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Entrevista con un hombre que sobrevivió al Ébola

Tuvo dos días con fiebre irregular, cuatro días con diarrea, tres días con disentería, cuatro días con hipo. Ahora lo llaman “el sobreviviente”, “hombre anti-ébola”, o “el que regresó”.

Imagen vía Nigerian Tribune.

El virus del Ébola es increíblemente cruel. Lo que empieza como un dolor de garganta y cabeza se convierte en una fiebre catatónica en la que las víctimas tienen hemorragias en los ojos y el recto, y después sus órganos internos colapsan. Esta enfermedad está azotando países como Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria y ha cobrado 932 víctimas desde marzo. Es el peor brote de Ébola hasta la fecha.

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Queríamos entrevistar a alguien que sobrevivió al virus del Ébola, una enfermedad que por lo general mata al 90 por ciento de los que la sufren. Después de acercarnos a varias ONG, hablamos con Saa Sabans, un antiguo trabajador de salud originario de la ciudad de Cueckedou, al sur de Guinea. Con ayuda de un traductor francés, nos describió cómo contrajo el virus en su trabajo, cómo se enfermó gravemente y sobrevivió, sólo para enfrentarse a las sospechas de su comunidad, que estaba aterrorizada. Esto es lo que nos dijo.

VICE: Hola, Saa. Gracias por platicar con nosotros. ¿Nos puedes contar un poco sobre tu historia?
Saa Sabas: Ok, vamos poco a poco. Nací en 1962 en una pequeña ciudad llamada Bouaké, en Costa de Marfil. Mi padre fue soldado en el ejercito francés y su trabajo consistía en ser enfermero de guerra. Él fue quien me enseñó medicina. Gracias a eso yo trabajé en la farmacia del hospital de Gueckedou. Era enfermero auxiliar.

¿Fue ahí donde te contagiaste?
Sí. Como saben, fue una infección por contagio. Estaba cuidando a un paciente, un enfermero retirado. Pasé mucho tiempo con él. Él fue uno de los primeros en enfermarse. Yo lo bañaba, lo alimentaba y tomaba su mano.

¿Él te contagió el virus del Ébola?
Sí. Primero tuve episodios de fiebre. En general, cuando me enfermo sólo me tomo un paracetamol y me siento mejor, pero esta vez no se me quitaba la fiebre. Recordé que el doctor me habló sobre los primeros síntomas del virus del Ébola, así que fui directo al hospital sin siquiera pasar a mi casa. El doctor sugirió que me quedara bajo observación por 21 días y después me hicieron unos cuantos análisis médicos. A la mañana siguiente, me dijeron que tenía el virus del Ébola y me proporcionaron tratamiento médico.

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¿Cómo te sentías para ese entonces?
Tenía episodios irregulares de fiebre que iban desde los 38 a los 39.6 Cº. Esta fiebre me duró dos días y al tercero me dio diarrea. La diarrea me duró cuatro días, y el séptimo día me dio disentería. Al final me dio hipo por otros cuatro días. Para ese entonces ya estaba muy preocupado.

Paciente del virus del Ébola recibiendo tratamiento. Imagen vía Simusa.org.

¿Qué fue lo peor?
Lo más difícil para mí fue la etapa del hipo. También recuerdo que mi garganta estaba irritada y que no podía comer. Ya había tenido fiebre y diarrea. Claro, todo eso me debilitó. Pero la etapa del hipo de verdad me asustó. Me habían dicho que muchos mueren durante esta etapa de la enfermedad.

En términos generales, ¿cuánto tiempo estuviste enfermo?
Dos días con fiebre irregular, cuatro días con diarrea, tres días con disentería, cuatro días con hipo. En total son 13 días de enfermedad. Me alimentaron muy bien y cuidaron muy bien de mí. También estuve bajo observación hasta que me sentí mejor.

Entonces, ¿qué pasó cuando mejoraste?
Cuando me dejaron salir, me dieron ropa y los Médicos Sin Fronteras me llevaron a casa. Cuando salí del auto, tomaron mi mano para demostrarle a la gente que ya no podía contagiarlos para que no me discriminaran. Algunos tenían miedo, así que el que tomaran mi mano fue una señal de mi recuperación. También me dieron un certificado que demostraba que estaba totalmente recuperado y que nadie debía temerme. Después mis amigos me animaron y tomaron mi mano también. Le doy gracias a Dios por eso. Ahora, algunas personas me llaman “el sobreviviente”, “hombre anti-Ébola”, o “el que regresó”.

¿Podrías hablarme un poco más sobre la discriminación que sufren los sobrevivientes del virus del Ébola?
Discriminaron a mi familia cuanto estuve en el hospital. La discriminación se debe al miedo que tiene la gente de contagiarse. Cuando me di cuenta de eso, volví a sentirme más seguro de mi mismo ante la sociedad. Quiero darles un ejemplo concreto: Ahora trabajo mano a mano con personas de Alemania, Francia, Estados Unidos, Inglaterra, etcétera, para concientizar a la gente sobre el virus del Ébola. Si alguno de ellos se enterara de que contraje el virus, no le incomodaría seguir trabajando conmigo. Es por eso que para mí es muy importante ir de una aldea a otra con la Cruz Roja y luchar en contra de la discriminación. Yo soy el ejemplo. Le digo a la gente: “Mírenme. ¿Creen que personas de todo el mundo trabajarían conmigo si fuera contagioso?” Muchos responden: “Lo entendemos, pero sigue dando miedo”. La discriminación contra los que padecieron la enfermedad y se recuperaron es cada vez menor.

¿Qué mensaje quieres difundir con tu trabajo?
Le decimos a la gente que debe romper la cadena de contagio. Les decimos que si alguien siente algún síntoma tiene que ir lo más pronto posible al hospital por que hay más de 50 porciento de probabilidad de que sobrevivan si acuden al doctor en la primera etapa de la enfermedad. Y ustedes, amigos, no deben dejar de hablar sobre nosotros. Deben animar a los científicos médicos a seguir trabajando en el tratamiento contra el virus del Ébola.

Última pregunta, Saa. ¿Cómo cambió tu vida el virus del Ébola?
Me ha dado mucho desde que me enfermé y sobreviví. Me he convertido en una persona que crea conciencia en la gente. Voy a visitar a otros hombres en las comunidades y les proporciono información sobre el virus del Ébola. Deben acudir a Sebas para que responda a sus preguntas. Así como ustedes lo están haciendo. Todo eso cambió mi vida. Hay un dicho que dice: “A veces las desgracias son buenas”.

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