque comienzan a vivir en una casa del terror.

El sábado pasado me subí al Corruptour. Justamente ese día retomó actividades luego de una pausa por las fiestas de fin de año. La cita siempre es en la calle Dr. Coss esquina con 5 de Mayo, entre el Museo de Historia Mexicana y el Palacio de Gobierno, edificios emblemáticos que sirven de referencia en el centro de Monterrey. Luego, sigue un recorrido de 24 kilómetros, con duración de una hora. Desde que uno se sube siente que algo va a pasar en esa enorme mole de fierro azul que una vez estando adentro se vuelve reducida, haciendo que todos nos agarremos confianza, pues nos volvemos turistas por una hora; turistas de la memoria porque recordamos datos que aunque los hemos vivido a través de las noticias a veces terminan apachurrados por la vida diaria. Entonces gracias a este ejercicio memotécnico uno es un ciudadano fuera del promedio. Recuerda cómo los políticos son una caricatura de esas que hacen llorar en lugar de divertir.

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Antes de tomar el tour, investigué con varios amigos cómo había sido su experiencia con el Corruptour. Lancé un cuestionario por mis redes sociales, llamado al cual varias personas respondieron con la mejor disposición. Uno de ellos fue Everardo Salazar, quien me dijo que él se había subido a todos los viajes desde su inicio. Creí que bromeaba, pero Everardo es el conductor del Corruptour, pieza fundamental para que los que van en una completa nube de humo entiendan el proyecto y cómo está estructurado. El Corruptour está pensado como un paseo turístico que cuenta con un audio previamente programado en el que conversan satíricamente un político y un ciudadano. Evidentemente, un político corrupto. Ahí arriba estamos en su camión donde nos narra cómo él y sus aliados (sin importar partido político) se han ido comiendo Monterrey como si fuera un pastel de cupcakes.

Además del punto de partida, el Corruptour visita otros diez sitios donde ha acontecido la corrupción. No es que sólo tengamos diez sitios antologables en este paseo de la corrupción. Pero hay que decirlo: Monterrey es una ciudad corrompida, deshecha, disfuncional, con grandes aspiraciones y muy mamona. Unos dirán que es culpa de la corrupción pero yo noto estos síntomas del regiomontano promedio, poco participativo, nada interesado en los demás, y con ganas de aprovecharse de los otros, más de una vez al día. Yo soy regiomontano pero no me siento tan orgulloso excepto por nuestras montañas. Recuerdo un pasaje en las memorias de Alfonso Reyes donde dice que el día más feliz de su vida adulta fue cuando regresó a Monterrey y volvió a ver el Cerro de la Silla. ¿Qué diría don Ponchito ahora que todos los cerros están carcomidos por las cementeras y constructoras? Me lo imagino como un zombi volviendo al Monterreich (por la simulación nazi que una vez pretendió la ciudad) y escarbando en su propia tumba pa' morirse por fin.

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El audio del Corruptour nos cuenta cómo nos han engatusado aquellos que llegaron al poder y luego nos olvidaron. No importa que no hayamos votado por ellos, sino justamente porque no votamos por ellos y hemos visto cómo han hecho el daño magnánimo a nuestra ciudad y nos hemos quedado callados. Ese silencio ante los desastres metropolitanos es lo quiere evitar El Tour de la corrupción, que tiene como subtítulo este paseo. Del centro de Monterrey a la Torre VIP donde se han mudado todas las dependencias de gobierno, pasando por el Barrio Antiguo que se extinguió al inicio de la Guerra contra el Narcotráfico de Calderón, hasta las ruinas del Casino Royale cuyo caso sigue sin resolverse y donde sólo vemos el edificio achicharrado coronado de cruces de los fallecidos. Pero en medio de eso hay muchas huellas de la corrupción. Simplemente en el Museo de Historia Mexicana está la Lagartera, una mega escultura del artista juchiteco Francisco Toledo que recientemente tuvo que donar su Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para liberarse de la persecución del gobierno. En México a los artistas se les multa y se les encarcela pero nunca a los políticos que se la pasan aniquilando ciudades enteras.

Particularmente el paseo del Corruptour me hizo sentirme vulnerable. Como cuando empezó la guerra de Calderón y todos nos debíamos quedar en casa. Afuera eras sospechoso o eras levantado-desparecido-asesinado. ¿Por quién? Primero por los azules. Desgraciadamente el peatón no puede confiar en las autoridades. Ni en ese momento ni ahora. Después por los malitos, como se decía en Monterrey a los sospechosos. Malito, ¿qué es un malito? Pues viene de los malos que eran los villanos en una serie del famoso payaso Pipo en Televisa Monterrey. Y todos se sentían protegidos porque no mencionaban la palabra narco, ni zeta, ni si fue del cártel tal o del otro. El Corruptour hace mención de esos malitos pero con una vuelta de tuerca, pues los malitos son nuestros políticos, los hermanos de los gobernantes, los empresarios asociados y con compadrazgo, los que heredan puestos como si se tratara de ropa de un difunto.

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Everardo, el conductor y guía del Corruptour.

Cuando platiqué del paseo regiomontano del terror, alguien me preguntó qué es lo que en realidad busca el Corruptour. Pensé en decir que ventilar los sitios donde hubo escándalos de corrupción y desfalcos millonarios al erario público. Hacer memoria pues. Pero eso es insuficiente, me dije. No es necesario organizar un paseo gratuito por la ciudad y señalar las fechorías de nuestros ex gobernantes. Aunque parece que los ciudadanos regiomontanos nunca pasamos de segundo año de primaria y su programación neurolingüística afincada en lo visual. Es decir, sin verlo unos no lo creen. Para que vean la corrupción en medio de la dizque opulencia arquitectónica regiomontana, y sobre todo para la gente que no vive en Monterrey, Israel Barragán se encargó de documentar todo el viaje y ha subido el video del viaje del Corruptour Pasen y sufran (si es que aún tienen buenos sentimientos por los de mi pueblo). Sobre todo, pongan atención al audio:

Vía Ciudadana, el colectivo que se encarga de financiar y promocionar el Corruptour, tiene como proyecto principal impulsar ciudadanos como candidatos independientes para derrotar al duopolio PRI-PAN en las próximas elecciones. Por primera vez en la historia de Monterrey casi todos los municipios de la zona metropolitana cuenta con al menos un candidato que contenderá por la libre. El Corruptour es una forma rápida y dolorosa de ver en lo que se ha convertido la ciudad en los últimos cinco años. Es decir, desde el 2010 cuando nos arrasó el huracán Alex hasta el día de hoy. Ha crecido tanto pero de una forma descuidada y terrorífica. Antes de descender del Corruptour uno puede comprometerse con ser un nuevo habitante, y elige entre ser un ciudadano de cobre (Soy más tibio que un plato de avena), platino (¡Ajá! Soy un toro bravo), plata (Soy un lobo de mar del entusiasmo ciudadano) u oro (Soy la peor pesadilla de mis representantes políticos cuando no hacen su chamba). Para subirse, uno puede hacer su reservación en su página web. O de plano si andas por la Macroplaza pues asómate a ver si tienen lugares disponibles. Cuando se trepen al tour, tuitéenle a los políticos que como Margarita Arellanes, actual alcaldesa de Monterrey, anda haciendo chapulineo para presentarse como candidata del PAN a la gubernatura de Nuevo León. O al político que tengan en la mira. Monterrey no es la serie gringa House of Cards, es peor. Peor porque es real.

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Signos de pesos en la parte posterior del asiento del Corruptour.

Por último, tres puntos de vista de este proyecto:

Gabriela

¿Cuál de los 11 puntos del trayecto es el más significativo?
Para mí creo que fueron los más significativos dos: el INFONAVIT y el Casino Royale.

¿Qué punto agregarías al tour?
Secretaría de Educación Pública, CONARTE, Secretaría de Turismo y el Paseo Santa Lucía.

¿Qué valor encuentras que un proyecto de esta especie se esté haciendo en una de las ciudades más ricas de México?
Para mí fue algo sorprendente, porque sí creo que hacen falta proyectos de esta índole en Nuevo León, estado "empresarial", en donde lo social y comunitario siempre se ha enfocado en la competencia, no el bien común, así que creo que es importante y necesario.

¿Crees que genere alguna crítica real o sólo se queda en la grilla o en la ironía mexicana de hacer de la corrupción un tour?
Creo que sí genera crítica; a mí todo el trayecto me hizo pensar en mi dignidad como persona, ¿por qué permito esto? Me hizo pensar que no es fácil cambiar las cosas, me transmitió impotencia, coraje, aún sabiendo de antemano el mugrero que hace el gobierno, pero que alguien te lo recuerde duele, es algo extraño, como una especie de masoquismo. Es un dolor que te mueve, te despierta. Lo que vi también es que la información que se da mucha gente la desconoce, entonces eso hace importante el proyecto, la información que se da para crear análisis, crítica, reflexión.

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Después de haber viajado en el Corruptour, ¿crees que alguien no interesado en la política pueda encontrarlo de su interés?
Sí, sí lo creo. Veo de entrada un acercamiento a la gente, por la forma del proyecto y su ubicación, y eso creo que genera que nos involucremos, que lo veamos como algo que tiene que ver con nosotros.

¿Cómo se vive el ambiente dentro del Corruptour? ¿Hay conversaciones, encuentros o simpatías de intereses por lo que pasa en la zona metropolitana y el país?
Cuando fui éramos muy pocos dentro, pero escuché sólo reacciones de asombro, de coraje, muchos silencios.

¿Conociste gente que compartiera tus preocupaciones? ¿Alguna historia, algún suceso que recuerdes?
No, no hay mucha oportunidad para eso, tal vez sea algo que haga falta.

¿Qué crees que es lo más importante que sucede en este viaje que vuelve visible la corrupción?
Que se da información, siempre es importante la información, para generar conciencia, abrir ojos.

¿Conoces otros proyectos de Vía Ciudadana?
No, sólo había escuchado hablar de ellos como una asociación dirigida a proyectos sociales.

¿Qué crees que le hace falta al Corruptour? ¿O qué es lo admirable?
Mi idea de Vía Ciudadana era algo así como la iglesia católica haciendo obras de caridad, algo elitista. Con este proyecto se rompe un poco para mí esa idea, porque percibo un interés por informar, no una cuestión paternalista, más bien creo que se busca generar consciencia. Respecto a qué le falta creo que me hubiera gustado que se diera información de cómo cada ciudadano podríamos seguir monitoreando las finanzas y proyectos públicos. También les faltó seguimiento a la ficha que te dicen que llenes en caso de que lo desees, en donde te anotas como voluntario para algunas actividades, yo di mis datos y no he tenido ningún contacto desde hace más de cuatro meses.

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Omar

¿Cuál de los 11 puntos del trayecto es el más significativo?

No hubo uno más que otro, creo que todos tienen algo. Si lo quieres ver por el lado trágico, pues el Casino Royale.

¿Qué punto agregarías al tour?
¿Netaaaaaaa? Pues todo Monterrey.

¿Qué valor encuentras que un proyecto de esta especie se esté haciendo en una de las ciudades más ricas de México?
No sé si un valor, lo que sí me queda claro es que por más rico que sea el estado o la ciudad, ya estamos al borde de la banca rota. Ya el dinero del erario no es suficiente para tanta triquiñuela.

¿Crees que genere alguna crítica real o sólo se queda en la grilla o en la ironía mexicana de hacer de la corrupción un tour?
Desafortunadamente por el tono de los narradores en el que se da el tour, creo que sólo queda en la burla y la ironía.

Después de haber viajado en el Corruptour, ¿crees que alguien no interesado en la política pueda encontrarlo de su interés?
No, considero que por el contrario reafirmarían porqué no les interesaba la política.

¿Cómo se vive el ambiente dentro del Corruptour? ¿Hay conversaciones, encuentros o simpatías de intereses por lo que pasa en la zona metropolitana y el país?
En lo particular no hubo intercambio de opiniones, no hay espacio para eso, sólo exclamaciones como "Chinnn", "Noooo", "Chaleeeeee".

¿Conociste gente que compartiera tus preocupaciones? ¿Alguna historia, algún suceso que recuerdes?
Te digo, no hay mucha oportunidad de intercambiar palabras con los demás, sólo al principio o al final. En el trayecto es muy complicado ya que está el sonido del narrador.

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¿Qué crees que es lo más importante que sucede en este viaje que vuelve visible la corrupción?
La corrupción es una especie de leyenda urbana, mitos, cosas por el estilo. Este paseo le quita eso, dándole cifras, nombres, fechas, etc.

¿Conoces otros proyectos de Vía Ciudadana?
No.

¿Qué crees que le hace falta al Corruptour? ¿O qué es lo admirable?
Más concreto en las acciones que siguen. Es decir, ya abrí los ojos ¿y luego? Además de que sea más serio el tono (mucho chiste del narrador), ¿o qué, las tranzas son cosas chistosas? El tour es muy película de Luis Estrada. Que los organizadores sean señores y señoras de San Pedro y se preocupen por estas situaciones que realmente a ellos ni los despeinan.

Everardo

¿Cuál de los 11 puntos del trayecto es el más significativo?
Todos los once puntos son de interés. Pero el que más llama la atención y desnuda la corrupción de una manera repulsiva e indigna a la gente es el Casino Royale.

¿Qué punto agregarías al tour?
Tomando en cuenta la logística podría ser el Palacio Municipal de Guadalupe, ya que queda cerca del recorrido. Aunque tendría que ser en todo el estado el tour pero dejaría de ser tour y sería viaje.

¿Qué valor encuentras que un proyecto de esta especie se esté haciendo en una de las ciudades más ricas de México?
El valor más importante que veo es el de no callarse y que no nos callen. Y evidentemente el valor de decírselo a la cara a estos corruptos que tenemos como gobernantes.

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¿Crees que genere alguna crítica real o sólo se queda en la grilla o en la ironía mexicana de hacer de la corrupción un tour?
Claro que genera crítica y un poco de sarcasmo. Pero también indignación ya que la gente sube al Corruptour por curiosidad o morbo pero bajan con una idea más clara de lo que hay qué hacer.

Después de haber viajado en el Corruptour, ¿crees que alguien no interesado en la política pueda encontrarlo de su interés?
Como a casi ningún regiomontano le gusta hablar de política ven en el tour una manera diferente de ver la política y lo recomiendan.

¿Cómo se vive el ambiente dentro del Corruptour? ¿Hay conversaciones, encuentros o simpatías de intereses por lo que pasa en la zona metropolitana y el país?
El ambiente es de lo mejor, por la forma en que se desarrolla el tour hay risas, caras de sorpresa y de asombro al enterarse de las cantidades monetarias que se manejan y que la gente no conocía.

¿Conociste gente que compartiera tus preocupaciones? ¿Alguna historia, algún suceso que recuerdes?
Hemos conocido mucha gente con la que tenemos algo en común: la incertidumbre de qué va a pasar en un futuro y qué país le vamos a dejar a nuestros hijos.

¿Qué crees que es lo más importante que sucede en este viaje que vuelve visible la corrupción?
Lo más importante es que ya estamos abriendo los ojos y que vamos a alzar la voz. Vamos a lograr un eco que generará un cambio positivo para nuestra ciudad, y también para el país

¿Conoces otros proyectos de Vía Ciudadana?
Sí, y más proyectos que vienen buscando beneficiar a la comunidad.

¿Qué crees que le hace falta al Corruptour? ¿O qué es lo admirable?
Agregar más lugares. Y el valor que tiene el proyecto saliendo a las calles.

Mira el Twitter del Corruptour, su página y busca a Óscar David en Twitter:

@OscarDavidLopez