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UNA HISTORIA DE MEDIAS Y MALLAS

Hoy, son una forma de hacer que las piernas se vean seductoras sin mostrarlas al desnudo.

Estilista: Hilary Olson; Model: Zumi

Hoy, son una forma de hacer que las piernas se vean seductoras sin mostrarlas al desnudo. Sin embargo, las medias recorrieron un camino difícil antes de poner calientes a todos. Hicimos un recuento de la historia de las medias y las mallas, desde los pies de mamá hasta las piernas de los bárbaros, colonos y grandes estadistas; la creación de nuevos modelos para la industria; la violencia y disturbios que han ocasionado, para terminar en un mundo nuevo libre de preocupaciones. Atásquense.

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LOS ORÍGENES

En Occidente, cubrirse las piernas con piel animal fue el cigoto de la lencería moderna. Durante siglos, éste fue un fenónemo que cambiaba todo el tiempo. A veces estaba de moda y otras no, hasta que a mediados del siglo XVI, se definió el nuevo estilo de las medias tejidas. Por otra parte, los egipcios ya usaban calcetines tejidos desde el cuarto o quinto siglo antes de Cristo, ingeniándoselas para que rodearan el talón, mil años antes de que Inglaterra agarrara la onda. Si ésta no esuna prueba definitiva de que tuvieron contacto alienígena, no sé que podrá convencerte.

Dato curioso: cuando los sajones gobernaban Inglaterra, los monjes tenían prohibido oficiar misa con las piernas desnudas, así que se las cubrían enrollándose cintas de lino. A esas alturas, el poder del imperio Romano iba disminuyendo y ya había colapsado en Inglaterra. Dentro del clero romano —unos pervertidos desde sus inicios— preferían usar medias de seda.

MATERIALES

Cien años después de la muerte de Jesús, los europeos comenzaron a usar pelo de animales, en vez de piel, para cubrir sus piernas. El poeta latino M. Valerio Marcial habló con amor del “udo”, como se le llamaba a esta prenda: “La lana no podía proveerlos, sólo las barbas del macho cabrío. Tus pies pueden refugiarse en la ropa hecha de pelo de cabra”. La primera prenda de lencería fabricada de otro material, provenía de un pequeño y peculiar animalito del Bosque de Sherwood, que producía los filamentos más largos que alguien hubiera visto. La seda se popularizó en 1560, cuando la reina Elizabeth recibió un par de medias de este material, y desde ese momento, se rehusó a usar cualquier otra cosa. En las colonias inglesas del continente americano, una serie de leyes confusas restringían el comercio de lana, así que empezaron a usar fibras de hemp para tejer las primeras medias pachecas. En 1939 aparecieron las primeras medias de nylon, y miles de mujeres hicieron largas colas para comprar un par. Al poco tiempo, a todo el mundo le valía madres la seda.

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LA ESCENA DE LAS MEDIAS INDUSTRIALES

En 1589, el reverendo William Lee inventó una máquina para tejer medias de forma industrial. Para 1811, la mecanización había remplazado prácticamente el trabajo manual y además, los fabricantes les cobraban a sus empleados por usar la máquina de tejido con las que trabajaban. Hasta que un buen día un grupo de trabajadores encabronados y supuestamente encabezados por el mítico (y seguramente ficticio) Ned Ludd, se lanzaron contra las máquinas de tejido con sus martillos, con la intención de acabar con la industria y así volver a ganarse la vida con su trabajo artesanal. Así nació el movimiento ludista.

El día de San Valentín de 1812, el gobierno aprobó una ley que castigaba con pena de muerte la destrucción de maquinaria industrial. Con los artesanos rebeldes ya reprimidos, fabricar un par de medias se convirtió en un proceso con un número ridículo de etapas incluyendo complejos contratos para la costura, tejido y bordado. Como si no hubiera sido suficiente, había que rentar desde las agujas hasta el espacio para colocar la máquina.

COLOR

Desde mediados de 1300 hasta 1550, las medias o “calzas” eran ostentadas por los hombres cual plumaje en un pavo real. Piezas de seda, algodón, lino o lana eran recortadas por los sastres para cubrir las piernas y muslos. Las había cortas o largas, abultadas, rayadas o bordadas en la cintura o en los tobillos, y se hacían en un millón de colores distintos. Solamente las medias amarillas tenían mala reputación, ya que tenían connotaciones de ambigüedad de género y hasta de ser eunuco, todo gracias a Noche de Reyes de Shakespeare. Después de 1550, las combinaciones de medias de colores dejó de estar a la moda y desde 1670 hasta 1680, los ingleses fueron tan aburridos con su forma monocromática de vestir, que la ropa interior era teñida para combinar con el resto del traje. Sin embargo, en París del siglo XVII, las medias aún se vendían en cincuenta colores distintos y con etiquetas como: Deseo Amoroso, Tiempo Perdido y Pecado Mortal.

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MALLONES

¿Te imaginas en quién se inspiraron esas chicas de Brooklyn para usar sus camisas extra grandes y medias entalladas? A mediados de 1300, las medias se veían por toda Europa Occidental; venían en diferentes colores, tejidas con múltiples diseños y líneas, y se usaban con chamarras cortas. Obviamente, la Iglesia las desaprobaba, ya que dejaban ver cada uno de los músculos y tendones en las piernas y el trasero de quienes las usaban. Con un total desprecio por la decencia, los jóvenes de la época no sólo siguieron vistiendo este provocador estilo, sino que también se rapaban la mitad de la cabeza.

LA LEY

Las cintas en las piernas fueron consideradas una señal de barbarie en Roma a finales del siglo III. Si te atrapaban usando medias, el castigo era una eternidad en servidumbre y la confiscación de todas tus pertenencias. Sin embargo, cien años después, ya todo estaba bien. En 1555, se aprobó una ley en Inglaterra que permitía el uso de medias de seda únicamente a regidores y alcaldes, con una pena de diez libras y prisión para cualquier otro que se atreviera a usarlarlas. En 1656, la corte de Massachusetts ordenó que toda mujer y niño que no tuviera trabajo y que no tuviera las manos rotas, debía comenzar a hilar; gran parte del hilo se usaba para fabricar ropa interior. En 1976 en Connecticut, se prohibió que los hombres usaran ropa de mujer, incluyendo medias tejidas. Lo curioso es que no había problema con que los hombres usaran “medias” de cuero, básicamente chaparreras de vaquero. Sin duda, fue justo ahí donde empezó el gusto de los gays por la ropa de cuero. Pero ésa es otra historia.