Estos son los juegos independientes para PS4 que debes jugar

La segunda mitad del año significa que pronto visitaré todas las tiendas de videojuegos que se crucen en mi camino para ver todos esos juegos que no podré jugar hasta que tenga dinero (nunca). Y este fin de año habrán muchísimos de esos: Final Fantasy XV, Watch Dogs 2, el nuevo Resident Evil, Gears of War 4 y The Last Guardian, al que llevo esperando siete años. ¡Siete putos años! A esto hay que sumar el lanzamiento del Play Station VR y el Xbox One S, así que claramente por juegos, add-ons y upgrades de consolas no vamos a parar.

Pero previo a este vendaval de lanzamientos y bombardeo de mercadotecnia que les acompañan, los usuarios de Play Station 4 tendremos un oasis para saciar la sed de juegos ante la sequía veraniega. Varios títulos vienen a nutrir la biblioteca "indie" de la Play Station Store, algo que me emociona mucho. ¿Por qué me emociona? Porque más allá de tener muchos juegos nuevos de dónde escoger, usualmente los estudios independientes son los que buscan llevar más allá la manera en la que los videojuegos cuentan historias, con propuestas innovadoras en diseño, música, controles, programación y narrativa. Prueba de ello son juegos como SOMA, Firewatch, The Witness, The Talos Principle, Ether 1 y ports de juegos increíbles como Oxenfree, Fez, Super Meat Boy y Journey (hay un chingo más, pero no quiero abusar del namedropping), los cuales ya puedes encontrar en la tienda.

En mis años de gamer, no recuerdo ningún momento de esta generación o la pasada con una serie lanzamientos tan interesantes, tan pegados entre sí. Una lista que va desde juegos de exploración hasta un tributo a los juegos de antaño.

NO MAN'S SKY

Estudio: Hello Games
Directores: Sean Murray y David Ream
Precio: 60 dólares

Empezamos por el que más llama la atención. Creo que ningún juego independiente y pocos de grandes estudios dan de qué hablar como No Man's Sky. Por si no lo conoces va una breve sinopsis: es un juego de exploración que te permite visitar quintillones (sí, quintillones) de planetas en una galaxia. ¿Cómo cabe eso en un juego? Me encantaría poder explicarlo a detalle, pero mi conocimiento de programación es casi tan limitado como mis ganas de aprender a programar. Aún así, va lo que entiendo: Para este juego, Hello Games desarrolló un motor (game engine) completamente nuevo que revoluciona —y no lo digo solo porque sí; es una locura lo que hace— la manera en la que puedes crear contenido y contar una historia. Este motor se da la libertad de "expandir" el universo del juego por sí solo, al crear nuevos mundos con la ayuda de un generador procedural. Esta técnica no es nueva en el medio; se utiliza desde 1978 y está presente en juegos modernos como Minecraft y Elite: Dangerouse, pero la "enormidad" y el alcance que lograron esta vez es algo nunca antes visto. Gracias a esto, No Man's Sky redefine el término "open world" y abre una baraja enorme de posibilidades para el futuro de la industria. ¿Qué te parecería un Fallout igual de aburrido que el último pero que te permite explorar un mundo muchísimo más grande? Probablemente podremos verlo más pronto de lo que creemos… o queremos.

El juego en sí es un gran logro, pero cuando se trata de un juego de exploración, la vista y el oído toman la misma relevancia. Es por eso que la música que nos regaló 65daysofstatic es un logro tan grande como el motor y el gameplay. Épico y visceral, es un disco que funciona por sí sólo y que se expande junto al juego. Es música creada por alguien que le apasionó la idea, que le emocionó ambientar el que probablemente sea el juego más grande jamás creado.

Pero claramente no todo puede ser bueno. Dentro de todo los logros que alcanzó Hello Games, desde el motor hasta el diseño y la elección de la música, algo tiene que estar mal. Y es entendible: ¿Qué tan divertido puede estar explorar quintillones de mundos? ¿Los planetas serán tan diferentes unos de otros? ¿Estará muy tedioso? Todas estas preguntas son muy válidas pero al final… ¡QUÉ IMPORTA! Con el simple hecho de existir, No Man's Sky logró algo impresionante, algo que no se puede explicar, que tengo que vivir y que tengo que probar a huevo, como las nuevas maneras de disfrutar Pokémon Go.

HYPER LIGHT DRIFTER

Estudio: Heart Machine
Director: Alex Preston
Precio: $20 dólares

Todavía recuerdo cuando entré por primera vez al lado oscuro de Hyrule en A Link To The Past. Ese sentimiento de soledad, de emoción y un poco de miedo marcó algo en mí que me hace mirarlo con el mismo cariño con el que veo Cujo o cualquiera de esas películas de terror que transmitían en la trilogía del 5 durante los noventas. Es por eso que cuando escuché sobre Hyper Light Drifter y cómo se inspiró en el Zelda de Super Nintendo me emocioné muchísimo.

Hyper Light Drifter es un tributo a los juegos de 8 y 16 bits en el que controlas el Drifter, un héroe que destruyó a una serie de gigantes hace mucho tiempo, pero que murió antes de terminar su misión. Al inicio del juego revive para poder terminar con lo que empezó años atrás, pero claramente tiene algo que lo aflige, una enfermedad inspirada en la condición degenerativa del corazón que tiene el director Alex Preston desde su nacimiento. Esta historia es contada a con una identidad gráfica que mezcla elementos del juego Superbrothers: Sword and Sorcery y una noche en la que te regalaste un chingo de MDMA, mucho brillo y tonalidades moradas que crean una atmósfera sombría, llena de sangre, cuerpos desollados y cadáveres.

La música hace maravillas en la construcción de la ambientación. Si lo que hizo 65daysofstatic en No Man's Sky es impresionante, lo de Disasterpeace es mil veces mejor. El compositor de los soundtracks de Fez e It Follows nos regaló un disco oscuro, dinámico y lleno de textura, en el que plasmó el lado impresionista del juego y la angustia del personaje principal. Desde la presentación de un mundo sin esperanza en "Vignette: Panacea" hasta la oscuridad de "Chimera", que musicaliza la última batalla, Disasterpiece logra generarte una conexión emocional profunda con un mundo hecho en 16 bits, algo que no es nada fácil.

A comparación de No Man's Sky, ya tuve la experiencia de jugarlo de principio a fin (tomó cerca de 11 horas de juego) y me voló la cabeza. Para su elevator pitch de Kickstarter, Heart Machine pidió $27,000 y terminó recopilando $600,000, pero el juego vale mucho más que eso.

ABZÛ

Estudio: Gigant Squid
Director: Matt Nava
Precio: $20 dólares

Si no jugaste Journey alguna vez urge que lo hagas. El tercer proyecto de Jenova Chen es una experiencia que trasciende lo que cualquier otro juego ha logrado en la historia del medio. Es una travesía introspectiva; una experiencia que, hasta ese momento, nunca nadie había logrado: Diseño impecable con una narrativa preciosa musicalizada por una composición que terminó nominada a un Grammy, algo que ningún otro juego ha alcanzado hasta ahora. Es por esto que cuando me enteré que el diseñador de un juego tan increíble preparaba uno situado abajo del agua me volví simio.

Abzû ("conocer el agua" en sumerio) es un juego en el que controlas a un personaje con el que exploras las profundidades del océano mientras recorres distintos ecosistemas acuáticos, liberas espíritus de distintas especies, convives con una enorme variedad de flora y fauna marítima, y exploras diversas ruinas de lo que parece ser una civilización antigua. En este viaje generas vínculos íntimos con las distintas especies que encuentras, mucho gracias a las estatuas donde puedes "meditar" y seguir de cerca a todos los seres vivos que te encuentras.

Utilizando la técnica cel shading, Matt Nava logró plasmar una experiencia colorida, única e impresionante, al punto que por momentos se me salieron lágrimas. Y qué decir de la composición de Austin Wintory. A comparación de lo que hizo en Journey, la música es juguetona, colorida y épica. Cada una de las piezas del OST acompaña perfectamente los momentos de relajación, tensión y tranquilidad, pero la música brilla más en los momentos cumbres del juego como el cuando entra "Balaenoptera Musculus" mientras nadas con un grupo de ballenas azules o cuando exploras un lugar lleno de color musicalizado por "Their Waters Were Mingled Together"; entre otros muchos que te dejan la piel chinita.

El juego es relativamente corto, lo terminas en máximo 4 horas. Esto te puede llevar a pensar que pagar 20 dólares por él es mucho, pero esas cuatro horas de experiencia son algo indescriptible. Vas a jugarlo una y otra vez, ya sea solo, con la compañía de un porro o para enseñárselo a tus amigos. Abzû es una joya de las que no encuentras en cualquier lugar.

BOUND

Estudio: Plastic Studio / Santa Monica Studio
Director: Michał Staniszewski
Precio: $20 dólares

Si me pudieran explicar Bound en un sólo renglón no lo compraría: Un juego de plataforma en el que controlas a una bailarina en un mundo de fantasía, suena más a un producto para quinceañeras que a algo que me podría llegar a interesar. Pero este juego promete ser mucho más que eso. Es la promesa de una narrativa única, con visuales inspirados por movimientos artísticos como el Suprematismo ruso y el Concretismo. Es la promesa de una composición musical que acompañará a una mezcla de arte visual y performance y es la promesa de mecánicas innovadoras. Suena muy mamila, lo sé, pero con sólo ver el trailer hay algo que te llama.

A comparación de los otros juegos que les acabo de compartir, no existen muchas referencias pasadas o información sobre los encargados de crearlo, pero realmente creo que vale la pena invertir 20 dólares para ver qué pasa.

INSIDE

Estudio: Playdead Studio
Director: Arnt Jensen
Precio: TBC

El studio y director turbo-genio detrás Limb, uno de los juegos de suspenso más increíbles de la historia, está de regreso con Inside, un título de plataforma/puzzler que trae loco al mundo. En este juego, controlas a un pequeño niño con una playera roja el cual tiene que librar distintos acertijos, escapar de las garras de distintos guardias y asesinar a distintos científicos que conducen un experimento horrible. La premisa promete emociones tan fuertes como las que vives en "Limbo", pero con una historia horrible cuya columna vertebral es la crítica al capitalismo y el abuso a las clases trabajadoras.

Podría explayarme y hablar más sobre el juego, pero prefiero seguir el consejo de la reseña de The Guardian: dejar de leer y platicar sobre "Inside" y mejor ponerme a jugar