Entrevistamos a MØ

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Entrevistamos a MØ

Nos reunimos con ella antes del lanzamiento de su segundo álbum, compartimos una cosa rara asada con aguacate y hablamos sobre tenerle miedo a todo.
Hannah Ewens
London, GB

De niña, la danesa Karen Marie Ørsted estaba obsesionada con las Spice Girls. Ahora, a sus veintitantos, es una Sporty Spice punk con el mejor cover de Say You'll Be There que has escuchado en tu vida.

A los 18 años, formó Mor, una banda con la que anduvo de gira por Europa y Nueva York tocando en propiedades okupas. Amaba el hardcore de los años 80 y se involucró mucho en la política de izquierda, por lo que pasaba todo su tiempo libre en campañas y en mítines. Cuando se dio cuenta de que tenía que hacerlo sola y cambiarse al electropop, empezó el proyecto MØ (que se pronuncia como moe, con la o y la e juntas). Lanzó su álbum debut Mythologies To Follow en 2014 y capturó la confusión de ser un adulto joven con bajos masivos, sintetizadores vibrantes y coros pop pegajosos al estilo de las Spice Girls. Ahora coescribe canciones para Major Lazer y acaba de lanzar una canción con ellos y con Justin Beiber.

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Nos reunimos con ella antes del lanzamiento de su segundo álbum en la disquera Rough Trade en Londres, compartimos una cosa asada con aguacate que sabía extraño y hablamos sobre tenerle miedo a todo.

¿Cuántas personas han estado enamoradas de ti?
Unas seis u ocho. Algunos fueron en la adolescencia y, pues, cuando tienes 16 sabes que no es para siempre. Ahora es un poco más fácil para mí atraer a la gente. Cuando eres joven, te enamoras de personas que tiene bandas incluso sin conocerlas bien. Llevo dos años y medio con mi novio, que también es músico y es muy centrado. Honestamente, desde los 19 años tengo novio. Siempre paso de una relación a otra, no sé por qué, y siempre encuentro a alguien con quien me conecto a un nivel personal.


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¿Por qué cortaste con tu primer novio o novia?
Él cortó conmigo. Me dolió mucho porque era mi primer novio. Como adolescente, es la primera vez que vives muchas cosas y crees que vas a morir. Estuvo culero. Escuché que fue porque no quería hacer nada sexual. Tenía apenas 14 años y no estaba lista. Me daba miedo. Después de eso, tenía mucho miedo enamorarme de verdad.

¿Qué hubieran preferido tus papás que escogieras como carrera?
Siempre me han dado su apoyo y quieren que me dedique a lo que sea que me haga feliz. Lo único que mi papá quería era que fuera a la universidad. Tanto mi papá como mi mamá son maestros, solo que ahora mi papá es sicólogo. De hecho, al final quise ir a la universidad porque todos mis amigos estaban ahí y me daba miedo perderme las borracheras con ellos. Me alegra haber ido.

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¿Cuántos libros has terminado de leer en este último año? No mientas.
Como leo muy lento, creo que solo dos. Cuando grabé mi primer álbum, estaba leyendo a Joseph Campbell, un filósofo que escribe sobre mitología. De ahí me inspiré para el título, No Mythologies to Follow. Creo que los libros te ayudan a pensar en una forma diferente a la de las películas y los documentales. Vivimos una época muy estresante, con pantallas por todos lados. Por eso creo que los libros ayudan a relajarte. Es como una clase de yoga porque hace que te concentres en algo orgánico. No se trata de desplazarse y dar clic, es diferente. Quiero leer porque es algo muy placentero. Ahorita estoy leyendo Girl in a Band de Kim Gordon. Cuando era adolescente la amaba, igual que a Sonic Youth.

¿Cuál ha sido el momento más aterrador de tu vida?
Toda mi vida, soy como un bebé. Antes me daba mucho miedo la oscuridad. Mi imaginación es muy poderosa y es tan visual que puede llegar a ser aterradora. Todavía duermo con una lamparita encendida. Si tengo jornadas largas por varios días seguidos, me da ansiedad y es ahí cuando, justo antes de dormir, mi mente se vuelve loca y empiezo a ver fantasmas junto a la cama. Si se pone muy fea la cosa, tengo que prender la luz. Espero superar ese miedo algún día. No es malo pero es lo que más miedo me da. En la vida real, si estoy en situaciones alarmantes, no me asusto tanto. Los momentos más aterradores están en de mi cabeza.

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¿Cuál sería tu última comida?
No sé si podría comer sabiendo que es la última vez. Ni siquiera tengo un platillo favorito pero creo que escogería un sushi. Me gustan los rollos maki clásicos con salmón y aguacate.

Si fueras luchador, ¿con qué canción saldrías al ring?
Tendría que ser una canción muy delicada pero también oscura y un poco agresiva. Creo que sería Wildfire de SBTRKT y Little Dragon, porque tiene sentimiento y fragilidad sin dejar de ser agresiva. En el tornado que hay en mi cabeza, así es como me veo a mí misma; una persona vulnerable pero al mismo tiempo…

¿Qué película o serie de televisión te hace llorar?
Mientras más crezco, más lloro con ese tipo de cosas. Siempre lloro en el avión porque me siento frágil y el aire acondicionado me reseca. Lloro mucho cuando veo documentales, sobre todo si son sobre naturaleza o gente real. Ponme un documental sobre depredadores en la sabana con toda esa poesía de "Siempre hay un depredador al acecho. ¡Esos pobres cachorros de leopardo nunca van a poder alimentarse!" y seguro lloro.

Si solo pudieras besar o tener sexo por el resto de tu vida, ¿qué dejarías?
Definitivamente el sexo. No podría vivir sin el amor y la intimidad que representa un beso. Preferiría vivir con la tensión de no tener sexo y tener ese amor a vivir y tener sexo pero no poder disfrutar de ese momento tan tierno. El sexo es la explosión pero yo prefiero las flamas.

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¿Cómo fueron tus primeras vacaciones con amigos?
¡Extraño mucho eso! La primera vez fui con mi mejor amiga, con quien todavía tengo contacto, y con otra amiga. Fue antes de que empezáramos a tomar bien pero ahí tomamos un poco con unos chicos. Mis dos amigas ligaron y yo me enojé porque una de ellas terminó con el chico que me gustaba. Me enojé tanto que me puse a llorar y me fui a dormir a la tienda de campaña enojada y ebria.

¿Cuál es el recuerdo de la escuela más vivido que tienes?
Recuerdo a mi grupo de amigas y todos los momentos especiales que vivimos juntas. En ese entonces no sabes que se van a separar y que todo va a ser diferente y que todo el mundo cambia. Eso que tienes en la escuela es mágico y especial. Es la familia que tú escoges. El problema de mi trabajo es que antes estaba todo el tiempo con mis amigas y ahora solo puedo verlas una o dos veces al mes. Una cosa es tener una familia increíble y, a pesar de que amas esa seguridad y te diviertes con ellos, cuando estás con amigos de tu edad traes una actitud completamente distinta. Reflexionas sobre ti mismo en una forma mucho más profunda. Te reflejas en todas esas personas, algo que es muy importante.

¿Qué es lo más bonito que tienes?
Mis gatos de la suerte y mis cangureras. En realidad no tengo cosas excéntricas. No importa cuánto gane por ciertas cosas hoy en día, son los ahorros de mi vida y de eso voy a vivir el resto de mi vida. Es importante ser racional. Mi mamá me enseñó a ser así y se lo agradezco.

¿Crees que la drogas te hacen feliz?
No creo en las drogas porque tengo una imaginación muy poderosa y sé que si tomo alguna droga sicotrópica, me cagaría de miedo. Pero me emborracho como todos los demás. No creo que las drogas puedan hacerte feliz pero sí ayudan a que te dejes llevar y a que veas las cosas desde otro ángulo. Cuando la gente dice: "Sí, consumimos drogas y nada de lo que pasa es real", yo creo que sí es real porque lo recuerdas al día siguiente, recuerdas lo que pensaste y las conversaciones que tuviste. Incluso esa sensación de dejarte llevar es real porque te hace sentir algo diferente. Hace mucho que no fumo mota porque sentía que no me hacía nada. Creo que lo mejor para mí es el alcohol.

@hannahrosewens