FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Especial de narrativa: Cuatro disparates

Era un pobre viejito que vivía enojado. Iba dando de gritos por el supermercado. Su sombrero pequeño le asfixiaba el cerebro. Le decían: "Compre otro, señor tacaño y terco".

Este era un funerario que vivía en El Havre
y fue muy exitoso al bañar un cadáver.
Le gritaron: "¡Talento!" El respondió: "Quién sabe".
Era tan circunspecto. Y vivía en El Havre.

Era un pobre viejito que vivía enojado.
Iba dando de gritos por el supermercado.
Su sombrero pequeño le asfixiaba el cerebro.
Le decían: "Compre otro, señor tacaño y terco".

Conocemos a pocos artistas de Angangueo
pero no sé cuál deba mencionar el primero.
Por ejemplo ese tipo que antes de dibujar
le sacaba la punta al lápiz sin parar.

Este era un tipo viejo que vivía en Brujas.
Se envolvía con cuidado, siempre en poliburbuja.
Le dijeron "¿Qué tienes?" y se puso mamón.
Y ya todos supieron que no tendrían perdón.