Priístas en la mira

Manlio Fabio Beltrones, vía.

Son la punta del iceberg sucio, son los más visibles y los menos salvables. A principios de abril, una investigación radiofónica dio a conocer el mal manejo de recursos públicos del PRI-DF y la supuesta red de trata de personas por parte del ex líder priísta capitalino Cuauhtémoc Gutiérrez.

No pasó ni una semana del asunto para que el ex gobernador interino y ex secretario de gobierno de Michoacán, Jesús Reyna García, fuera arraigado por 40 días después de que el líder de los grupos de autodefensas en Tepalcaltepec, José Manuel Mireles Valverde, declarara que el priísta y su esposa tenían vínculos con Servando La Tuta Gómez Martínez, uno de los líderes del cártel de drogas michoacano Los Caballeros Templarios.

Jesús Reyna fue designado como gobernador interino del estado durante siete meses en 2013 por el propio Fausto Vallejo, actual gobernador del estado por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuando presentó problemas de salud que atendió con un tratamiento en Estados Unidos del que finalmente regresó a finales de ese mismo año.

Cuando Fausto Vallejo ocupó de nuevo su cargo, dejó el caso durante varios meses e incluso, en entrevista radiofónica aseguró que confiaba en Jesús Reyna: “Es una gente que nos ha dado resultados”, dijo. "No será una perita en dulce es cierto, pero sí metería las manos al fuego por él".

Días después del arraigo y de que Reyna el Perita en Dulce declarara ante la PGR, el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam afirmó que el ex secretario de gobierno sostuvo reuniones con líderes de Los Caballeros Templarios, entre ellos La Tuta.

Jesús Reyna García, vía.

Gracias a un documento de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán que se dio a conocer, el encuentro de Reyna con Servando Gómez, habría sido en marzo del 2011 para establecer "una estrategia política electoral y de acuerdos mutuos". Reyna para ese entonces se desempeñaba como coordinador de campaña electoral de Fausto Vallejo.

Al encuentro, según cita el mismo documento, también habría asistido el entonces candidato por el PRI a alcalde de Tepalcaltepec, Guillermo Valencia Reyes, que también tuvo que declarar ante la procuraduría por supuestos nexos y que a pesar de ganar las elecciones, fue reemplazado por no poder ejercer como alcalde debido a varias amenazas que recibía. Según afirmó, eran amenazas que provenían de las autodefensas, después que los mismos acusaran al ex presidente municipal de ser el “templario mayor”, pues Valencia Reyes realizó una campaña en contra de los grupos desde su creación, señalándolos como “ex criminales”.

Todas estas detenciones se dan en medio de un largo proceso de diálogo entre los líderes de grupos de autodefensas y el Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral, Alfredo Castillo Cervantes, para pactar un desarme de las autodefensas y "limpiar" el estado de la delincuencia organizada fijando un plazo para principios de mayo

Y es que este mes también cayeron otros dos presidentes municipales, Uriel Chávez Mendoza, de Apatzingán, y Noé Octavio Aburto Inclán, de Tacámbaro. Uriel Chávez fue acusado por un regidor del Partido Acción Nacional, José Martín Gómez, de extorsionar a varios funcionarios para financiar a Los Caballeros Templarios a través de una empresa.

El regidor panista contó que varios funcionarios fueron citados por el alcalde de Apatzingán del PRI para que le dieran 40 por ciento de su sueldo y firmaran un contrato que desviaría 30 por ciento de los recursos federales para Los Templarios, o sea más de cien millones de pesos destinados al municipio.

Por otra parte, el alcalde de Tacámbaro que pertenece al PAN, fue también acusado por extorsionar y pedir cuotas mensuales para apoyar a un grupo delictivo local.

Imagen vía.

Después de que varios políticos opositores, así como el líder de las autodefensas señalaran a varias personas coludidas con la delincuencia organizada, falta revisar el caso de otro priísta de peso en el país: Manlio Fabio Beltrones, el actual coordinador de los diputados del PRI, cuyo caso desató polémica después de que la periodista Denise Dresser lo denunciara en su columna por cobrar "moches" (comisiones) para asignar presupuesto público.

Las acusaciones de Dresser se basaron en una investigación de los periodistas del diario New York Times, Craig Pyes y Sam Dillon que les mereció un premio Pullitzer, donde Beltrones habría dado protección a narcotraficantes de Sonora cuando fue gobernador de ese estado. Por lo que posteriormente el coordinador de comunicación social de los diputados del PRI, Jesús Anaya, desmintió a Dresser en otra publicación donde calificó que el artículo de la periodista se basó en "mentiras o versiones falsas interesadas" y la llamó "supuesta periodista", sin considerar la investigación del NYT ganadora del máximo galardón periodístico en Estados Unidos.

No serán los eslabones más importantes de la inseguridad del país y lo que comienza a parecer una caza de brujas priístas y de intereses políticos, por lo pronto incluye una campaña de intimidación contra la periodista mexicana y ningún resultado significativo en la búsqueda de seguridad y erradicación de la delincuencia organizada, por lo menos en Michoacán. Así como el hecho que Vallejo estuviera ausente por algunos meses no lo exime de no saber que su ex secretario de gobierno se reunió ventajosamente con altos mandos del narcotráfico.

Así que es ahora válido preguntar: ¿es una campaña para mejorar la imagen del partido o de Michoacán? ¿Con la detención de estos funcionarios se resolverá el problema?

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