Relacionados: Una guía al aborto seguro en México
Varias protestas han tenido lugar en todo el país en las últimas semanas, pero el lunes las mujeres polacas dieron un paso más allá y faltaron al trabajo o la escuela, se vistieron de negro, y se unieron para exigir su derecho a utilizar sus cuerpos como lo deseen. Les pedimos a algunas de ellas que explicaran su motivación para irse a huelga.
Joanna: “Estoy en huelga porque soy una mujer, y están pisoteando mi dignidad. Pensé que vivía en un país libre, donde se observan los derechos humanos fundamentales. Los cambios previstos en la ley condenarán a las mujeres y a sus seres queridos a someterse a procedimientos humillantes, e incluso podrían poner en peligro sus vidas. Todo esto sólo por los juegos políticos y la moral católica hipócrita”.
Alicja: “Ya no me siento segura en Polonia. He vivido gran parte de mi vida adulta en la Dinamarca liberal, y no podría imaginar que volver a Polonia signifique perder mi libertad. Pero ahí es a donde nos dirigimos”.
Areta: “No me silenciarán. Lo que está sucediendo en este momento no debe tener lugar en ningún país civilizado. No podemos pretender que no existe ningún problema y tampoco podemos pretender que una voz individual no cuenta. Si los individuos se unen, pueden volverse poderosos”.
Anna: “Estoy en huelga porque esta ley es otra muestra de que las mujeres son estigmatizadas. El nuevo proyecto de ley está basado en una idea medieval de que las mujeres son malas por naturaleza y que sólo tienen la idea del asesinato en sus mentes”.
Milena: “Al igual que Kathleen Hanna canta en la canción de la banda Julie Ruin, yo decido sobre mi vida, mi salud y yo misma. Protesto en nombre de todas las mujeres y hombres que amo, mis amigos, mis colegas y las personas que no conozco. Incluso protesto con más energía contra las personas que se quedan en silencio y contra los fanáticos religiosos. Siento que estoy en guerra con el radicalismo y la estupidez”.
Anna: "Soy médico, y me resulta inconcebible que la mujer pierda su derecho a hacerse una prueba prenatal. Médicamente, esto significaría un retorno a la Edad Media”.
Aga: “Estoy furiosa. Durante años, los políticos y la iglesia se han entrometido en los derechos básicos de las mujeres, como si fuéramos ciudadanas de segunda clase, como si estuviera bien que nos restrinjan y nos manipulen a su antojo. Me niego a permitir que nos usen a nosotras y a nuestros cuerpos de esa manera. Toda la vida he visto que las cosas empeoran más y más. En lugar de más libertad, obtenemos más opresión”.
Aniela: “No quiero vivir en un país donde el gobierno meta la nariz en mis asuntos, no me respete y me quite el derecho a decidir a tomar decisiones sobre mi vida y mi cuerpo. La denominada gente pro-vida sólo está a favor de la vida hasta que naces, al momento en que sales del útero, estás solo”.
Malwina: “Todos deberíamos tener derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos, por eso estoy en huelga”.
Aga: “Tenemos que tomar el asunto en nuestras propias manos. Cuando miles de mujeres encabronadas deciden unirse, tienes una bomba de tiempo que podría estallar en cualquier momento. Estoy luchando por nuestra libertad y nuestro futuro el día de hoy…”.