Género, dinero y corbatas en la tierra de Sor Juana

Este astrólogo tenía toda la intención de consultar a los astros durante un evento literario oficial al que asistió el pasado lunes, y que incluía a los más altos representantes de las empresas, el estado y la cultura. Pero, como el auditorio era techado, no tuvo más remedio que consultar el destino en el diseño de las corbatas de los diez invitados al presídium. Y lo primero que esta lectura de corbatas le reveló fue que, si los diez invitados llevaban corbata, era porque los diez eran hombres.

Hombres también han sido todos los beneficiarios de los últimos años de premios nacionales de poesía joven (como el Elías Nandino y el Francisco Cervantes) y todos los miembros del consejo de redacción de revistas literarias como Letras Libres y páginas como Círculo de poesía. Hombres son también los tutores de los cuatro géneros literarios que imparten cursos en la Fundación para las Letras Mexicanas. Y así as nauseam. Y es natural (o al menos así quieren hacérnoslo creer), pues en este país el arte y la cultura son, como todas las demás estafas lucrativas, cosa de hombres.

Pero los astros no se dejan engañar tan fácilmente y no se tragan que ese grotesco club de Toby represente en forma alguna la verdadera proporción del trabajo literario del país, que está jodido, sí, pero no tanto.

El fantasma de una monja jerónima llamada Juana de Asbaje asistía también al evento y, en cierto modo, lo presidía orgullosamente. Una mujer físicamente ausente, pero representada en el papel impreso, ante la que se inclinaban todos los presentes. No en forma de libros, claro está (¿quién tiene tiempo de leer poesía en medio de tanta Cultura?), sino en forma de billetes de doscientos pesos. Tal era el verdadero fruto de la imprenta que congregaba a los insignes congregados.

Así pues, aquí va el destino tal como me lo reveló el diseño en las corbatas de nuestra elite cultural:

Aries: No te preguntes qué clase de literatura quieres hacer. Mejor pregúntate literatura para qué clase.

Tauro: El sistema de becas es como el trasporte público: malo por insuficiente. La falta de lugares en el metro nos obliga a vivir dándonos codazos, pero sin él no se llega a ningún lado.

Géminis: La gente no es pobre, pero (si se deja) la empobrecen, y no es bruta, pero (si se deja) la embrutecen. Es verdad que no hay demanda masiva de literatura. Pero también es verdad que la demanda se crea (o se inhibe) deliberadamente.

Cáncer: Nadie puede leer por gusto si está físicamente exhausto. Exigir una población culta y lectora es exigir jornadas laborales cada vez más cortas, vacaciones pagadas cada vez más largas y posibilidades de retiro cada vez mejores.

Leo: Leo Turandot o el Congreso de los blanqueadores de Bertold Brecht, aunque preferiría verla en escena.

Virgo: La sociedad tiene mil mecanismos para inhibir y ocultar el trabajo de escritoras jóvenes. Compensar estas anteojeras con un poco de atención no puede sino beneficiar a la literatura.

Libra: ¿Tenemos derecho producir un arte dirigido contra el mercado y el estado cuando son ellos quienes lo financian? Sí, si consideramos que todo el dinero del estado y del mercado lo producen los trabajadores. No tienes por qué agradecerle tu sustento a nadie, oh becario, pero si quieres agradecérselo a alguien, agradéceselo a ellos.

Escorpión: Las fundaciones y mecenazgos privados no sólo usan fondos extraídos de sus trabajadores, sino que en general los deducen de sus impuestos. No merecen de los artistas más lealtad de la que estos elijan darles.

Sagitario: De pocos conceptos se abusa tanto como del concepto “ideología”. Se reserva esa palabra sólo a textos que intenten distanciarse conscientemente de la ideología dominante.

Capricornio: La literatura no puede ser independiente del poder, pero el poder no es uno solo. Existe el poder de la clase dominante y el poder de las clases que se le enfrentan.

Acuario: Premios literarios, consejos de redacción y catálogos de publicaciones acaparados por hombres: El medio literario refleja la sociedad a la que pertenece, aunque a veces de manera caricaturizada.

Piscis: El arte, como la ciencia, sólo puede estar comprometido consigo mismo… es decir, con el descubrimiento de verdades por sus propios medios.

Anteriormente:

Arde Troya

Lee más en nuestra columna semanal Astrología de la Liberación.