Reseñas Julio II

Como ya sabréis en este número de VICE la ficción es la protagonista así que en lugar de analizar más putos discos de música moderna y gente alucinante os presentamos críticas de algunos ejemplares del viejo pasatiempo de papel y el favorito del verano: libros y más libros.

THE GRIMSCRIBE’S PUPPETS

Varios autores

Miskatonic River

Uh. Los discos de tributo a veces divierten porque los grupos pueden tocar las canciones de otro a su propio estilo, pero reunir a una serie de gente para que escriban historias al estilo de un autor establecido se llama fanfiction, e internet está lleno de esa mierda. Lo único peor sería montar un tributo colectivo a un sobrevalorado escritor de terror, una especie de Clive Barker de rebajas, que mantiene a propósito su trabajo fuera de circulación para preservar su “mística”.

(ESTOY HABLANDO DE THOMAS LIGOTTI)

ON THE BRO’D: A Parody Of Jack Kerouac’s On The Road

Mike Lacher

Adams Media

Es lícito pensar que una reimaginación en clave paródica del famoso libro de Kerouac sobre la amistad masculina daría mucho juego en términos de acción anal.Pues mira, no ha sido así. Eso sí, el trasto hace un buen trabajo eyaculando en su propia boca.

PEPE NABURROUGHS

MERIDIANO DE SANGRE

Cormac McCarthy

Mondadori

La forja todavía caliente de los Estados Unidos nos sirve a los habitantes de esta era para discernirnos un poco en vivo y en directo, observarnos el rumbo, aislar valores y esbozar nuestra naturaleza y condición. Esta alucinante epopeya horizontal es el viaje atroz de una serie de personajes que tal vez vivieron hace siglo y medio y que hoy poco importan, pues lo que importa es la procesión interna, la ruta, el escapulario y el horror. Esto es una novela de indios y vaqueros que se sobrepasa a sí misma para erigirse en uno de esos pocos libros que pueden decretarse clásicos con la boca grande y el culo prieto; una obra extraña donde la peripecia no obsta la observación ni desdeña la lírica, sino que las alfombran y cuajan en algunas de las imágenes más crueles y hermosas jamás escritas. Y, como ahí se dice, sólo el hombre que llegue a comprender que la guerra habla a lo más íntimo de su corazón será capaz de bailar.

RUBÉN LARDÍN

ON THE GROUND: An Illustrated Anecdotal History Of The Sixties Underground Press in US

Editado por Sean Stewart

PM

Bueno, vale ya de tanta historia oral, ¿no? Funciona cuando estás documentando la escena punk de Nueva York o la vida de David Lee Roth, tan llenas de historias increíbles que basta con poner la grabadora delante de los protagonistas, decir “Vale, empieza desde el principio”, dejar que parloteen hasta el final y luego darle al stop. Si cada cinco páginas tienes que añadir párrafos explicativos para unir los puntos entre Paul Krassner y Gilbert Shelton, lo que básicamente estás haciendo es endosarnos tus trans-cripciones y decir, “Aquí tenéis, hala, vosotros mismos”.

MARCIAL LAFUENTE IBUPROFENO

ENERGY FLASH: A Journey Through Rave Music And Dance Culture

Simon Reynolds

Soft Skull

Ingleses, iros al peo ya con vuestros sesudos tochos desmenuzando el rock’n’roll. Lo que queremos es leer sobre Julian Cope dos años colgado de ácido y KLF disparando ráfagas de fogueo al público de los BRIT Awards, no absurdos, interminables despieces tema por tema de Screamadelica (¿sabíais que la remezcla de Andy Weatherall de “American Spring” gira en torno a un exquisito motivo de clavicémbalo como polvo de estrellas dispersándose en el aire?) y párrafos sobre el MDMA extraídos del American Journal of Medicine. Gracias por hacer de la cultura rave algo aún más aburrido de lo que era, que no era poco.

RULAS Y RULOS

MYTHOLOGIES

Roland Barthes

Hill and Wang

¡Cristo, qué horror! El diseño de portadas de libros ha ido cayendo en un abismo más, más, cada vez más y más profundo desde los días de Penguin en los años 60, pero es que esto es tramposo y ratonero hasta para los lamentables estándares de hoy. ¿Pero qué intentan, engañar a los fans de Elmore Leonard para que lean semiótica francesa? ¡Eso solo los va a
cabrear más, mentecatos!

JEAN BAUDRILLARD

CLAUDIA CARDINALE

Alberto Moravia

Flammarion

El gran mirador de mujeres del siglo XX entrevistó en 1961 a una joven e inmortal actriz. Moravia, escritor naturalista, mecanografió en aquellas páginas que las cosas evidentes son las únicas que le interesaban porque las cosas evidentes son las que, por tales, desatendemos con más frecuencia. Y así, Claudia, con veintidós años deliciosos (venía de rodar El gatopardo con Visconti y 8 1⁄2 con Fellini), se somete a las cuestiones de un cincuentón que abre fuego pidiéndole que se reduzca al estado de objeto para desentrañar juntos el sujeto y la identidad, libres de presiones externas y prejuicios contaminantes. Esto en mi pueblo se llama erotomanía, fetichismo, cosificación, voyeurismo, dominación, menoreo y un poco de todo, y ahí, claro, radica el interés. Moravia es un jefe, un hombre atento, y Claudia, más guapa que todas las cosas, es… pues eso, Claudia. De la reunión sólo podía salir un diamante del que existen ediciones lujosas que incluyen la valiosa sesión fotográfica que tiró Chiara Samugheo, pero ésta, pelona y en francés, es la más reciente que conozco.

RUBÉN LARDÍN

Más crítica de libros:

Reseñas julio I

Reseñas julio III