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Es muy sencillo darse de alta con un perfil de modelo, sólo debes saber inglés porque toda la comunicación ocurre en este idioma. Es un empleo formal; después de llenar el formato con datos personales, llega un contrato con las políticas de la empresa. Cuando le pregunté acerca de la censura dentro del espacio, me comentó que algunas de las prohibiciones incluyen: mostrar sangre (nada de puchas menstruando), jugar con objetos que no procedan de una sexshop (cero jugueteos con frutas y verduras), orinar, hablar de temas que incluyan a menores de edad o usar máscaras todo el tiempo. Tres faltas y estás fuera.
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"Lo importante de la webcam es ser tú mismo. Lo que buscan ahí es conectar con la gente, que seas interesante y les hagas caso", me dijo Mafufu cuando le pregunté qué busca la gente en estos sitios. "Tengo clientes frecuentes y regularmente son los que mejor me pagan. Llego a sentir amistad por algunos, siempre son muy amables y me preguntan por la escuela de arte".
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Los clientes de Mafufu son en su mayoría hombres que van de los 35 a los 55 años, cada uno con sus peculiaridades. "Yo siempre cobro por verlos en la webcam, pero tengo un cliente que me encanta, a él nunca le cobro porque me gusta verlo también", confesó sonrojándose un poco. En ocasiones, las modelos reciben invitaciones por parte de sus clientes para ir a visitarlos a sus ciudades con todo pagado, "¡Sí es tentador! Pero yo no lo hago, por el momento no quiero cruzar esa frontera".
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