Entre la bruja y la hoguera

Quien consulte las estrellas de la farándula política, concluirá que nunca es recomendable ser demasiado feo. Los monstruos siguen gobernando el mundo y el país, pero ya sin la participación de dos de ellos que, además de serlo, lo parecían. El uno era el máximo inquisidor mundial; la otra, la máxima bruja nacional. Ya hablamos de la renuncia del primero, ahora lidiaremos con caída de la segunda.

Con la captura de la horrenda hechicera, nuestro apuesto príncipe (con perdón de Maquiavelo) nos ofrece un cuento de hadas con un principio brillante, a cambio del final feliz que no va a darnos. Estudiando la posición de los astros, descubrimos que la bruja era real, pero también que su incineración no servirá para limpiar el aire del país, sino para emponzoñarlo más. Para juzgar un encarcelamiento, no basta juzgar al encarcelado, sino también al encarcelador. En efecto, la bruja tenía pacto con el diablo, pero es el diablo mismo quien dirige el tribunal.

Aries: Nos venden los sucesos políticos como si fueran episodios de CSI. Pero el final feliz no es el encarcelamiento del villano en turno, sino el ascenso en el nivel de vida de la gente.

Tauro: La bruja es un monstruo terrible, pero la está juzgando el tribunal equivocado y por las razones equivocadas. A sus viejos cómplices priístas les quedó a deber lealtad. A los trabajadores de la educación les quedo a deber vidas. Sólo a ellos les corresponde juzgarla y ejecutar la sentencia.

Géminis: La cacería de la bruja no fue sólo un golpe mediático legitimador del príncipe, también y sobre todo sirvió para imponer su “reforma educativa” contra los derechos sindicales de los maestros.

Cáncer: Cada intervención del estado en la vida interna de los sindicatos (desde los “charrazos” de los años 50 hasta el arresto de la Quina en 1989) ha contribuido a destruir más y más su democracia interna, nunca a fortalecerla. La bruja en cuestión es producto de una de esas intervenciones.

Leo: Las deficiencias en los servicios públicos (de salud y educación, por ejemplo) se deben a la insuficiencia de recursos. Recortar las prestaciones y derechos de sus trabajadores es empobrecer aun más su calidad. Los sindicatos son un obstáculo a esos recortes.

Virgo: Los maestros son asalariados, pero no tienen en sus manos la producción industrial. Para defender sus derechos, requieren la solidaridad activa de otros sectores del movimiento obrero.

Libra: La tragedia se repite como farsa. En lugar de Salinas tenemos a Peña, en lugar de la Quina a la Gordillo, y en lugar de la novela de Aguilar Camín, la película de Loret. En todos sus aspectos, la secuela es un empobrecimiento del original.

Escorpión: Cuidado con los políticos “de izquierda” que, para criticar los ataques antisindicales del gobierno, sólo se les ocurre decir que son insuficientes.

Sagitario: Pese a sus macabras direcciones actuales, los sindicatos garantizan los pocos derechos laborales de la población trabajadora. Su principal conquista es su existencia misma.

Capricornio: Los sindicatos actualmente están dirigidos por líderes que a veces son corruptos, a veces autoritarios y siempre políticamente fieles a los empleadores. Limpiar los sindicatos de esa gente es tarea de la base de agremiados, no de la policía.

Acuario: Los profes que tienen la suerte de tener plaza ganan menos de ocho mil pesos al mes por jornadas completas y extenuantes. ¿Cuánto ganan los comentaristas que los llaman “privilegiados”?  Nadie que quiera recortar los miserables salarios o prestaciones de los profesores puede decir que está por mejorar la educación pública.

Piscis:Mucha gente acepta en abstracto el principio de la independencia sindical frente al estado. Dado el clima se caza de brujas, sin embargo, pocos tendrán la valentía para aplicarlo en concreto y oponerse abiertamente a la hoguera.

Anteriormente:

De la consciencia del hambre al hambre de consciencia

Lee más de lo que tienen que decir los astros en nuestra columna semanal Astrología de la liberación.