¿Por qué la gente se hace escarificaciones en el rostro?

Tradicionalmente, en las tribus de todo el mundo, la escarificación servía para marcar los momentos importantes en la vida de una persona, como el matrimonio o la pubertad. Hoy en día —al menos en Europa y América— la gente se hace escarificaciones por razones meramente estéticas. Aunque también pueden hacerse para representar lo que sea que su portador desee.

El proceso consiste en cortar la piel usando un bisturí, removerla y untar peróxido con jugo de limón sobre la herida para evitar que la cicatriz se infle; normalmente se busca una cicatriz hundida. No es una ciencia muy exacta —la gente reacciona diferente al proceso de cicatrización— pero es una forma de arte que requiere una gran habilidad.

La escarificación facial es menos común pero se ha vuelto muy popular gracias la multitud de aficionados a la modificación corporal. Durante el proceso de sanación, las cicatrices son sumamente visibles pero se van desvaneciendo con los años y hay veces en las que desaparecen casi por completo.

Platiqué con cuatro personas sobre la escarificación facial para saber por qué decidieron cortarse la cara.

Shiva es uno de los artistas más respetados en la industria de la escarificación. Empezó como perforador y hace seis años decidió enfocarse en la escarificación. "Quería algo me exigiera más en el aspecto artístico y ritual de la modificación corporal", dijo y agregó que la tarea de escarificar los rostros de la gente no es algo que se pueda tomar a la ligera: "Implica mucha presión porque estás trabajando con la parte del cuerpo más visible. Pero es un honor cuando alguien me lo pide".

La primera vez que Shiva escarificó el rostro de otra persona estaba muerto de miedo pero nunca ha negado sus servicios ya que la gente que lo busca normalmente ya tiene muchos tatuajes u otras modificaciones corporales. "Si llegara una persona muy joven o con pocas modificaciones corporales, le diría que tal vez no es una buena idea y que lo mejor es esperar a que esté en posición de entender lo que implica una escarificación", dijo y agregó que también les daría recomendaciones dependiendo de su situación laboral.

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Si quieres hacerte una escarificación en el rostro, tienes que pensarlo muy bien porque no es cualquier cosa", dijo. "La gente puede reaccionar de mil formas al verte, así que tienes que estar preparado". También recomienda a la gente que se haga otras modificaciones en el cuerpo antes de empezar en el rostro. Para Shiva, la escarificación facial es un proceso espiritual. "El rostro es la parte más sagrada del cuerpo, la más cercana a Dios. Por eso es tan especial para mí".

Puedes ver más de la obra de Shiva en Instagram.

Joe tiene 29 años y vive en Londres. Estaba trabajando en las oficinas de un banco muy importante cuando se hizo su escarificación pero renunció poco después.

Antes de modificarse el rostro, ya tenía varias escarificaciones en el pecho. "Cuando me hice las escarificaciones del pecho, creí que iba a ser la última vez por la comezón y las molestias", explicó. "Pero, como pasa con todo, con el tiempo me dieron ganas de más".

Quería unas cicatrices pequeñas en forma de círculo alrededor de su implantes transdermales y fue a ver a su artista de escarificación, Iestyn Flye. Flye le recomendó que se hiciera algo más grande y le hizo un diseño en la cabeza en ese mismo instante. "Sólo pasó y ya", dijo Joe. "Quería hacerlo, tenía dinero y sentí que era lo correcto".

Por desgracia, al banco donde trabajaba no le gustó la idea. "No les gustó nada cuando dije que las heridas frescas no estaban prohibidas en el código de vestimenta del empleado", dijo Joe. Aparte de eso, Joe afirma que la escarificación no le causó problemas en ningún otro lado. "Ni mi familia ni mis amigos se sorprendieron porque siempre he tenido un look más 'alternativo'".

Además de la escarificación y los implantes transdermales, Joe tiene la lengua bifurcada y varios tatuajes. También tiene otra escarificaciones en la espalda, el cuello y los hombros. Pero la escarificación que más le gusta es la que tiene en la cara. "A pesar de que fue algo espontáneo, en poco tiempo le agarré mucho cariño", dijo. "De cierta forma, es como una corona".

Beto es un modificador corporal mexicano que vive en Berlín y es copropietario del estudio Rusty Pig Foot Tattoo. Tiene 41 años de edad y le interesa la escarificación ritual desde la infancia. "Desde que era niño, siempre me ha interesado la escarificación ritual de la cultura maya y azteca, cuando las escarificaciones eran sólo para guerreros", dijo. "Mi mamá tiene una cicatriz en la cara por un accidente y siempre dice que se ve fea. Pero a mí me gusta y siempre me ha parecido muy hermosa. Ella también es una guerrera".

De hecho, Beto dijo que se hizo esa escarificación pensando en su madre: "Era una forma de mostrarle que las cicatrices, ya sean accidentales o intencionales, pueden ser hermosas. Son marcas de una batalla que ganaste en la vida".

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También confesó que estaba muy asustado antes de hacerse la escarificación pero que eso lo obligó a enfrentar sus miedos, a relajarse y dejar que el dolor fluyera. Por su profesión, la escarificación no fue ningún problema. Al contrario, le ha ayudado a conectarse con la gente. "Curiosamente, cuando la gente se me acerca, es por curiosidad o para decirme que se ve bien", señaló.

Igual que Shiva, Beto no está dispuesto a trabajar sobre una persona que no cree que esté lista vivir el impacto de una escarificación facial. También cree que el proceso es un viaje espiritual más que puramente estético. "Mis escarificaciones son parte de mí. Son marcas de mi historia y mi ideología", dijo. "Me recuerdan mis raíces, mis batallas y mi identidad".

Puedes ver más de la obra de Beto en su Instagram.

Elizijah es un modificador corporal de 26 años de edad que trabaja en Punktured Body Piercing, un estudio en Brighton, Inglaterra. Lleva siete años trabajando en la industria de la modificación corporal y se especializa en escarificación, piercing avanzado y reconstrucción de lóbulo, un procedimiento para la gente que quiere cerrarse las expansiones de las orejas.

"Estoy tratando de inventar mi propia versión de una tribu. Siempre me ha interesado la cultura de las tribus de todo el mundo y esto fue sólo un paso más hacia mi sueño", explicó. También dijo que para aguantar el dolor, "tienes que concentrarte en cómo se va a ver después".

Como Elizijah ya tenía tatuajes en la cara y en la cabeza, además de piercings, la escarificación no le afectó mucho. Probablemente es porque sus amigos también tienen modificaciones corporales, piercings y tatuajes. "Mi familia y mis amigos conocen la industria en la que trabajo y ven la escarificación de forma diferente. Para ellos eso sólo una modificación más".

También mejoró su imagen personal. "Me encanta", dijo, aunque el trabajo ya no le emociona como antes. "Ya pasó la novedad de las escarificaciones. Pasó igual que con las demás modificaciones corporales", explicó. "Pero no la cambiaría por nada".

Puedes ver más de la obra de Elizijah en su Instagram.