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Sports

Revolución o status quo

Les puedo decir que estoy a favor que FIFA sea más transparente.

Las fuerzas políticas del futbol mundial han estado en movimiento: las negociaciones, los arreglos, los grupos, amigos y enemigos, todo al borde de lo que equivaldría a una revolución política o un cambio de mando en la ONU.

Hace unos días se evaluaron las candidaturas para la presidencia de la FIFA. Un título que puede generar más poder que un presidente de estado, capaz de mover masas e incluso de poner en jaque gobiernos enteros sólo con castigarlo suspendiendo a las federaciones de futbol de cualquier país.

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El presidente actual de la FIFA es Joseph “Sepp” Blatter, un suizo que se ha hecho desde muy joven en las filas de la FIFA. Alumno de Joao Havelange (antiguo presidente), le ganó la presidencia de la FIFA en Francia ’98, y desde entonces ha mantenido el cargo. Un personaje carismático, político, hábil, inteligente, colmilludo y sobretodo, corrupto.

Desde 1998 no había tenido ningún contrincante serio a esa presidencia hasta el lunes pasado, que el qatarí Mohamed Bin Hammam fue aceptado como candidato al puestazo. Es importante hacer notar que gracias al Sr. Bin Hammam fue que el mundial 2022 se hará en Qatar; claro, fue él quien pagó todas los gastos de campañas anteriores de “Sepp”. Bin Hammam puso el avión, las relaciones públicas y sus petrodólares a favor de Blatter. Algun día le tenía que devolver el favor.

Fueron estas decisiones “extrañas” de otorgar los mundiales del 2018 y 2022 a Rusia y Qatar que generaron indignación en el mundo del futbol. Uno de los movimientos en contra más importantes es @ChangeFIFA, comandado por el abogado gringo David Larkin y el periodista inglés Oliver Fowler, quienes han logrado despertar conciencias en los fans sobre la realidad de la FIFA. La cadena BBC y Andrew Jennings también han sido clave para destapar la corrupción que prevalece en FIFA.

ChangeFIFA se trató de agarrar de la decepción inglesa sobre el rechazo de su candidatura al mundial del 2018 para nominar a alguien y tratar de hacerle frente a la corrupción que FIFA lleva por años. Trataron de nominar a Elías Figueroa, un leyenda del futbol chileno, como presidente de FIFA bajo una plataforma de reformas y transparencia, pero al último minuto Elías se echó para atrás (¿miedito?). Incluso el editor en jefe de futbol de Sports Illustrated, Grant Wahl, se intentó lanzar como presidente. Entre chiste y verdad, demostró a sus lectores que esto es jugar con fuego y puedes quemarte muy gacho.

Les puedo decir que estoy a favor que FIFA sea más transparente, que ponga a la luz pública cuanto se embolsan los 24 personajes que están en la mesa ejecutiva. Pero también hace pensar en que quizás sí existen mafias que son, no buenas, pero necesarias. Si nos pusiéramos WikiLeaks con FIFA, saldría tanta mierda, que la maquinaria futbolera perdería todo el encanto y nadie sentiría un gramo de felicidad al aportar un dólar a la causa.

El próximo 1ro de junio serán las elecciones de FIFA en Zurich, el presidente seguirá siendo Joseph Blatter y se mantendrá el Status Quo del futbol mundial. ¿Qué hay en juego detrás de esas elecciones? Que Blatter esté tan encabronado con Qatar por haberlo confrontado que le quite el mundial y se lo lleve a Australia. Que Brasil sea sancionado por no tener las sedes a tiempo. Que para el 2018 el próximo presidente de FIFA sea Michelle Platini, manteniendo el poder del futbol en Europa, quizás donde debería siempre estar.

MIGUEL PAZCABRALES
@pazcabrales