Los cómplices de la fuga del Chapo están en prisión, pero el narco elude la captura

Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.

El gobierno mexicano presume haber encarcelado a casi todos los cómplices que participaron en la huida del Chapo Guzmán el pasado 11 de julio. Claro que, al mismo tiempo, ha sido acusado de abuso de poder tras el fracaso de una nueva operación de captura del narcotraficante.

Las autoridades mexicanas han anunciado esta semana que ya han imputado a casi toda la red de colaboradores que ayudaron a Joaquín Guzmán a fugarse. Sucedió en julio en una prisión de máxima seguridad, y fue tan espectacular como vergonzoso.

El Chapo, sin embargo, sigue libre. Y la vergüenza asociada con su huida no para de crecer. Las últimas informaciones señalan que el capo eludió de nuevo a sus captores en una operación reciente. Fue muy cerca del bastión montañoso donde se ubica el cártel de Sinaloa, la organización criminal que dirige.

"Guzmán logró escapar de la prisión. Pero ni él, ni quienes lo ayudaron a escaparán de la Justicia", ha proclamado la procuradora general, Arely Gómez. Lo ha hecho poco después de anunciar la imputación de otros seis presuntos colaboradores en la fuga. Según ha explicado, la participación de estos habría sido determinante para consumar la huida del 11 del julio.

Gómez se ha abstenido de facilitar las identidades de los cómplices por motivos de seguridad. Sin embargo, se sabe que entre ellos se cuentan uno de los abogados del fugitivo y uno de los responsables de la construcción del túnel por el que el Chapo conquistó la libertad. También han caído su cuñado y el piloto favorito del escurridizo mafioso.

Gómez ha explicado que el abogado en cuestión fue el encargado de orquestar el plan. O sea, que lo de cavar un hoyo en la regadera de su propia celda y construir un túnel de más de un kilómetro a través del cual conquistar la libertad, fue idea suya. Según Gómez, el abogado habría aprovechado sus frecuentes visitas a la prisión de máxima seguridad el Altiplano, donde el Chapo cumplía condena, para comunicar los últimos avances de su plan y recibir instrucciones.

La procuradora explicó que entre los apresados se cuenta el hombre que dirigió la construcción del sofisticado túnel por el que escapó el narcotraficante. La gruta en cuestión encajaba exactamente con la pequeña altura del señor de la droga, y estaba provista de un sistema de ventilación y de electricidad. Gómez explicó que la construcción se asemeja mucho a los túneles para desplazar estupefacientes cavados entre la frontera de México y la de Estados Unidos.

El cuñado de el Chapo también ha sido capturado. Se le acusa de haber organizado el transporte de la boca del túnel hasta la ciudad de Querétaro, situada a más de 175 kilómetros de distancia de la prisión. Igualmente, el cuñado también se habría encargado de organizar el vuelo en un avión ligero que llevó al criminal de Querétaro hasta el llamado Triángulo de Oro —una zona montañosa que se extiende entre los estados de Chihuahua y Durango, y su nativa Sinaloa—.

Sinaloa lleva mucho tiempo convertida en un bastión impenetrable para las fuerzas de seguridad.

Gómez también ha anunciado que el piloto del vuelo ha sido igualmente apresado. La fiscal se refirió a él como a un "histórico", lo que sugiere que se trataría del piloto de confianza del narcotraficante durante años.

Las detenciones del miércoles elevan a 29 el número de detenidos relacionados con la huida del magnate. Entre ellos también se cuentan el ex alcaide de el Altiplano y el coordinador federal de prisiones en México. Este último sería el responsable de haber autorizado que se realizaran obras innecesarias en la prisión con el objetivo de silenciar el ruido emitido por los excavadores del túnel por el que desapareció el criminal.

"Como impermeabilizar los techos del área en donde se encontraba el hoy evadido, en plena temporada de lluvias. Y , además, el cambio de los mosaicos del baño", relató ayer Gustavo Salas, fiscal general contra el crimen organizado, a la emisora Radio Fórmula. "Se trata de obras estéticas para disfrazar los ruidos provenientes del subterráneo del penal desde donde se estaba construyendo el túnel".

La operación de poner entre rejas a los presuntos cómplices se orquestó paralelamente a una operación desplegada en el Triángulo de Oro cuyo objetivo era capturar a Guzmán.

El viernes pasado las autoridades mexicanas corroboraron las informaciones aparecidas en prensa. Según relataban estas, las fuerzas de la Marina mexicana se habrían encontrado con Guzmán cerca de la ciudad de Tamazula, en Durango, a principios de este mes.

Un comunicado publicado a posteriori informaba que el magnate había logrado huir, aunque había padecido lesiones en una pierna y en su rostro mientras lo hacía. El comunicado también confirmaba que "fuerzas internacionales" habrían participado también en la operación. Se da por hecho que se trata de una alusión a la administración de lucha contra las drogas de Estados Unidos, la llamada DEA.

El hecho de que la operación se aproximara tanto al inescrutable bastión de Guzmán —donde el escarpado terreno dificulta muchísimo la posibilidad de desplegar una ofensiva aérea por sorpresa, e imposibilita, también, el ataque por tierra; y donde, además, el narcotraficante es fuertemente protegido por sus vecinos— contradice a todos aquellos que aseguraban que la operación no tenía ninguna posibilidad de éxito.

"La campaña para reaprehender al Chapo parece caminar en dirección correcta", ha escrito el experto de seguridad Alejandro Hope, en el rotativo mexicano El Universal.

Sin embargo, el experto también ha señalado que cada intento fallido implica la dilación por meses de la captura, puesto que la seguridad alrededor del narcotraficante se irá haciendo más compacta. Serán más cuidadosos con las comunicaciones. Según parece, la pista que permitió averiguar su localización salió de una llamada intervenida. "No es presa fácil", vaticina Hope.

Paralelamente, la operación para dar caza a el Chapo en las montañas ha provocado también el éxodo de centenares de aldeanos de la zona. Estos confesaron a la prensa que habían emprendido su huida después de que los helicópteros de las fuerzas de seguridad abriesen fuego contra sus casas.

Una de las residencias de la zona, situada en el remoto vecindario de El Verano, fue abandonada con 33 orificios de bala repartidos entre su techo y sus paredes.

Las denuncias de los vecinos por el excesivo uso de fuerza provocaron la reacción del ministro de la Marina, quien emitió un comunicado donde este subrayaba que "en cada una de las operaciones que desarrolla el personal naval, en todo momento y situación, se respetan estrictamente y bajo cualquier circunstancia los Derechos Humanos".

Sin embargo, algunos observadores no comparten esa versión. Estos son más partidarios de pensar que existe una estrategia deliberada destinada a presionar a los vecinos, hasta forzarles a abandonar sus hogares. De tal manera, se conseguirá el último propósito de la operación, que no es otro que aislar al narcotraficante. Hasta ahora, los vecinos se han convertido en una especie de escudo protector para el Chapo y para otros miembros del cártel de Sinaloa.

Hay quien cree que es así porque el Chapo y los suyos merecen la consideración de héroes. Otros piensan que se debe más a una cuestión de miedo: tienen miedo de lo que les pudiera pasar si se les acusa de traición.

"Nadie va a traicionar al Chapo allá; lo sabe bien el gobierno", ha escrito el veterano supervisor de la actividad de los carteles Ismael Bojórquez. Lo ha hecho en las páginas de Río Doce, el semanario especializado en periodismo de investigación, que dirige en Sinaloa. "Es malo para un gobierno tan desprestigiado cuando de derechos humanos se habla. Pero es peor para la población, que es la que está sufriendo los estragos de la frustración del gobierno".

Mientras tanto, los medios mexicanos informaron ayer que un juez federal ha solicitado una orden para posibilitar la extradición del narcotraficante en caso de que este vuelva a ser apresado.

Desde la huida de Guzmán, uno de sus abogados, Juan Pablo Badillo, ha bombardeado los tribunales para exigirles que fallen en contra de la posible extradición de su cliente a Estados Unidos. Badillo cree que, en caso de ser extraditado, el Chapo no será juzgado justamente en suelo estadunidense.

Sigue a Jo Tuckman en Twitter: @jotuckman