Sextear tiene ventajas

Siempre he tenido sentimientos encontrados con eso de sextear. Por un lado me gusta hacerlo y por el otro, todavía me siento incómoda cuando recibo fotos que no pedí de penes o cuando tipos que no conozco me invitan a su casa "a ver películas". Puede ser muy incómodo, críptico (el emoji de berenjena no significa que quieran ir a hacer mercado contigo) y muy útil para chantajear o humillar a alguien públicamente. Sin embargo, también puede crear un diálogo erótico entre dos personas (o más, si eso es lo que te gusta) y permitir que se comuniquen fantasías sexuales que no se atreverían a expresar en persona.

Pero no importa mi opinión con respecto al tema; el hecho es que sextear es una parte crítica de las relaciones modernas. Un estudio realizado por profesores de la Universidad Drexel reveló que ocho de cada diez estadounidenses entre los 18 y los 82 años sextean. En otras palabras, prácticamente todos. Por eso me pregunto si sextear ha cambiado la forma en que hablamos y tenemos sexo en el mundo real.

Según la sexóloga Zhana Vrangalova, sextear tiene el mismo efecto que ver porno o leer escritos eróticos: pone a girar la rueda del sexo imaginario en nuestro cerebro. A diferencia del porno o de la literatura erótica, sextear es más personal. "Demuestra que la persona está interesada en ti o que le excitas y saber que alguien te desea es una de las cosas más excitantes", dice.

No lo puedo negar. Los mejores mensajes que he recibido hasta ahora fueron los de un tipo con el que salí hace un año. Me enviaba descripciones largas de cómo quería que me sentara en su cara o cómo me quería lamer el culo. Cuando terminamos, lo que más extrañaba eran esos mensajes sorpresa. Era increíble saber que alguien pensaba en mi culo mientras estaba haciendo fila para pagar en el supermercado.

Gretchen McCulloch, un lingüista que se especializa en lenguaje de Internet dice que sextear hace que la gente tenga más deseo sexual. "Los poemas de Catallus y las cartas que le enviaba James Joyce a su esposa, Norah, eran increíblemente sucios". Pero con la tecnología de los celulares, ese tipo de conversaciones pueden pasar en cualquier momento. Puedes enviar mensajes sobre lo duro que lo tienes desde una cafetería. "La gente quiere creer que la tecnología está generando pánico moral pero en la mayoría de los casos sólo promueve una práctica que lleva siglos".

Desde que empezamos a sextear con nuestros celulares, les decimos cosas a nuestras parejas sexuales que probablemente nunca podríamos decir en persona. Creo que nunca he dicho la palabra "verga" en voz alta mientras tiro. "Pene" sí pero nunca "verga". Es como el Voldemort de los genitales. ¿Alguna vez han intentado decir lo mismo que sextean en voz alta? No es natural.

Para demostrarlo, la cineasta Eileen Yaghoobian hizo un proyecto llamadoSend Me Your Sextque consiste en actuar ese tipo de conversaciones y hacer videos cortos. Los videos resultaron muy extraños: ninguna de las conversaciones tiene sentido; no hay un flujo real en el diálogo, hay pausas largas y es incómodo porque no se sabe dónde se supone que ocurre el diálogo. Sin importar el contexto del video, queda claro que estas conversaciones fueron creadas exclusivamente para el mundo digital.

Entiendo totalmente el proyecto de Yaghoobian. Cuando vuelvo a leer lo que mando, me pregunto "¿Quién escribió esta mierda? ¿En serio fui yo?". Siento como si la chica que envía los mensajes fuera mi alter ego y no la Alison que existe en la vida real.

McCulloch dice que no es tan extremo. "Lo que pasa es que sextear hace que la gente participe más y lo haga más rápido", explica. "Cuando hay prisa, no somos tan elocuentes".

Eso no significa que lo que escribes sea mentira. "Tal vez nunca digas esas cosas en persona pero son tus verdaderos deseos e intereses", sugiere Vrangalova. "Así que, de cierta forma, es una representación más real de ti".

Además, según el estudio de Drexel, este tipo de expresión textual hace que la gente se sienta más satisfecha en sus relaciones, en especial si las relaciones son casuales. También ayuda a que la gente enfrente emociones negativas. Hubo una pareja que se envió mensajes sólo con emojis durante un mes completo y al final del experimento, se dio cuenta de que era más fácil expresar sus sentimientos. Los mensajes de texto simplifican las cosas.

Por más contradictorio que parezca, sextear representa nuestra verdadera personalidad, nuestra versión mejorada. Es un espacio donde podemos sentirnos más seguros al compartir nuestras fantasías, incluso las que no se van a volver realidad, pero sobre todo las que sí.